“EL MISTERIO DE ORIÓN”, ROBERT BAUVAL y ADRIAN GILBERT (Reseña #1933).

Reseña Cultural: 1933 // Reseña Literaria: 441
Reseña actualizada. Publicada el 29 de octubre del año 2013 en Lux Atenea.

Publicado por: EDITORIAL EDAF, S.L.
ISBN: 84-414-1895-0
Edición: 2007 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 320

EL MISTERIO DE ORION ROBERT BAUVAL ADRIAN GILBERT EDAF

“El cálculo de la precesión es una herramienta vital para el historiador, pues le ayuda a entender al hombre antiguo, cuya religión estaba generalmente dirigida hacia los dioses del cielo y, de esta forma, la basaban en la observación del cielo, lo que hoy llamamos observación astronómica a simple vista.”

El ingeniero Robert Bauval ha protagonizado uno de los descubrimientos más reveladores que se hayan producido dentro del fascinante y misterioso mundo de la egiptología en las últimas décadas. Este libro reseñado es un ejemplar original de la edición revisada y actualizada de la mítica obra “El Misterio de Orión”, publicada por la editorial EDAF en el año 2007. Pero, en su investigación sobre el origen de las pirámides, ¿cuál es el alcance de su descubrimiento convertido ya en un dato esencial para la arqueología egipcia? Lo primero que han de tener en cuenta los bibliófilos lectores de Lux Atenea es que, 2.500 años antes de Cristo, la civilización egipcia llegó a transportar aproximadamente unos trece millones de toneladas de piedra para supuestamente construir la tumba de tres faraones: las pirámides de la necrópolis de Guiza. Hasta el descubrimiento de Robert Bauval, esa era la versión oficial de los expertos para dar sentido a tan monumental trabajo cuyas colosales dimensiones han permitido que pudieran llegar hasta nuestros días. De por sí, la Gran Pirámide de Guiza se ha convertido en la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que podemos ver y admirar en este siglo XXI (las otras Maravillas ya desaparecidas son los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas, y el Faro de Alejandría). Robert Bauval, observando una imagen aérea de las tres pirámides de Guiza, comprobó que su posición correspondía exactamente a la disposición de tres estrellas pertenecientes a la constelación de Orión, que los egipcios ya habían relacionado directamente con Osiris, el Dios del Más Allá y de la Resurrección. La disposición de las tres pirámides coincidía exactamente con las estrellas de esta constelación, con dos de ellas en diagonal y una más alejada localizada a la izquierda de esa misma diagonal. Además, dos pirámides más situadas al norte y al sur de las tres pirámides coinciden exactamente en su posición con otras dos estrellas pertenecientes también a la constelación de Orión, y tanta exactitud no podía ser una casualidad. Durante su investigación, Robert Bauval también descubriría otro error en la información oficial tomada como referencia por los egiptólogos en relación a una serie de conductos que, desde el interior de la gran pirámide, atraviesan sus paredes hasta el exterior, y que los expertos habían descrito como canales de ventilación. Robert Bauval descubrió que los canales abiertos por los antiguos constructores egipcios desde el interior de la pirámide de Keops hacia el exterior están dirigidos al cielo y, más concretamente, un canal señala a la Osa Menor, otro a Alfa Draconis (la estrella Thuban de la constelación del Dragón), el canal de la Cámara del Rey apunta a Orión, y el canal de la Cámara de la Reina apunta a la estrella Sirio (constelación del Canis Major situada a la izquierda de Orión) que los sacerdotes egipcios relacionaron con la diosa Isis, esposa de Osiris. Por lo tanto, las pirámides de Guiza, más que unas tumbas para los faraones, realmente se construyeron como ideal de perfección y de armonía espiritual establecida entre el cosmos y la tierra en busca de un vínculo sagrado de equilibrio entre los seres humanos y los dioses. Las pirámides de Guiza son lugares religiosos cosmológicamente identificados con Osiris, o sea, con la constelación de Orión, o, dicho en clave espiritual, con el Más Allá. Una unión del cosmos con la tierra en una armonía perfecta con efecto en los seres humanos y, precisando aún más, en el individuo espiritual con inquietudes místicas que aspira a perfeccionarse en esta vida para hacer más sencillo su paso a la otra vida, a ese inefable y misterioso Más Allá regentado por Osiris.

EL MISTERIO DE ORION ROBERT BAUVAL ADRIAN GILBERT EDAF pic2

“El fénix está íntimamente ligado al alma de Osiris y se dice que vendrá desde el lugar donde los dioses nacen o resucitan.”

Sin duda alguna, el culto religioso en el Antiguo Egipto estuvo marcado por lo mágico, por lo ritual, por lo ceremonial, por lo místico, y por el culto mistérico a su vez. En esta excelsa obra, Robert Bauval irá aclarando, describiendo, y mostrando a los cultos lectores de Lux Atenea cómo la religión egipcia no era precisamente una creencia espiritual marcada por lo diurno en la vida y con trasfondo solar en su culto, sino más bien una religión de culto nocturno a los muertos en vista al contenido de los textos religiosos grabados en las paredes de estas pirámides, convertidos con el paso del tiempo en un tesoro cultural de valor incalculable al ser textos religiosos originales que se han conservado hasta nuestros días. Textos jeroglíficos donde ya se relacionaba directamente a Isis y Osiris con las estrellas Sirio y Orión como lugares sagrados en el cosmos para la resurrección. Una resurrección que, no olvidemos, en la religión egipcia estaba unida a Osiris, o sea, al dios del Más Allá. En el fondo, una transición espiritual desde la vida terrenal a la muerte para renacer posteriormente en otra vida. Dentro del culto religioso en el Antiguo Egipto, Isis y Osiris estaban conectados con la Noche y con el Más Allá respectivamente, y no hay que olvidar nunca que su representación astronómica se relacionó con Sirio y Orión. Sirio es la estrella más brillante del hemisferio norte y, por su relación con Isis, diosa que vivificaba a Egipto, fue una estrella venerada. Pero Sirio tiene la particularidad de desaparecer de nuestro cielo durante setenta días, reapareciendo al amanecer en el horizonte del solsticio de verano por delante del Sol. Un evento que coincidía además con el comienzo de las inundaciones del río Nilo, inundaciones que fertilizaban el suelo de sus orillas de donde obtenían magníficas cosechas, dando inicio al nuevo año egipcio. Una sincronización mágica de carácter religioso con la aparición de la estrella Sirio en el cielo unida a la diosa Isis y el comienzo de las inundaciones del Nilo, y que mantenían la vida en Egipto año tras año.

EL MISTERIO DE ORION ROBERT BAUVAL ADRIAN GILBERT EDAF pic1

“En la teología menfita no estamos tratando con la típica disputa territorial sino con un acontecimiento cósmico, con los protagonistas, Horus y Set, considerados como dioses.”

En estas obras tan reveladoras sobre el universo religioso del Antiguo Egipto es inevitable la presencia de Thoth, dios de la Sabiduría (Hermes para los griegos), de Horus, el dios solar de la iniciación (Apolo para los griegos), y el destacado protagonismo de la ciudad de Heliópolis. Esta inmersión dentro del culto religioso en el Antiguo Egipto completa su ciclo religioso alrededor del mensaje contenido en las pirámides de Guiza por su evidente trasfondo. Curiosamente, la ciudad de Heliópolis está representada en lenguaje jeroglífico con un pilar coronado por una cruz, una imagen igual a los cruceiros religiosos cristianos situados en el camino de Santiago muchos siglos después. Los sacerdotes de Heliópolis fueron los más prestigiosos del Antiguo Egipto, destacando entre ellos Imhotep, que sería venerado posteriormente por los griegos con el nombre de Asclepio, el Dios de la Medicina. Como apunte final sobre esta ilustre obra, aprovechando la puntual mención que hace Robert Bauval a los dogón en este libro en referencia al sorprendente e inexplicable conocimiento que este pueblo africano tiene sobre la estrella Sirio, quisiera añadir en esta reseña algunos datos adicionales sobre este pueblo africano que estoy seguro que interesarán a los cultos lectores de Lux Atenea. Establecidos en el sudeste de Mali a orillas del río Níger, desde hace siglos los dogón conocen datos astronómicos muy precisos relacionados con la estrella Sirio A y Sirio B, siendo Sirio B invisible al ojo humano ya que es necesario el uso de instrumentos ópticos para poder obtener esta información porque el brillo de la estrella Sirio A oculta a Sirio B al ser diez mil veces más brillante. Tal es la dificultad para ver a Sirio B, que su primera imagen no se pudo obtener hasta el año 1970. Además, los sabios dogón conocen también los cuatro satélites interiores de Júpiter, los anillos de Saturno… e incluso a la estrella Sirio C a la que llaman Emme Ya (el sol de las mujeres) que gira alrededor de Sirio A, y que ha sido descubierta por los astrónomos en el año 1995. ¿Cómo es posible que el primitivo y aislado pueblo de los dogón tenga conocimiento de esta información astronómica desde hace siglos? Esta información tan precisa, los dogón la relacionan con los dioses que bajaron del cielo a plena luz del día en la zona del lago Debo, contactando con ellos para luego enseñarles a cultivar la sabana, a fabricar herramientas, a fundir metales… dándoles también esta información del cosmos junto a muchos otros más datos que la ciencia astronómica no ha hecho más que ir confirmando en la actualidad a lo largo de los años. Un encuentro ocurrido en el pasado que los dogón siguen conmemorando en fiestas sagradas donde recuerdan la llegada de estas benefactoras divinidades, y temibles a su vez (este apartado tan terrible lo dejo en manos del bibliófilo lector interesado en profundizar en ese tema). “El Misterio de Orión”, cuando la información arqueológica oficial tapa una realidad que termina siendo descubierta, difundida, y aceptada al estar basada en datos científicos. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“El cómo se construyeron las pirámides sigue siendo un misterio. Todavía hoy tendríamos serios problemas para poder repetirlas con todas las ventajas de la tecnología moderna.”

EL MISTERIO DE ORION ROBERT BAUVAL ADRIAN GILBERT

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

“CON LA VIDA EN LOS TALONES”, JORDI CLOS (Reseña #1881).

Reseña Cultural: 1881 // Reseña Literaria: 392
Reseña actualizada. Publicada el 7 de octubre del año 2013 en Lux Atenea.

Quiero dar las gracias a la prestigiosa editorial LA ESFERA DE LOS LIBROS por su cortesía al enviarme este promocional físico.

Publicado por: LA ESFERA DE LOS LIBROS, S.L.
ISBN: 84-9970-892-8
Edición: 2013 (RECIBIDO COMO PROMOCIONAL)
Páginas: 248

CON LA VIDA EN LOS TALONES JORDI CLOS ESFERA DE LOS LIBROS

“Desde muy joven he concebido mi vida como una gran aventura, como un viaje apasionante, guiado siempre por el afán de descubrir, de conocer, por una curiosidad que no tiene límites, casi casi insaciable.”

Dentro del amplio universo literario, los libros autobiográficos han ejercido una fuerte atracción en mis lecturas debido a la experiencia y a las lecciones de la vida que sus páginas atesoran. En el fondo, cada autobiografía es un registro informativo muy especial debido al carácter único de cada ser humano, siendo irrepetible la experiencia vivida por cada una de las personas aunque hayan podido coincidir en las mismas situaciones. Si a todo ello le sumamos una cualidad tan fascinante como es el espíritu innovador y pionero, entonces la obra autobiográfica se convierte en una ventana abierta directamente a la comprensión mental de la fuerza de voluntad que nos ha caracterizado como especie en constante expansión y dominio del entorno, desde que prendiera por primera vez la llama de la toma de consciencia del Yo. Un ejemplo claro de estas selectas obras con páginas escritas con tinta de vida ha sido “Con La Vida En Los Talones” de Jordi Clos. Una atrayente fusión personal del espíritu multidisciplinar renacentista con la sensibilidad espiritual propia del Romanticismo de principios del siglo XIX, pero todo ello llevado al mundo de la modernidad hasta desembocar en la orilla del inquieto y transformador impulso posmoderno. Publicado el pasado mes de septiembre a través de la prestigiosa editorial La Esfera de los Libros, en sus interesantes e ilustrativas páginas, los lectores encontrarán esa brillantez analítica combinada con una férrea capacidad para afrontar los desafíos que presenta la vida, y que tan necesarias se han vuelto hoy día como estímulo existencial para poder superar esta grave crisis que estamos viviendo. Y es que hay promocionales literarios recibidos en Lux Atenea que, cuando los he leído y analizado, comprendo inmediatamente que esa obra en particular es un libro con encanto que dará energía existencial al bibliófilo lector. En esta autobiografía, Jordi Clos ha logrado alcanzar ese acertado equilibrio narrativo entre lo estrictamente personal y privado con la serena y humilde descripción de sus grandes experiencias públicas vividas, convirtiendo la lectura de estas páginas en un periodo de tiempo relajado de gran poder instructivo a través de lo didáctico.

CON LA VIDA EN LOS TALONES JORDI CLOS ESFERA DE LOS LIBROS pic1

“Cuando a veces me preguntan en charlas o en escuelas de negocios cuál ha sido la clave de mi éxito como empresario, yo siempre digo lo mismo: el equipo del que he sabido rodearme, la gente que me ha acompañado, y la relación que con ellos he establecido y he cuidado.”

Siempre he creído que el mundo que conocemos actualmente no es más que la materialización de los sueños de una serie de individuos que, a lo largo de la Historia, han podido hacerlos realidad. Todo lo que vemos a nuestro alrededor, y que muchas veces tomamos como algo normal, no es más que el fruto madurado de la labor innovadora desarrollada por una serie de genios que transformaron su presente plantando la semilla del mañana. Desde el Arte hasta la Ciencia, desde la Ingeniería hasta la Literatura, todos estos conocimientos han definido y siguen definiendo este todo en constante evolución y transformación que detalla la cultura humana de forma crucial. Llevado todo ello al presente, y como ejemplo claro de esa capacidad del individuo para cambiar el entorno donde vive y también la optimización de la forma de hacer las cosas por parte de un equipo, en España y en el resto del mundo nadie duda del éxito conseguido por Barcelona como ciudad conocida a nivel global. Un éxito internacional cuya sombra oculta la talentosa y eficaz labor realizada por Jordi Clos en Barcelona después del reto de las Olimpiadas del 92, para que ese impulso se pudiera aprovechar y reorientar hacia una proyección de la ciudad en todo el planeta que pudiera ofrecer ese plus extra que la diferencie de otras ciudades. Esta interesante experiencia empresarial ha sido descrita con sumo detalle en el libro “Con La Vida En Los Talones”, formando parte de un plano creativo y existencial global mucho más amplio donde, como alma pionera, Jordi Clos también ha visto fructificar otros sueños hechos realidad como crear un museo de referencia mundial (el Museo Egipcio de Barcelona), una cadena de hoteles donde se integran arte y alojamiento (Cadena Derby Hotels Collection), una fundación orientada a la cultura (Fundación Jordi Clos)… junto a una intensa vida dedicada a su pasión por la aventura y por los viajes (Suecia, India, Marruecos, Mali, desierto del Sáhara, Etiopía, Níger…), por la arqueología (Perú, Egipto…), y por el conocimiento de las culturas ancestrales que permanecen aún vivas en el siglo XX y XXI. En definitiva, un espíritu renacentista que ha sido capaz de mover montañas a través del conocimiento, del intelecto, y de la cultura. “Con La Vida En Los Talones”, los sueños hechos realidad de un niño nacido en el Raval barcelonés. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Me pregunto si hemos evolucionado realmente o por el contrario seguimos siendo una sociedad atrasada en la que el amiguismo, el enchufismo, el nepotismo y el pelotazo han arraigado sin solución.”

CON LA VIDA EN LOS TALONES JORDI CLOS

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.