Reseña Cultural: 1571 // Reseña Literaria: 246
Reseña actualizada. Publicada el 17 de marzo del año 2010 en Lux Atenea.
Publicado por: EDITORIAL ESPASA CALPE, S.A.
ISBN: 84-239-9181-5
Edición: 2009 (EDICIÓN COMPRADA)
Desde el nacimiento de Lux Atenea estoy publicando reseñas literarias sobre obras que considero fundamentales para el conocimiento del ser humano, de su psicología, y de sus motivaciones reales en este mundo. Bajo la máscara de muchos amigos de sus amigos, de muchas personas buenas, de muchos seres humanos sensibles ante la desgracia, se esconden en realidad seres despiadados cuyo único objetivo es atraer a personas bienintencionadas para poder lograr sus propios deseos egoístas y vanidosos. A lo largo de la vida, he podido conocer a personas con esa capacidad social para rodearse de gente común, o “de personas cortas de mente” como me gusta definirlos mejor, las cuales son fatalmente atraídas a su resplandeciente luz como polillas a la vela encendida por estas personas, para ser luego manipuladas sin que pierdan nunca esa confianza inicial en ellos, y aunque luego hayan visto irremediablemente quemadas sus alas en cuanto dejan de ser útiles. Tras quedar con sus trágicas existencias rotas, la absurda justificación de sus desdichas será argumentada ante los demás (y hacia sí mismos) como la cruel circunstancia sufrida tras haber sido engañados, quedando siempre su responsabilidad a un margen en su cínico pasado, en su dramático presente, y en su irresponsable futuro. Apliquen estos roles en ámbitos personales, familiares, sociales, laborales, empresariales… observen a las personas que le rodean, y encontrarán una explicación clara del destino de las personas en la gran mayoría de los casos.
Siempre he dicho que tanto los iluminados sabios orientales (sobre todo chinos) como los ilustres pensadores occidentales (Maquiavelo, Nietzsche, Schopenhauer…) han sido injustamente valorados por la sociedad occidental debido a las grandes verdades sobre la verdadera alma humana que llegaron a reflejar en sus grandes obras. Pero a la gran mayoría de los ciudadanos occidentales les resulta más fácil echar tierra sobre la inteligencia y la Razón, que pensar y cambiar sus actitudes infantiles e irresponsables ante la vida. Y aprovechando esa irrenunciable norma con la cual muchos de ellos tratan de justificar su irracional, caprichosa, e influenciable existencia, se encuentran personas depredadoras que, tras una atrayente máscara de cordero, devoran sin compasión alguna a todos los alegres corderos que se les acercan pensando que ellos también son “corderos herbívoros” como ellos. Pero un depredador siempre será un depredador aunque se ponga una piel de cordero para cazar, y esa piel jamás les funcionará mejor entre los corderos que haciendo que estos siempre le vean rodeado de muchos corderos alegres a su alrededor. Para conseguir ese camuflaje tan eficaz, el depredador habrá de asimilar leyes fundamentales como las descritas en este libro para poder hacer más eficaz su disfraz de cordero y, sobre todo, para tratar que otros corderos más sabios e inteligentes que los detectan, sean marginados por los corderos “cortos de mente” para que estos no puedan alertarles de sus verdaderas intenciones como depredador disfrazado.
Corderos humanos siempre habrá en este mundo, al igual que depredadores humanos, porque así ha sido desde que el mundo es mundo. El cerebro y la mente existen para hacer que nuestra inteligencia sea cada vez mayor, y con una perspectiva más amplia y profunda. Pero también es verdad que muchas personas prefieren vivir en esta vida de forma irresponsable e infantil, y es muy fácil ser uno más dentro del rebaño regido por depredadores disfrazados de corderos, y dejarse llevar. Además, frente a lo injusto e inhumano, cada uno de los miembros del rebaño siempre podrá justificar sus crueles acciones con argumentos tan clásicos como intemporales como “yo hacía lo que todos hacían” (para justificar su irresponsabilidad y falta de criterio) o “es que no quería estar solo” (para justificar su personalidad débil y su actitud infantil ante la vida). Por este motivo, “Las 48 leyes del Poder” es una de esas obras que revelan, sorprendiéndome por su profunda franqueza sobre lo humano porque en este mundo eres depredador o cordero, y en manos de cada uno está acabar siendo un cordero “corto de mente” en medio del rebaño, o un depredador. Y todo aquel que no esté dentro del rebaño, siempre será considerado como un terrible depredador, lo sea de verdad o no. Por ese motivo, y para ser un depredador bien disfrazado de cordero en medio del rebaño, nada mejor que asimilar estas 48 leyes para tener éxito. La vida es así, nada nuevo se ha descubierto o inventado ahora con la publicación de esta obra, ya que estas normas se pierden en el pasado muchos milenios atrás, y la esencia del ser humano seguirá siendo así por los siglos de los siglos. Actualmente, aunque la Ciencia y la Tecnología están avanzando y cambiando radicalmente nuestra sociedad, la evolución mental sigue progresando a un ritmo muchísimo más lento, manteniendo una raíz humana de depredador o cordero de difícil extinción (por no decir de imposible extinción).
Quisiera avisar a los bibliófilos lectores de Lux Atenea que, de este libro, se han publicado dos ediciones: una de bolsillo más económica, y esta lujosa edición que incluye la obra original al completo. La diferencia entre estas dos ediciones es inmensa, tanto en su presentación como en la calidad de los materiales utilizados en su impresión, convirtiendo la presente obra en toda una joya de biblioteca que será muy apreciada por el gran valor humano e intelectual contenido en sus páginas. Dando cierre a esta reseña, no he encontrado una mejor forma de hacerlo que dejando esta selección de veinte de las 48 leyes explicadas minuciosamente en estas páginas. Espero que su influjo y esencia logren hacerles ver la auténtica realidad de lo humano. “Las 48 leyes del Poder”, cuando las verdades duelen por su realismo más absoluto. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
1- Disimule sus intenciones.
2- Diga siempre menos de lo necesario.
3- Gane a través de sus acciones y nunca por medio de argumentos.
4- Evite a los perdedores y los desdichados.
5- Aplaste por completo a su enemigo.
6- Utilice la ausencia para incrementar el respeto.
7- Maneje el arte de lo impredecible.
8- No construya fortalezas para protegerse porque el aislamiento es peligroso.
9- Sepa con quién está tratando y nunca ofenda a la persona equivocada.
10- Concentre sus fuerzas disponibles.
11- Siempre procure recrearse.
12- Mantenga sus manos limpias.
13- Planifique todas sus acciones de principio a fin.
14- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos.
15- Domine el arte de la oportunidad.
16- Menosprecie lo que es gratuito.
17- Evite imitar a los grandes hombres.
18- Nunca se muestre demasiado perfecto.
19- No vaya más allá de su objetivo original y al triunfar, aprenda cuándo detenerse.
20- Sea cambiante en su forma.
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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