Reseña Cultural: 2012 // Reseña Literaria: 501
Reseña actualizada. Publicada el 17 de marzo del año 2011 en Lux Atenea.
Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing
Publicado por: EDITORIAL MCACIONES AKAL
ISBN: 84-95514-07-9
Edición: 2000 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 184

“Como ha perdido el sentido de la eternidad, Europa ignora el presente.”
La obra “Noa-Noa, la Isla Feliz” es el libro de memorias en el cual el pintor y escultor francés Paul Gauguin (1848-1903) describiría sus experiencias y pensamientos durante su estancia en la isla de Tahití. Un lugar que esperaba encontrar en un estado salvaje y de incivilización que Gauguin tanto admiraba debido a su crítica visión de Occidente, cultura que había perdido toda belleza y encanto debido a su decadente espíritu y por la incapacidad del europeo a la hora de tomar recursos de la Naturaleza sin que éstas pierdan su alma. En cambio, en la isla de Tahití se encontraría con una selva frondosa de exuberante vegetación cuya paradisíaca benignidad para el ser humano se reflejaba en la ausencia de reptiles, fieras, o depredadores carnívoros. Un auténtico Paraíso sobre la tierra que los europeos estaban destruyendo a conciencia, amparándose en el vergonzoso sentimiento de superioridad cultural que siempre ha mostrado hacia otras culturas y pueblos. Los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo la prosa y los versos brillan en el libro “Noa-Noa, la Isla Feliz”, y también podrán sentir el visceral rechazo que Paul Gauguin tuvo hacia la supuesta civilización occidental que todo lo estaba corrompiendo en aquella bella e idílica isla. Fascinado por la digna y altiva figura de las jóvenes mujeres tahitianas, por su orgullosa y firme mirada, este célebre artista, como genio capaz de atravesar el velo de Maya para poder ver su verdadero rostro, realizaría un profundo análisis del carácter simbólico del medio natural potenciado tras conocer a Téhura, su joven mujer tahitiana. Una sensibilidad única con la cual Gauguin recrearía Tahití en sus obras, y donde el alma y el espíritu de esta paradisíaca isla quedó inmortalizada por el artista en perfecta armonía con el simbolismo del entorno que lo unía al Arte.

“La mezcla de horror y de alegría que forma el encanto maorí.”
Durante la búsqueda realizada por Paul Gauguin en este viaje sobre un pasado y una cultura maorí ya extinta, para su sorpresa, terminaría encontrando un oscuro y floreciente pasado con cultos y ritos que llegaron a incluir sacrificios humanos en sus ceremonias. Pese a la fuerte influencia religiosa cristiana que se inició con la llegada de los europeos a la isla, la desconfianza a la vida, las costumbres, y los valores que los europeos trajeron consigo, terminó provocando el rechazo de sus habitantes que se manifestaría a lo largo de los años con una fuerte recuperación del culto a la diosa Hina entre la población maorí. Con templos situados en la cumbre de la montaña, o sea, a los pies de los Dioses, en estas páginas, el bibliófilo lector de Lux Atenea se sorprenderá al encontrar el testimonio del culto religioso maorí donde los dioses se presentan a través de prodigiosos conocimientos astronómicos, donde se encuentran referencias mitológicas al Diluvio Universal, donde los tiis encuentran su vínculo con la isla de Pascua, en definitiva, donde los maoríes encontraron una armonía perfecta entre el entorno natural, el ser humano, la Belleza, y los Dioses. Una mirada mística y literaria de Tahití que Paul Gauguin logra transformar en poesía, y cuya liberación simbólica y metafórica tras la tala de un árbol será crucial en su visión de esta seductora isla. Un choque cultural absoluto que Paul Gauguin vivió al llegar a Tahití tras encontrar la ciudad de Papeeté demasiado occidental, y tras haber vivido el ocaso de su pasado feudal con la muerte del rey Pomaré, último rey tahitiano, poco tiempo después. “Noa-Noa, la Isla Feliz”, impresionante libro sobre la fragante tierra tahitiana que marcó la vida de Paul Gauguin para siempre. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“Y yo creo en esta locura religiosa y en este furor amoroso: Hina del amor e Hina de la muerte son desde luego la misma, la única Diosa, monstruo con cara de fiera y senos de mujer.”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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