Reseña Cultural: 2073 // Reseña Literaria: 553
Reseña actualizada. Publicada el 15 de abril del año 2008 en Lux Atenea.
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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing
Publicado por: DVD EDICIONES
ISBN: 84-95007-11-8
Edición: 1999 (EDICIÓN COMPRADA)

“Para los inquietos espíritus son dulces las tinieblas”
Uno de los poetas que ha conseguido conmoverme leyendo su obra ha sido el genial artista italiano Dino Campana (1885-1932). Cuando sus “Cantos Órficos” llegaron a mis manos, no fue una esperada obra complaciente por su mensaje, sino un intenso acto revelador sobre una realidad que se encuentra ahí, al alcance de la mano de cualquier persona sensible, pero completamente oculta para aquellos a los cuales la vida les ha acartonado la piel poco a poco hasta convertirla en un gélido y cruel escudo emocional y sentimental. Nacido el día 20 de agosto del año 1885 en la ciudad de Marradi, situada en la bella y exultante región de la Toscana italiana, pese a tener a su alrededor uno de los paisajes más hermosos que puedan existir en Europa, la vida de Dino Campana fue un vagabundeo constante de un lugar a otro alejado de la esplendorosa tierra que le vio nacer. La neurosis, negra semilla familiar heredada de su madre, unido a unos arranques de cólera y violencia incontrolables, desde muy joven llevarán a Dino Campana a ingresar en centros psiquiátricos para recibir tratamiento. Este deslumbrante poeta cargó con esa pesada carga hasta el final de sus días y, tal vez, aquella lacra psicológica acentuó su sensibilidad hasta convertirse en una persona con sus emociones y sentimientos en carne viva. Para poder descargar aquella intensidad psicológica, Dino Campana se sumergió plenamente y a conciencia en el arte literario hasta escribir una serie de obras poéticas únicas en su época. Como los cultos lectores de Lux Atenea ya conocen, suele suceder que las genialidades creadas por los grandes artistas no suelen ser valoradas en su justa medida hasta años después de su muerte, como fue el caso de Dino Campana, acaecida el día 1 de marzo del año 1932 en el hospital psiquiátrico de Castel Pulci, San Martín de la Palma (Florencia). Tras su fallecimiento, no será hasta la llegada de otro ilustre genio de la literatura italiana como Eugenio Montale (1896-1981) cuando esta línea artística pudo continuar desarrollándose. Dino Campana había entrado en el exclusivo club de los Poetas Malditos por méritos propios, y su recuerdo en esta reseña es mi homenaje personal y mi reverencia cultural para este excelso artista que percibía y sentía la prosa y la poesía como un todo inseparable. Una armonía lírica perfecta entre la plasticidad de la prosa y el ritmo y la profundidad del verso en su mensaje. En definitiva, el esplendor de la musicalidad de la poesía en estado puro.

“Delante del fuego, el espejo. En la fantasmagoría profunda del espejo, los cuerpos desnudos se suceden mudos.”
Como podrán comprobar los bibliófilos lectores de Lux Atenea en esta edición, Dino Campana fue un poeta radicalmente impulsivo. Entregado a la visión de la belleza de una manera casi obsesiva, la inspiración extrema le llevará a quedar siempre insatisfecho con la obra finalizada, permaneciendo sus pulidos y repulidos literarios de la obra como huellas a lo largo de un camino que el poeta creía firmemente que llevaba a la liberación espiritual. Con el tiempo bautizado con el líquido elemento de sus palabras, con sus frases cinceladas en tono poético, Dino Campana ahonda en la descripción precisa de la belleza, en la definición perfecta del mensaje y del trasfondo metafórico, y en la iluminación de ese instante imaginado por el lector que es estimulado en sucesivos párrafos y versos de su obra. En el fondo, el ilustre poeta italiano Dino Campana no quiso ser aclamado por la armonía de las palabras por él ordenadas y definidas, sino por el imaginario despertado en quien lee su obra y se siente identificado con sus pensamientos. A Dino Campana le apasiona el detalle, pero no como un acto floral de luz y color, sino como una vía para conseguir que lo observado en su presente perfecto, sea revivido en el futuro exactamente como ocurrió por parte del lector. Pasado, presente, y futuro quedan desdibujados en su obra de cara al lector, aunque para el bibliófilo sea presente y revelación con efectos profundos en su futuro interior. Esta es la grandeza artística de Dino Campana: su capacidad literaria para expresar la sonrisa de lo bello sin dar importancia al tiempo.

“…pasaban aquellas horas de ensueño, horas de profundidades místicas y sensuales que disolvían en ternura los grumos más acres del dolor, horas de felicidad completa que abolía el tiempo y el mundo entero, largo sorbo en los manantiales del Olvido…”
Publicada en el año 1914, su obra literaria más importante son los “Cantos Órficos”, titulada originalmente como “El Más Largo Día”. Aunque en el año 1971 se encontró una versión inédita de esta obra escrita por el poeta, la calidad de la misma llevó a considerar la edición original del año 1914 como la mejor y artísticamente más bella, siendo la versión elegida por la editorial DVD para incluirla en esta edición bilingüe. “Cantos Órficos” es una visión renacentista de la vida resurgiendo a inicios del siglo XX, y posiciona firmemente a Italia dentro de la vanguardia literaria más innovadora y trascendente. La prosa poética de Dino Campana cambió y renovó toda la estructura expresiva y temática que reinaba en aquellos años dentro de aquel círculo literario italiano, dando un soplo artístico con más pureza, humanidad, y belleza gracias al pensamiento y a la visión que este grandioso poeta tiene sobre la vida, y en su forma de convertirlo en arte. Dino Campana fue un poeta maldito que pasó por diferentes cárceles y centros psiquiátricos durante la mayor parte de su vida, mientras su alma observaba al mundo con una nitidez espiritual y una claridad existencial pocas veces vista en un genio de la literatura en Europa. “Cantos Órficos y otros poemas”, Dino Campana y su guiño artístico a Orfeo en estos cantos inigualables. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“Creí que los reflejos sanguíneos del ocaso me traían su saludo”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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