Reseña Cultural: 902

Reseña actualizada. Publicada el 11 de diciembre del año 2012 en Lux Atenea.

Publicado por: EDICIONES ORBIS, S.A. / LO SCARABEO (TORINO)
Edición: 2002 (EDICIÓN COMPRADA)

Aunque son aparentemente sencillas y simples a primera vista, las cartas pertenecientes al Oráculo de Nostradamus atesoran uno de los sistemas simbólicos más claros y directos en cuanto a su utilización esotérica. Es obvio que, en el siglo XX, las cartas del Tarot han alcanzado la supremacía en su uso en cartomancia, pero hay cartas de oráculo como las aquí reseñadas que sorprenderán a más de un esotérico lector de Lux Atenea. Con un atrayente diseño y una belleza que transmiten armoniosamente ese encanto visual del estilo y de la estética propia de otra época no tan lejana en nuestro inconsciente colectivo, de cada una de estas cartas emana ese mensaje hierático y metafórico donde destaca muy especialmente la imprescindible presencia de la simbología. Un código esotético esencial para que el oráculo se convierta en intermediario, en revelador, y en guía fiable, psicológicamente hablando, para que trasluzca nítidamente el camino y el mensaje a seguir para alcanzar el objetivo deseado. Además, al igual que sucede en las mejores barajas de Tarot, la rica presencia de símbolos aparentemente situados en un segundo plano, y que en el Oráculo de Nostradamus aparecen alrededor de la figura central, nos ofrecen una gran versatilidad en las consultas a realizar que siempre dejará muy asombrado al consultante por su precisión. Arte esotérico aplicado a la realidad humana del individuo que, ya sea en su rol personal, familiar, profesional, o amoroso, rápidamente encuentra su equilibrio y su armonía perfecta en cada una de estas cartas. Un universo de simbólicas combinaciones con trasfondo esotérico y metafórico que son más que suficientes para crear un conjunto global perfectamente engranado y cerrado, y donde la respuesta a lo preguntado es mostrado como prístina y cristalina visión. La verdad es que nunca pensé que una baraja de oráculo pudiera llegar a tener esta cualidad esotérica tan directa y potente, pero es que el contundente éxito de lo mostrado, de lo respondido, y de lo revelado (con claros pasos a seguir), elevan el valor de estas cartas hasta situarlas en una posición de auténtico privilegio dentro del complejo y fascinante universo místico. La realidad existencial y el destino universal del individuo han quedado simbólicamente representados con precisión en estas cartas. Un admirable trabajo el aquí realizado, sobre todo por su estudio psicológico y trascendente del ser humano que es digno del mayor de los elogios. Como apunte final, quisiera destacar que, aunque esta edición no venga un libreto de consulta, esto no lo veo como un impedimento o como un problema. Más bien, lo veo como una de sus más destacadas cualidades y que debería ser norma en muchos otros oráculos y tarots utilizados en cartomancia ya que, de esta forma, cada símbolo utilizado en las cartas no queda en absoluto condicionado por las explicaciones incluidas en el libreto para su interpretación. Que no haya libreto exige un mayor esfuerzo para quienes verdaderamente se interesan en dedicar tiempo y perseverancia en estos oráculos con el objetivo de poder alcanzar un álto nivel de estudio y en profundidad. Los expertos sabemos que sin esfuerzo y sin tesón, no hay resultado trascendente alguno dentro de este apasionante y revelador universo. “El Oráculo de Nostradamus”, cartas simbólicamente muy precisas y claras para ser utilizadas por expertos en esta materia. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.