Reseña Cultural nº: 1394 // Reseña Musical nº: 1179
Reseña actualizada. Publicada el 4 de marzo del año 2010 en Lux Atenea.
Publicado por: CHRISTOPHORUS, (CHR 77305), 2009
Edición comentada: Digipak CD (EDICIÓN COMPRADA)
Tracklist: 1: Giovanni Antonio Rigatti (1613-1648): Ave Regina caelorum // 2-7: Heinrich Ignaz Franz Biber (1644-1704): Balletti lamentabili à 4 // 8: Ferdinand III (1608-1657): Jesu Corona Virginum // 9-11: Giovanni Legrenzi (1626-1690): Sonate Sesta aus «La Cetra» op.10 // 12: Heinrich Bach (1615-1692): Ach, daB ich Wassers gnug hätte // 13-19: David Funck (1648-1701): Suite // 20: Christian Geist (ca. 1650-1711): Vater unser, der du bist im Himmel // 21: Johann Rudolph Ahle (1625-1673): Jesu dulcis memoria // 22: Clemens Thieme (1631-1668): Sonata // 23: Johann Philipp Krieger (1649-1725): Ich will in Friede fahren
Ya queda poco tiempo para la llegada de la Semana Santa, y los momentos de reflexión y de recogimiento renacerán en ese periodo de tiempo esencial para fortalecer y purificar nuestro espíritu. Es curioso como la perspectiva existencial del barroco ha entrado en un equilibrio y en una unión perfecta con este siglo XXI, pese al aparente dominio de lo racional y de lo laico en la sociedad. Cuando los melómanos lectores de Lux Atenea escuchen el álbum “Ich will in Friede fahren”, no lo encontrarán para nada desfasado o fuera de lugar en estos tiempos, sino más bien todo lo contrario. Composiciones musicales fluyendo en el aire para poder hallar esa paz y ese sosiego espiritual que considerabas perdido, llevándote esta audición a sondear tu abismo interior desde el mismo borde de tus emociones e ideales. Desde allí, observarás la negrura del fondo mientras escuchas estas piezas musicales, y sus notas parecen flotar alrededor tuyo, invitándote a la exploración interior a través de la reflexión, del autoanálisis, del hieratismo místico, y, para estas ocasiones trascendentales, la música sacra alemana tiene esa esencia metafísica especial e indescriptible que la convierten en un estilo de composición único. Como analista cultural, el espíritu alemán reflejado en la Música Clásica me conmueve desde lo más profundo de mi ser, irradiando mi interior como si tuviera ese privilegio divino ya adquirido desde lo arcano. Y es que hay composiciones musicales que no sabes por qué, pero desde la primera vez que las escuchas, te sientes unido a ellas por un vínculo que no podrías describir con exactitud, salvo a través de su conexión con el alma. Esto mismo me sucedió al escuchar el álbum “Ich will in Friede fahren” por primera vez y, desde entonces, cada año tiene reservado un periodo de tiempo muy especial en momentos personales irrenunciables.
“Ich will in Friede fahren” es un álbum que se disfruta de principio a fin y, por este motivo, me resulta muy difícil decantarme por unas composiciones u otras porque, en esta lujosa edición, el sello discográfico Christophorus ha dejado el listón artístico muy alto en su selección. Sin duda, una elección artística muy difícil entre tanta calidad musical pero, desde mi subjetividad siempre marcada por el preciso momento en el cual escribo una reseña, a los melómanos lectores de Lux Atenea les recomendaré la audición de alguna de ellas en vista al placer que me está provocando su escucha. En “Ave Regina caelorum” podrán disfrutar del mágico sonido del clavicordio como en pocas piezas musicales encontrarán, siendo “Jesu Corona Virginum” mucho más místico y profundo a través de esta interpretación instrumental y vocal del todo admirable. Podrán sentir la atmósfera barroca en “Allegro- Adagio” (tema nº11) de Giovanni Legrenzi, adentrándose en su interior sin que puedan evitarlo por su belleza sonora, apareciendo la solemnidad de “Ach, daB ich Wassers gnug hätte” en esos momentos en los cuales buscamos equilibrio y serenidad mientras permanecemos abiertos mentalmente a lo trascendente. También “Vater unser, der du bist im Himmel” te mecerá, te sosegará, y te alejará de lo terrenal por su grandeza artística. En definitiva, en el álbum “Ich will in Friede fahren”, la admirable formación musical femenina Les Escapades, junto al excelso contratenor Franz Vitzthum, se han dejado el alma en esta interpretación superlativa de estas piezas musicales siempre marcadas por su trasfondo espiritual, quedando esa huella en cada interpretación. “Ich will in Friede fahren”, aires sacros alemanes del siglo XVII que resultan ideales para poder hablar a nuestra alma en su propio lenguaje. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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