AUGUST von PLATEN “SONETOS VENECIANOS y otros poemas” (Semana de la Poesía 2006 1ª EDICIÓN) (Reseña / Review #421).

Reseña Cultural: 421 // Reseña Literaria: 49

Reseña actualizada. Publicada el 30 de noviembre del año 2006 en Lux Atenea.

AUGUST von PLATEN - SONETOS VENECIANOS y otros poemas

Publicado por : PRE-TEXTOS
ISBN : 84-8191-248-4
Edición : 1999 (EDICIÓN COMPRADA)

Lux Atenea 4 - 3

“Sonetos Venecianos y otros poemas” del ilustre poeta aleman August von Platen-Hallermünde es una auténtica joya literaria del Romanticismo perteneciente al templo cultural del Mundo de las Letras, donde se veneran obras literarias que son clave para poder entender el espíritu y la perspectiva gótica de la vida. Un deslumbrante templo poblado por esbeltas y solemnes columnas que, como árboles en un frondoso bosque, nos impiden lanzar la lejana mirada de la nostalgia, y que con la grandeza que emana de sus decorados capiteles nos fuerzan a alzar la mirada al Cielo, lugar desde donde los Dioses nos gobiernan e iluminan con su gracia divina. Pero no piensen que este templo posee anchos muros que aíslen y sobreprotejan al devoto y culto lector, convirtiéndolo en una “rara avis” en este reino terrenal de los necios que impera en la sociedad de la mediocridad. Todo lo contrario, siempre he pensado que todo muro que se levanta condena al estancamiento y a la decadencia a quienes se encuentran aparentemente seguros dentro de sus murallas. Nunca he pensado que haya que construirse tales barreras en ese templo cultural del Mundo de las Letras, pero, en cambio, si que he apostado decididamente por el cincelamiento y pulido de magnas estatuas para ser depositadas en su interior reflejando a imagen y semejanza a los grandes escritores de la Mística que, como artistas del alma, como auténticos colosos se yerguen alrededor de este templo para satisfacer la mirada de cada alma dueña de su destino. Almas que se obstinan en caminar por sendas olvidadas durante la vida, comportándose con sus actos como colosos de mirada profunda, como águilas de fuego dispuestas a ahuyentar a los adictos de las apariencias, a la superficialidad, y a la vanidad humana.

Lux Atenea 4 - 4

El conde August von Platen nació en el año 1796 en la ciudad alemana de Ansbach (Baviera). Perteneciente a la nobleza, su vida social estuvo marcada por la severidad del mundo castrense y por la intelectualidad innata de la aristocracia germana. Pero ante sí se abría un futuro más que prometedor si no estuviera marcado por ese talón de Aquiles ante la sociedad de su época, su homosexualidad digna de fructíferas épocas helenísticas. Una era profundamente enraizada en la amistad, en el orgullo y en la búsqueda incesante de lo bello. Esta falta de sincronización y de integración con la moralidad de su época hará que August von Platen se sienta interiormente como un ser condenado a la perenne insatisfacción de su verdadero sentir como ser humano, ya que las raíces que sustentan la sociedad que le ha tocado vivir se encuentran emponzoñadas con el inflexible dogma religioso que condena a personas de su género a la más miserable ignominia, y aunque éstas posean un status social privilegiado. El auténtico tiempo de este genial poeta nunca lo encontró en su presente, sino en el añorado e idealizado pasado o en el esperanzador y naciente futuro. August von Platen busca ese Heracles con alma de Ulises en su Alemania natal. Quiere estar junto a Jasón y, juntos, enfrentarse a los avatares divinos de la vida. Pero este ilustre poeta en vano trata de encontrar tiernas rosas en inhóspitos eriales, y las únicas pocas que encuentra son inertes rosas del desierto que, aunque bellas, no poseen alma. Ante un panorama tandesolador, finalmente decide abandonar su gélida Germania y pone rumbo a las cálidas tierras del sur de Europa para poder saciar su pasión con otras personas afines, y sin que tenga que ocultar su sexualidad frente a quienes le rodean. Italia se convierte en su Eldorado íntimo y personal, y, como tal, conduce su arrebatadora energía por ese turbulento río del placer que finalmente termina arrojándolo bruscamente a la orilla de la enmarañada selva de la soledad. Desilusión, desesperanza y soledad serán a partir de entonces sus compañeros y sus cómplices, hasta que la esperada y deseada visita de la Dama Muerte hizo acto de presencia el 5 de diciembre de 1835 en la ciudad italiana de Siracusa, poniendo fin a su dolor y a su padecimiento interior.

Lux Atenea 4 - 5

Durante la atenta lectura de este extraordinario libro, los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo August von Platen es un iluminado a la hora de plasmar sobre un límpido papel, los sentimientos que moran en el alma del incomprendido, del engañado y del atrapado en el laberinto de las pasiones, y que es, a su vez, alma poseedora de sensibilidad, de grandeza y de sacrificio. Toda esta muestra de viveza, de fusión y tacto se ve reflejada en estas páginas con todo lujo de detalle en clave emocional, e íntimamente compartidos. Personalmente no soy afín a sus gustos sexuales, sino, no vendría al caso esta aclaración querido y suspicaz lector. Pero si me encuentro directamente unido a estos sentimientos nacidos en el amor a la Belleza, en la devoción hacia la Pureza, y en la entrega a la Pasión. La intensidad de la emociones y la augusta grandeza de los sentimientos no están directamente unidos al sexo de a quienes va dirigido, sino a la calidad del valor humano que lo fundamenta y vitaliza. Que un escritor del alma sea heterosexual u homosexual no marca diferencia alguna en cuanto a signo de calidad, o de vanguardia, o de sensibilidad, ni tampoco de autenticidad. El Arte no entiende de género humano, ya que en esta vida solamente existe la creación bella como signo de honestidad y de revelación del sentimiento interior humano en su camino hacia ese paraíso perdido. Cualquier otra clasificación o valoración de la obra teniendo únicamente en cuenta el género del artista, no es otra cosa que la estigmatización de un ser humano. Quién no lo vea así en este siglo XXI, de verdad, no sé que en siglo está viviendo. Retornando a la ilustre figura artística de August von Platen, los versos del poeta se presentan como deseos buscando amor, para ser luego engañados con la visión de un sueño que inyectándole ilusión vital inimitable, como una pagana fe atacada por feroces voces sacras, ésta termina consumiéndose en su totalidad hasta dejar como gris ceniza, la pérdida del viejo y polvoriento pasado ya desaparecido. “Sonetos Venecianos y otros poemas”, en este siglo XXI, los mágicos versos de August von Platen siguen estando presentes dentro del universo cultural literario para emocionar a los cultos lectores. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

Lux Atenea 4 - 6

Félix V. Díaz

En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

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