Reseña Cultural: 904
Reseña actualizada. Publicada el 22 de septiembre del año 2013 en Lux Atenea.
Publicado por: EDICIONES ORBIS, S.A. / LO SCARABEO (TORINO)
Edición: 2002 (EDICIÓN COMPRADA)
Desde los dieciséis años, época en la que me inscribí en la biblioteca del Instituto de Cooperación Iberoamericana (Madrid), el interesante y revelador análisis del mundo simbólico y religioso de los dioses precolombinos me ha venido acompañando hasta el presente. Unas culturas muy cercanas por su relación directa con nuestra Historia en los últimos quinientos años, y lejanas a su vez debido a los prejuicios y al muro conceptual a través de los cuales la lógica cristiana ha analizado el mundo religioso precolombino desde una perspectiva banal, uniéndolo erróneamente con el culto a lo diabólico. Es indudable que la cultura occidental sigue arrastrando todavía hoy ese análisis visual absolutamente superficial que el mundo cristiano realiza a toda representación religiosa que no sea la propia, como si los símbolos religiosos en todo el planeta únicamente tuvieran sentido y significado si pertenecen a su iconografía. Pero existen multitud de pueblos y culturas marcados profundamente por la religión, como la azteca, donde el conocimiento del simbolismo utilizado en la representación de sus dioses es fundamental para poder comprender su verdadero mensaje, su auténtica identidad, y su poder ético y moral. Un simbolismo que los cultos lectores de Lux Atenea han de ver unido a las características propias de cada entidad divina, y donde gran parte de las claves para su estudio recomendé analizar a través de la magna obra “Los Dioses en los Códices Mexicanos del grupo Borgia”, cuya reseña escribí y publiqué en este blog cultural non-mainstream. Una lectura y análisis que les hará cambiar completamente la forma y la perespectiva desde las cuales interpretar cada una de las detalladas representaciones religiosas pertenecientes a la cultura azteca. Precisamente en la acertada interpretación del significado simbólico de cada uno de estos dioses aztecas es donde el Oráculo Mexicano nos ofrece su capacidad más armoniosa, ideal para ser utilizado como reveladora vía esotérica. Treinta y dos cartas que definen con exactitud cada uno de los dioses que estructuran esta baraja, en un círculo metafóricamente muy bien cerrado para poder convertirse en un lenguaje simbólico para la interpretación nítida y precisa. Reconozco que el Oráculo Mexicano es una baraja que exige un amplio y profundo estudio previo antes de empezar a familiarizarse con cada una de las representaciones incluidas en estas cartas, y que la experiencia finalmente se puede alcanzar de forma mucho más lenta que en otras barajas de cartomancia, debido precisamente a las constantes dudas e inseguridades que su uso puede provocar en el profano en esta materia. Pero insisto en que su utilización esotérica está perfectamente validada por la magnífica estructuración y definición simbólica. Un equilibrio alcanzado siglos antes del descubrimiento de América. “Oráculo Mexicano”, deslumbrante amalgama de cultura precolombina y sabiduría esotérica. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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