Reseña Cultural nº: 1355 // Reseña Musical nº: 1140
Reseña actualizada. Publicada el 5 de abril del año 2008 en Lux Atenea conmemorando el centenario del nacimiento del excelso director de orquesta HERBERT von KARAJAN (5 de abril 1908 – 16 de julio 1989).
Publicado por: DEUTSCHE GRAMMOPHON, 1991
Edición comentada: Caja de 15 CD´s y 4 libretos (EDICIÓN COMPRADA)
– El Oro del Rin – Das Rheingold (415 141-2)
– La Valkiria – Die Walküre (415 145-2)
– Sigfrido – Siegfried (415 150-2)
– El Ocaso de los Dioses – Götterdämmerung (415 155-2)
Hoy, día 5 de abril del año 2008, Lux Atenea conmemora el centenario del nacimiento de Herbert von Karajan, desde mi punto de vista, el más excelso director de orquesta. Como analista cultural, desde mi infancia, el amor a la Música Clásica que mi padre siempre ha tenido, se ha terminado convirtiendo en un factor esencial dentro de la formación de mi personalidad, de mis gustos culturales, y de mi pasión por la música. Desde mi infancia, la presencia de los álbumes musicales de Herbert von Karajan en el equipo de música fue una constante porque a mi padre solamente le ha gustado disfrutar la Música Clásica a través de las mejores grabaciones que se hayan publicado. Por este motivo, desde muy joven tuve a mi disposición una gran cantidad de ediciones discográficas predominantemente marcadas con dos etiquetas: Deutsche Grammophon y Herbert von Karajan. Dos firmas que son toda una garantía de calidad, de seriedad, y de rigor artístico. Con el paso del tiempo, la audición y el conocimiento de muchas obras fundamentales dentro del apasionante universo de la Música Clásica se fueron complementando con un análisis más detallado sobre la interpretación de la obra a cargo del director de orquesta, de los músicos, y de las estrellas del bel canto. Espero que los melómanos lectores de Lux Atenea no se lleven las manos a la cabeza cuando les diga que cada obra musical casi siempre es modificada en algún aspecto según el criterio de cada director de orquesta y, por este motivo, cuando uno escucha una obra, la escucha según cómo el director de orquesta lo haya interpretado y cómo lo haya concebido en ese momento. Como melómano, es entonces cuando empiezas a darte cuenta de cuáles son los grandes maestros de la Música Clásica con los cuales cada director de orquesta se siente más cómodo, y con cuales no llega a establecer esa armonía tan necesaria para poder convertir su audición en toda una experiencia sensorial y existencial.
Como analista cultural, valoro a Herbert von Karajan como el director de orquesta más grandioso que haya existido porque a las obras de los maestros de la Música Clásica que ha interpretado, lo ha hecho siempre con genialidad, estilo, y clase. Unos genios artísticos clásicos con los cuales me identifico totalmente en mis preferencias musicales. Las magnas obras compuestas por Mozart, Vivaldi, Brahms, Haydn… y sobre todo Richard Wagner, pasaron por las manos de este virtuoso director de orquesta. Poseedor de una mirada creativa insustituible, su pasión, su exigencia de perfección en la interpretación instrumental, y la intensidad que reflejó en su dirección de orquesta se convirtieron a estas míticas ediciones discográficas en auténticas grabaciones de lujo. Es verdad que Herbert von Karajan adapta, pero al adaptar una obra según su pensamiento sobre cómo ha de interpretarse, la obra musical termina potenciándose, transformándose en algo poderoso, enérgico, y vivo que traspasa el vibrante espíritu del melómano hasta llegar al rincón más profundo de su alma. Con este don, con esta divina sensibilidad al Arte musical con el cual lo celestial le dio la bienvenida a nuestro mundo, Herbert von Karajan convirtió la audición de la Música Clásica en un placer inigualable. Mas de doscientos millones de álbumes vendidos certifican toda esta excelencia musical que comento. Cifras discográficas astronómicas que dejarían en el más absoluto de los ridículos a más de una aclamada estrella dentro del mundo musical de las últimas décadas. Como analista cultural, he elegido al maestro Richard Wagner para conmemorar este día tan especial e, indiscutiblemente, la tetralogía de “El Anillo del Nibelungo” se convierte en la obra perfecta en un momento tan señalado. Además, Herbert von Karajan se siente como en casa cuando tiene que dirigir una obra musical de Richard Wagner, como así podrán confirmarlo durante la audición de esta lujosa edición discográfica publicada por el mítico sello Deutsche Grammophon. Sentirán cómo Herbert von Karajan ama esta obra de Wagner pasionalmente, lo reverencia, demostrando su más absoluta devoción y admiración hacia este gran maestro de la música clásica alemana con la mejor y más sublime de las interpretaciones realizadas hasta el momento, desde mi punto de vista. A nivel técnico, estas grabaciones se realizaron entre los años 1968 y 1970: “El Oro del Rin” (1968), “La Valquiria” (1967), “Sigfrido” (1969), y “El Ocaso de los Dioses” (1970). Posteriormente, en el año 1991, Deutsche Grammophon publicaría esta preciosa edición discográfica incluyendo toda la obra completa en formato CD y los cuatro libretos con lírica en idioma alemán, francés, e inglés.
En cuanto tuve ocasión de comprar esta edición discográfica, no lo dudé ni un instante. Todo un sueño hecho realidad, pudiendo asegurar que estas grabaciones musicales te estremecen, te estimulan los sentidos como pocas grabaciones consiguen alcanzar, llevando a tus sentimientos a manifestarse a flor de piel en una completa unión entre el arte musical, este poderoso universo mitológico, y tu alma. Muchas han sido las horas en las cuales he disfrutado estas composiciones, y reconozco que estoy absolutamente entregado al poder de este hechizo musical creado por Herbert von Karajan. Además, cada nueva audición se convierte en una nueva entrega en cuerpo y alma a la Música Clásica más espiritual, en un nuevo rito artístico cada vez más y más trascendente porque la poderosa intensidad y el sublime dramatismo que Herbert von Karajan da a cada una de estas obras es sencillamente titánica. Tras la muerte de Herbert von Karajan, la era de los grandes directores de orquesta parece que ha llegado a su ocaso, a su particular ‘götterdämmerung’ musical. Tal vez tan solo haya quedado Claudio Abbado con el testigo de lo magnífico, de lo espléndido, de lo superlativo, de lo casi celestial en cuanto a la interpretación de los grandes maestros de la Música Clásica se refiere. Con el paso de los años, el vacío que Herbert von Karajan ha dejado se ha ido agrandando más y más, y sin que nada ni nadie lo esté remediando. Un vacío sentimental, pasional, y artístico que parece no importar a los nuevos directores de orquesta. La búsqueda de la esencia musical es imprescindible y necesaria para transformar las frías partituras en algo vivo, convirtiéndolas en el estímulo perfecto de nuestros sentimientos. Si el nacimiento de Herbert von Karajan ya se ha convertido en una celebración centenaria, en una fecha tan señalada, Lux Atenea no puede mantenerse al margen y mucho más tras haber comprobado cómo las reseñas de Música Clásica están siendo excelentemente acogidas por parte de los melómanos lectores, de quienes leen mis reseñas culturales, y de quienes se informan a través de este blog, acompañándome en este viaje por el reino de las emociones, de los sentimientos, y del placer de disfrutar lo mejor que crea el ser humano: el Arte. Una parte de la vida que hay que conocer y experimentar. “El Anillo Del Nibelungo – Der Ring Des Nibelungen”, Herbert von Karajan, hoy más que nunca está presente su legado musical. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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