Reseña Cultural nº: 1702 // Reseña Media nº: 55
Reseña actualizada. Publicada el 15 de noviembre del año 2013 en Lux Atenea.
Director: INGMAR BERGMAN
Guión: INGMAR BERGMAN
Actores principales: MAX von SYDOW (el caballero cruzado Antonius Block), GUNNAR BJÖRNSTRAND (el escudero Juan / Jöns), BENGT EKEROT (la Muerte), NILS POPPE (José / Jof), BIBI ANDERSSON (María / Mia)
País: SUECIA Año: 1957 Productora: SVENSK FILMINDUSTRI
Duración aprox.: 95 minutos
Publicado en España por: MANGA FILMS, S.L. Año: 2003
Formato: DVD (EDICIÓN COMPRADA)
DVD: Película “El Séptimo Sello”
EXTRAS: Ficha artística // Ficha técnica // Filmografías selectas
De todos los largometrajes que he visto hasta hoy día, ya desde la primera vez que visualicé esta película no tuve ninguna duda que por su excelencia artística estaría incluida entre mis diez obras cinematográficas preferidas. Una privilegiada posición que no ha cambiado, a pesar de las décadas que han pasado desde mi primera fascinación al contemplar esta magia audiovisual concebida por el virtuoso director de cine sueco Ingmar Bergman (1918-2007), y que aún perdura con pasión cada vez que vuelvo a disfrutarla. Esta es la esencia trascendente del placer cultural, buscando repetir esa experiencia porque siempre encuentras ese nuevo detalle, esa nueva perspectiva, o ese nuevo mensaje simbólico. “El Séptimo Sello” es una obra maestra del Séptimo Arte cuyo guión y dirección están firmados por este talentoso artista sueco, siendo este largometraje una de sus obras más sobresalientes que le encumbrarían hasta alcanzar el exquisito y selecto Templo del Cine Universal. La aurea firma de Ingmar Bergman que sigue estando presente en el altar principal de este venerado Templo del Arte, porque sus películas van mucho más allá de la mera recreación de una historia en imágenes. Películas de culto como “El Séptimo Sello” invitan al espectador a la reflexión y al análisis, como podrán comprobarlo los cinéfilos lectores de Lux Atenea que adquieran esta preciosa edición en DVD publicada por Manga Films en el año 2003. Una lujosa edición que ha de tener obligada presencia en toda colección cinematográfica que desee destacar por la excelencia artística en su selección.
El Medievo tiene algo especial, y en aquella obscura etapa de la Historia europea está situada la trama de esta película con todos los elementos que caracterizaban a aquella época aquí presentes: la fanática religiosidad, los cruzados, la amenazante inquisición, la mortífera peste, el miedo de la población a la llegada del Apocalipsis… En “El Séptimo Sello”, todo comienza en tierras suecas con la llegada del caballero Antonius Block (actor Max von Sydow) y del escudero Juan (actor Gunnar Björnstrand) a su pueblo después de haber estado diez años participando en las Cruzadas, pero el panorama que encuentran es desolador debido a la incontenible expansión de la peste en la comarca. Además, la Muerte (actor Bengt Ekerot) se presentará ante Antonius Block porque quiere su vida, y este caballero logra que se la jueguen en una siniestra partida de ajedrez con su vida como apuesta. Entrarán también en escena José y María (el actor Nils Poppe y la actriz Bibi Andersson), un matrimonio de cómicos itinerantes que deambulan de un lugar a otro ofreciendo su espectáculo y que llegan a la población natal de Antonius Block. A partir de este momento, todo se empezará a envolver en una tensa atmósfera de caos, religiosidad, y temor. José tiene visiones místicas pero su mujer no le cree, Antonius se cuestiona el sentido de la propia existencia pese a sus profundas creencias religiosas, una mujer que ha sido condenada a la hoguera por bruja entrará en escena, Juan salvará a una joven mientras se dirigen al castillo de Antonius, los conflictos conyugales del herrero y su esposa aparecen en escena con cierto aire de humor, y tétricos penitentes se presentarán en estas tierras marcadas por la tragedia, flagelándose y mortificándose como vía de salvación de la peste al ser vista como un castigo divino enviado por Dios por los pecados de los hombres. Poco a poco se irá uniendo un amplio abanico de personajes a la magnífica trama desarrollada con maestría por el maestro Bergman, vertebrando esta dramática historia. Una película de culto que no les dejará indiferentes.
El título original de este guión fue inicialmente “Pintura sobre tabla”, ya que Ingmar Bergman se había inspirado en su creación en obras pictóricas medievales entre las cuales destacaba la obra “La Muerte Jugando Al Ajedrez”, creada por el pintor Albertus Pictor (1440-1507) que incluiría como personaje en esta película mientras pinta la danza de la muerte. Posteriormente, cambiaría su título por “El Séptimo Sello” que sería definitivo, reescribiéndolo varias veces debido a los problemas de tiempo y de financiación que tuvo para poder rodarla, y todo ello a pesar de haber dirigido catorce películas anteriormente. Al apasionado cinéfilo lector de Lux Atenea puede parecerle increíble que al guión de esta obra maestra y a un director de este nivel artístico le pusieran tantos problemas para el rodaje de su película pero, por desgracia, no ha sido ni será la primera o la última vez que un genio artístico y su magna obra se han encontrado con la incomprensión del mundo empresarial que mueve realmente el cine. En películas de la calidad artística de “El Séptimo Sello”, pocos directores han logrado reflejar de forma tan clara en imágenes dos planos en una misma historia, uno real y otro alegórico, y sin que su evolución interfiriera en la compresión de su desarrollo por parte del espectador. Como podrán comprobar visualizando esta película, Ingmar Bergman es todo un maestro a la hora de transmitir detalles simbólicos y perspectivas existenciales de trasfondo espiritual tan humanas. Su talento para mover y situar las cámaras, junto a la concepción de secuencias e imágenes de belleza tan cautivadora, convierten a Ingmar Bergman en uno de los directores imprescindibles para los amantes del cine reflexivo, intimista, y trascendente. La elección de decorados en estudio y de escenarios en exteriores, y la magnífica banda sonora compuesta por Erik Nordgren, configuran esta dramática historia medieval cubierta por las siniestras nubes del Apocalipsis. Un temor existencial que está empezando a tener una nueva época de expansión social debido a los crecientes vientos posmodernos relativistas del siglo XXI, pero no de forma fanáticamente religiosa, sino más bien relacionada con las incertidumbres y con los miedos que genera la Razón ante lo que no puede ni explicar ni controlar.
Obras cinematográficas de la sublime calidad de “El Séptimo Sello” son las que han engrandecido el valor y el prestigio artístico del cine europeo a nivel internacional, convirtiendo en mito a algunos de sus directores y actores ante su deslumbrante labor desarrollada en películas de tan alto nivel conceptual, estético, e intelectual. Un hipnótico largometraje donde la Belleza siniestra está siempre sobrevolando cada una de las escenas, y con un trasfondo metafísico y existencial incomparablemente tétrico en vista a la temática en torno a la cual gira su trama, la Muerte, potenciada a su vez por esta acertada ambientación medieval cargada de supersticiones, de religiosidad, y de miedo a la muerte. Precisamente la presencia de la Muerte como uno de los personajes principales de esta película, y que queda unida a las terribles pandemias sufridas en aquella época, perfilan una sublime ambientación apocalíptica que provoca que el espectador tenga la sensación que estos personajes están completamente subordinados a los vaivenes del destino. Una condición vital irrenunciable que les genera este temor profundo y esta inseguridad constante, llevándoles a tener creencias y visiones existenciales del sentido de la vida definidas de forma ciega e irracional. Muerte y fanatismo religioso mezclados con maestría por Ingmar Bergman en este extraordinario guión, y que ve reforzado su impacto en el espectador al ser integrado con absoluto virtuosismo visual a través de imágenes que se han convertido en legendarias por su capacidad para quedar indeleblemente grabadas en la mente de los espectadores.
“El Séptimo Sello” es una película que disfrutas viéndola de principio a fin, y estoy seguro que los cinéfilos lectores quedarán fascinados al contemplar estas escenas inolvidables como, por ejemplo, el reflejo sagrado de la primera imagen simbólica y metafórica que vemos en la película donde aparentemente se representa una visión del Espíritu Santo (paloma con un luminoso fondo celestial), cuando en realidad es un ave rapaz manteniéndose parada en el aire en busca de una presa, o el mítico e inolvidable encuentro de la Muerte con el caballero cruzado Antonius Block en la playa donde inician su partida de ajedrez (echan a suertes con qué piezas comienzan la partida y a la Muerte le tocan las negras, como no podía ser de otra forma). Impresiona la tétrica imagen de la careta colgando de una rama como si estuviera reclamando esos dominios, la tenebrosa y reflexiva escena del pintor y el escudero Juan, la secuencia con las divagaciones de Antonius Block en la iglesia, la fuerza visual de la Muerte detrás del enrejado como si fuera un siniestro párroco confesor, la apocalíptica atmósfera religiosa de los penitentes en su paso por el pueblo, la degenerada y decadente escena de la taberna, la humorística escena de la Muerte serrando el árbol, la dramática secuencia de la quema de la joven en la hoguera, cuando José ve con sorpresa y estupor que Antonius está jugando al ajedrez con la Muerte… y, sobre todo, nunca olvidarán en su vida la extraordinaria interpretación de la Muerte realizada por el genial actor Bengt Ekerot. ¡¡¡Siniestramente perfecta!!! “El Séptimo Sello”, película de culto y obra maestra por excelencia. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“- He gastado mi vida en diversiones, viajes, charlas sin sentido… mi vida ha sido un continuo absurdo. Creo que me arrepiento. Fui un necio. En esta hora siento amargura por el tiempo perdido aunque sé que la vida de casi todos los hombres corre por los mismos cauces. Por eso quiero emplear esta prórroga en una acción única que me dé la paz.
– Por eso juegas al ajedrez con la Muerte.”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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