Reseña Cultural: 1859 // Reseña Literaria: 377
Reseña actualizada. Publicada el 26 de octubre del año 2008 en Lux Atenea.
Publicado por: TUSQUETS EDITORES, S.A.
ISBN: 84-8310-676-0
Edición: 2000 (EDICIÓN COMPRADA)
“Es un error esperar que el tiempo traiga alivio para nuestros males, porque el tiempo trae tanto el mal como el bien.”
Como analista cultural, sobre Maquiavelo voy a poner un ejemplo clarificador. Cuando se escucha a alguien decir que tal persona es maquiavélica o que tales planes son maquiavélicos, el trasfondo de ese mensaje siempre es interpretado por quienes lo escuchan como algo perverso, o como algo retorcidamente inhumano. Inexorablemente unida a esta palabra también se encuentra la supuesta visión de la vida de este personaje histórico tras haber sido interpretada como una existencia dedicada a la expansión de los actos más repudiables y rechazables del ser humano. Pero una cosa es la relación que se ha establecido entre Maquiavelo (1469-1527) y su obra “El Príncipe” por el público en general, otra es su realidad personal y los hechos históricos por él protagonizados, y leyendo esta biografía los bibliófilos lectores de Lux Atenea podrán comprobar cómo estas dos corrientes se mueven en paralelo sin tocarse en ningún momento, aunque pueda parecer difícil asimilar esto que les digo. Además, lo primero que tendrán que cambiar cuando empiecen a leer este libro es pensar en Maquiavelo no como Maquiavelo, sino como “il Machia”, nombre coloquial con el cual fue nombrado en su época por quienes le conocieron. Lo segundo será quitarse esa idea de la cabeza de que “il Machia” fue una persona terrible y cruel. Les sorprenderá comprobar con datos y hechos por él protagonizados que Maquiavelo fue una persona normal en aquella época, con una gran inteligencia eso sí, y que vivió impulsado por las pasiones, el divertimento, y el intenso deleite de los placeres. Lo tercero que les aconsejo es que dejen todos sus prejuicios a un lado, y que pasen a disfrutar con la lectura de esta biografía sobre un ser humano muy vital al cual el destino le impidió hacer realidad lo que más quería: ver a una Florencia imperial, a una Italia imperial, y un horizonte universal del ser humano regido por un Imperio que pusiera al orden y a la cultura como bases fundamentales de la sociedad.
Sin duda alguna, Maquiavelo fue un visionario sobre la realidad política que se viviría en Europa y en Occidente durante siglos, y sus consejos y directrices siguen estando vigentes en la actualidad. Si tan malas impresiones sociales tiene todo lo que se relacione y etiquete como “maquiavélico”, por qué su mensaje, sus experiencias, y sus conclusiones políticas se han enseñado y se siguen enseñando a los líderes. Tal vez este genio de la política vio en su trato directo con los seres humanos, con sus vidas, con sus sueños, pasiones, anhelos… las motivaciones reales que llevan al ser humano a hacer lo que en realidad hace en esta vida y en este mundo. Si esas motivaciones humanas tienen un halo siniestro, inhumano, perverso, pérfido, traidor, desleal, voraz, depredador… en resumidas cuentas, si el ser humano es retratado por su eje existencial desmedidamente ambicioso y cruel, será aquel que descubra y saque a la luz toda esta verdad humana, el reflejo de tales esencias tan demoníacas y mefistofélicas. Con Maquiavelo se van a llevar una gran sorpresa. “La sonrisa de Maquiavelo”, ya iba siendo hora de hacer justicia histórica a esta persona culta, adelantada a su tiempo, y que ha sido prejuzgado erroneamente porque escribió sobre aquello que el ser humano no quiere ver escrito porque es el espejo en el cual no desea reflejarse. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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