Reseña Cultural: 1566 // Reseña Literaria: 241
Reseña actualizada. Publicada el 22 de octubre del año 2009 en Lux Atenea conmemorando el 800º aniversario del inicio de la CRUZADA ALBIGENSE (1209-1244).
Publicado por: EDITORIAL PLANETA DeAGOSTINI, S.A.
ISBN: 84-674-2411-7
Edición: 2005 (EDICIÓN COMPRADA)
En este libro, los bibliófilos lectores de Lux Atenea podrán comprender de forma detallada cómo fue el pensamiento cátaro, y en qué normas y conceptos basaron sus creencias religiosas cristianas. Pese a sus fuertes influencias religiosas orientales, los cátaros se consideraron por encima de todo cristianos. Es más, se veían a sí mismos como los verdaderos cristianos, los nuevos mártires que debían sacrificarse para lograr que las leyes de Dios volvieran a iluminar a la sociedad europea. Su oposición a Roma, al verla como la corrupción de todos los principios cristianos, y que incluso llegaron a comparar con la Iglesia del Maligno destinada a descarriar a los justos, llevaría al Papa a tomar cartas en este asunto de forma drástica y radical en vista a la rápida expansión y creciente prestigio social que estaba adquiriendo esta corriente religiosa. La Iglesia Católica llegó a ver en peligro su hegemonía religiosa en Europa debido a los cátaros, y la brutalidad represora que adoptarían contra sus líderes y seguidores es la muestra más clara e irrefutable de todos esos miedos.
Pese a las claras influencias zoroastrianas, mazdeistas, maniqueístas, y del bogomilismo que dieron forma al catarismo, en esta extraordinaria obra encontrarán información sobre esos otros lugares a los cuales consideraron de culto. Grutas y cavernas con pasados prehistóricos fueron valorados y señalados como puntos de iniciación, motivo por el cual, la zona pirenaica englobaría a una gran parte de estos lugares de caracter religioso. También, el uso de estelas sería otra de las marcas cátaras más visibles en el sur de Francia. Ciertas influencias y características del culto solar, unido al uso de una simbología esotérica propia, ayudarán a sus enemigos a la hora de poderlos mostrar de cara al público como herejes adoradores de lo oscuro y lo tenebroso. Además, en el catarismo se pueden observar algunos vestigios del culto celta (por ejemplo, en la adoración a cierto tipo de árboles en algunos lugares señalados), del ancestral culto solar (los cátaros fijaban fechas señaladas en su calendario religioso en función de los equinoccios y solsticios), y de ciertas reminiscencias a una posición mucho más privilegiada de la mujer que es propia de los ancestrales cultos europeos a la Gran Diosa Madre. Una mayor relevancia femenina que sería absolutamente contraria a la visión social de la mujer desde el punto de vista del catolicismo en aquella época.
Los cátaros tenían su propio Padre Nuestro, su visión de la polaridad Bien-Mal era completamente distinta a la oficial católica, pero fue la interpretación de los textos cristianos lo que daría solidez a esa barrera infranqueable entre dos corrientes cristianas que se volvieron irreconciliables. Mientras Roma se oponía a abrir la Biblia al pueblo, los cátaros, por el contrario, convertían la divulgación de la palabra de Dios entre la población como la base fundamental de su doctrina religiosa. La predicación de la palabra de Dios hizo del catarismo, una visión reveladora del cristianismo que se consideraba cercana a la pureza inicial que caracterizó a la época de los apóstoles, y que se realizaba independientemente de la importancia social y económica de la persona que recibiera esta predicación. Todo esto, sin hablar de la descarada corrupción observada en el estamento religioso católico, en la degradada imagen mostrada por los distintos Papas como representantes de Dios sobre la Tierra, del incondicional apoyo al poderoso otorgado por la jerarquía eclesiástica en donde se defendían intereses opuestos al espíritu cristiano… en resumidas cuentas, el catarismo tuvo a la corrupción de las instituciones católicas como una de sus mayores bazas para poder convencer a la población de su auténtica raíz cristiana.
En este libro, quisiera destacar la completa y detallada referencia realizada por este autor sobre todos los enclaves más importantes del catarismo en Francia (Foix, Lordat, Mirepoix, Montaillou, Montréal-de-Sos, Montségur, Carcasona, Lagrasse…). Un impresionante trabajo que es complementado con la importancia del culto solar en cada población, con la fijación religiosa cátara relacionada con el Santo Grial que, incluso, luego se vería fielmente reflejado en una parte de la literatura medieval. Un ejemplo claro de ello es la obra “Parzival”, uno de los libros más reveladores de la esencia religiosa cátara y sus enclaves más emblemáticos. El glosario de términos al final del libro, junto a la cronología histórica de los cátaros, llevará a más de un lector a decidirse por la adquisición de esta obra si más demora. “La Mitología Cátara”, impresionante libro que profundiza en la raíz primigenia del catarismo. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
Debe estar conectado para enviar un comentario.