Reseña Cultural nº: 1725 // Reseña Media nº: 78
Reseña actualizada. Publicada el 28 de abril del año 2011 en Lux Atenea.
Director: TIM BURTON
Guión: JONATHAN GEMS
Actores principales: JACK NICHOLSON (presidente James Dale / Art Land), GLENN CLOSE (Primer Dama Marsha Dale), ANNETTE BENING (Barbara Land), PIERCE BROSNAN (profesor Donald Kessler), DANNY DEVITO (apostador), SARAH JESSICA PARKER (Nathalie Lake), MARTIN SHORT (secretario de prensa Jerry Ross), MICHAEL J. FOX (Jason Stone), NATALIE PORTMAN (Taffy Dale), ROD STEIGER (general Decker), JACK BLACK (Billy Glenn Norris), TOM JONES, JIM BROWN (Byron Williams), SYLVIA SIDNEY (abuela Florence Norris)
País: EE.UU Año: 1996 Productora: WARNER BROS. PICTURES
Duración aprox.: 102 minutos
Publicado en España por: WARNER HOME VIDEO ESPAÑOLA, S.A.
Formato: DVD (EDICIÓN COMPRADA)
No sé cuántas veces habré visto la película “Mars Attacks!” a día de hoy, y cada vez que vuelvo a visualizarla me sigue encantando como la primera vez que la vi en una sala de cine en Madrid, días después de su estreno. Una película de culto donde reina el humor negro. En esta obra cinematográfica, el genial director de cine estadounidense Tim Burton logró convertir esta película de ciencia-ficción en una ácida y sarcástica comedia donde la siniestra esencia del ser humano queda al descubierto, tras haber sido incorporada a las actitudes y pensamientos de estos marcianos decididos a invadir el planeta Tierra. A través de la música de Danny Elfman, que con solo escucharla unos instantes ya sabes que vas a ver un largometraje de Tim Burton, los cinéfilos lectores de Lux Atenea podrán sumergirse en este espectacular despliegue audiovisual donde las escenas de acción y el intenso discurrir de su trama les hará disfrutar esta obra durante más de hora y media. En “Mars Attacks!”, el maestro Tim Burton realiza este homenaje cinematográfico a la colección de cromos del mismo nombre aparecido en el año 1962, alejándose de las ambientaciones predominantemente siniestras y oscuras que venían siendo características en las películas que había rodado hasta entonces. Aquí nos ofrece una atmósfera mucho más luminosa y alegre, pero sin perder totalmente ese acercamiento al horror que tanto le atrae. Colores intensos, plasticidad en las imágenes con diseños muy cuidados tanto en escenarios como en los vestuarios, encuadres perfectos, admirables movimientos de cámara, preeminencia de los gestos de los personajes en cada escena… dan esta esencia audiovisual que solamente el Séptimo Arte puede configurar. Pero, por encima de todo, son los impresionantes diseños que contemplamos en “Mars Attacks!” los que, en manos del talento creativo de Tim Burton, terminan convirtiéndose rápidamente en iconos de esta obra, y que recordamos inmediatamente en cuanto escuchamos cualquier mención a su título. Además, detalles como el anillo-ojo, la máquina utilizada por los marcianos para uniformar a sus soldados, el robot gigante, el vestido de la espía, incluso sus andares, se convierten en claros ejemplos de sus genialidades cinematográficas mientras jeeps, utilitarios, tractores, sillas de ruedas… con esqueletos humanos carbonizados van desfilando ante nuestros ojos.
Indudablemente, hay escenas en “Mars Attacks!” que te marcan por su mensaje humorístico y sarcástico como en la escena donde el perrito se lleva la mano humana separada del cuerpo, cuando vemos al líder de los marcianos mirando el póster central de la revista Playboy, cuando el salón Kennedy de la Casa Blanca pasa del mito a la realidad de la pantalla, cuando los hijos del exboxeador se toman el ataque contra los marcianos como si estuvieran jugando a un videojuego, cuando las vacas ardiendo en estampida se presentan ante nuestros atentos ojos al principio de la película, cuando en el bunker somos testigos del discurso político ofrecido por el Presidente de los EE.UU ante el líder de los marcianos para poder alcanzar la paz… y, sobre todo, es la impactante escena de los marcianos en el Congreso lo que marcará ese punto de no retorno que acabará desembocando en el satírico final de la película. En “Mars Attacks!”, parece que la historia y la hegemonía de lo humano se han acabado en este planeta tras la llegada de estos extraterrestres, cuya alta tecnología convierte a nuestros avances científicos más avanzados en algo que raya lo ridículo. Un sentimiento de inferioridad ante tales demostraciones de poder tecnológico que incitará a los líderes de los gobiernos en el mundo a una Política de Apaciguamiento con los invasores a cualquier precio, y pese a que la agresividad, la violencia, y la crueldad mostradas por los marcianos son constantes. Actos brutales e inmisericordes que son interesadamente interpretados por los líderes políticos como errores o malentendidos en su falsa esperanza de poder alcanzar la paz con ellos para, de esta forma, poder llegar a tener acceso a su tecnología.
La escena de la paloma es una muestra clara de la actitud belicista de estos marcianos en la Tierra, y que se hará presente y notorio en los salvajes juegos de los marcianos divirtiéndose con los monumentos más representativos de la Humanidad. La malvada ironía y el despiadado humor negro del líder de los marcianos, su visceral rechazo a la presencia de las aves volando libremente a su alrededor, el uso de su alta tecnología para jugar con los seres sin importarles en absoluto sus sentimientos y emociones, o cómo con sus avances científicos se burlan de la vida a su antojo. ¿Les suena de algo esa actitud? ¿Cuántos pueblos y civilizaciones recibieron con muestras de paz y concordia a otras culturas más avanzadas, y fueron posteriormente ultrajados, explotados y/o aniquilados? Observo en “Mars Attacks!” esa crítica a lo humano en particular, y a la máxima por la cual una civilización con mayor poder y tecnología siempre termina sometiendo a otras culturas y pueblos no tan avanzados en la gran mayoría de los casos a través de la utilización de la fuerza, pasando luego al abuso una vez dominados. Además, el uso de la fuerza combinada con el engaño siempre se convierte en una unión letal, como así se puede comprobar en esta película con la manipulación que los marcianos hacen de la televisión, utilizada como medio de propaganda para tapar sus verdaderas y violentas intenciones.
Me encanta contemplar el espíritu psicológico y analítico con el cual Tim Burton lleva a la gran pantalla el pensamiento humano en sus diferentes manifestaciones y personificaciones. Una variedad de perspectivas humanas relacionadas con la realidad y que, independientemente de la época histórica o la cultura que seleccionemos, siempre llegaremos a encontrar en individuos con un enfoque científico pacifista de la vida (Pierce Brosnan / profesor Donald Kessler), otros con una visión mucho más alarmista y belicista ante lo desconocido (Rod Steiger / general Decker), personas con actitudes caprichosas motivadas por su privilegiada posición social (Glenn Close / Primera Dama Marsha Dale) y que afectan a su propia familia (Natalie Portman / Taffy Dale), otras en cambio aprovechan esa ventajosa posición dentro del círculo del poder para darse a la buena vida (Martin Short / secretario de prensa Jerry Ross), personas cursis y extravagantes en su imagen pública tan artificial (Sarah Jessica Parker / Nathalie Lake) mientras otros oportunistas buscan su momento (Michael J. Fox / Jason Stone), apasionados del juego donde la vida únicamente existe en el casino (Danny DeVito / apostador), personas acomodadas con mentalidades inmaduras claramente identificadas con los postulados new age (Annette Bening / Barbara Land), ancianos que parecen que están en su mundo pero en cambio se enteran de todo (Sylvia Sidney / abuela Florence Norris)… en definitiva, un amplio abanico de las diversas perspectivas a través de las cuales los seres humanos perciben y sienten este mundo, y que, en esta película, al ser observados desde la distancia parecen darnos una imagen un tanto ridícula y sin sentido. A nivel artístico, quisiera destacar los excelentes papeles interpretados por el grandioso actor Jack Nicholson, ya sea como presidente de los EE.UU (presidente James Dale) o como avaricioso capitalista al que solamente le importa una cosa, el dinero (Art Land). Completando este arco artístico, los cinéfilos lectores de Lux Atenea también podrán disfrutar la magnífica interpretación realizada por el actor secundario Jim Brown, en el papel de este exboxeador empleado en un casino para poder sacar adelante a su familia, o en este toque musical surrealista protagonizado por Tom Jones y que terminó convirtiéndose en la inconfundible canción de esta película. “Mars Attacks!”, la magia artística de Tim Burton en esta invasión extraterrestre que expone el lado más obscuro del ser humano ante el espejo. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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