Reseña Cultural nº: 2299 // Reseña Musical nº: 1486

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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Quiero dar las gracias al mítico sello discográfico británico Cold Spring Records por su cortesía al enviarme este promocional.

Edición reseñada: Álbum digital (Recibido Como Promocional)
Tracklist: CD 1: 1- Dose 1: Mesmerine 111
CD 2: 2- Dose 2: Mesmerine 111 (Vocal Mix)
Composiciones musicales que escucharás mil veces: Cada uno de estos temas. Obra Maestra Musical dentro de la escena ambient

Mañana lunes, día 15 de septiembre, será presentado oficialmente el álbum “Mesmerine 111” del dúo musical inglés Illustrious, formado por el legendario artista y productor musical Martyn Ware (The Human League, Heaven 17, British Electric Foundation…) y por el genial artista Charles Stooke. Publicado por el mítico sello discográfico británico Cold Spring Records en formato digital y en una preciosa edición en digipak 2CD que incluye una pegatina firmada por Martyn Ware, el álbum “Mesmerine 111” ha sido engalanado con este magnífico diseño gráfico minimalista a cargo de Abby Helasdottir, destacando la presencia de estas ondas sinusoidales de amplio periodo unidas simbólicamente a la frecuencia de 111 hertzios en la cual está basada esta magna obra artística, y cuyos efectos en el cerebro humano puede llevar al trance o a un estado profundo de meditación introspectiva bajo su influencia. Junto al mesmerismo como elemento interior del cuerpo humano a armonizar a través del uso de estas frecuencias de sonido, se perfila el trasfondo experimental de esta excelsa obra musical que fascinará y sorprenderá al melómano lector de Lux Atenea deseoso de ser irradiado espiritualmente por el Arte, en este caso, musical. Vertebrado por dos temas de 50 minutos de duración, diferenciándose entre ellos únicamente al haber sido incluido un plano lírico en el segundo tema “Mesmerine 111 (Vocal Mix)” que facilitará su desvelo a los melómanos, el álbum “Mesmerine 111” ha convertido este avanzado estilo ambient en una obra maestra a ser experimentada a través de su atenta audición, y gracias a esta dimensión 3D de la obra musical en su definición sonora a nivel técnico. Un álbum admirable cuya alma musical fue presentada por primera vez en público en la Feria de Arte FOCUS, celebrada en la ciudad estadounidense de Nueva York en la primavera de este mismo año. Debido a su trasfondo meditativo, para su audición se recomienda usar auriculares para concentrar mejor la atención mental en la obra y así poder aislarse por completo del entorno, y no superar los 70 decibelios en su nivel de señal/ruido. Personalmente, durante las audiciones para poder escribir esta reseña es verdad que induce a un estado de relajación mental y, sorprendentemente, a una bajada considerable en el nivel de presión arterial comprobada con un tensiómetro antes y después de su escucha. Arte musical, meditación, armonización cuerpo-mente… este trasfondo de sentido a la magia sonora creada por los genios musicales Martyn Ware y Charles Stooke en su álbum “Mesmerine 111”.

Iniciamos este viaje musical de la mano del dúo musical inglés Illustrious, habiendo elegido el segundo tema “Mesmerine 111 (Vocal Mix)” al incluir el plano lírico. Sumergiéndonos en este panorama inicial dark ambient donde la oscuridad va a ir perdiendo su intensidad con la creciente luz como si fuera un amanecer, en el fondo, su trasfondo es eso mismo, un despertar de la consciencia, mutando musicalmente del dark ambient al ambient. Con la lírica apareciendo en un primer plano muy cercano y que se siente con la complicidad de quien te habla al oído, su fusión con las iridiscencias fluyendo en un segundo plano es espectacular, adentrándonos en un nuevo entorno donde los cromatismos sonoros son sutiles e hipnóticos. Destellos cromáticos que aparecen con la delicadeza de las gotas de agua cayendo en la superficie del agua, y cuyas ondas van definiendo dimensiones alteradas para provocar calma. Cuando el melómano lector de Lux Atenea vaya bajando su nivel de tensión interior, experimentarán cómo esta composición de repente se expande, los oídos se vuelven más sensibles, y la entrada de la lírica es sentida con un nivel sonoro más alto, obligando a bajar el volumen de audición para dar continuidad a esta experiencia musical sin perturbaciones. Todo alrededor empezará a girar con un movimiento pausado, lento pero sin llegar a lo lánguido, ya que mantiene una vitalidad equilibrada y constante. Cuando los vibrantes planos sonoros aparezcan para dar fuerza a su estructura musical, la orquestación musical de la armonía cuerpo-mente comenzará a perfilarse con un gran sentido de profundidad como la contemplación del horizonte marino desde lo alto de un acantilado. De repente, todo cambiará radicalmente en la estructura musical con pilares basados en tonos graves, y que caen en la superficie con esa densidad que provoca ondas expansivas. Decorado con pinceladas sonoras cercanas conceptualmente al ritual ambient, en esta fase de la composición, su trasfondo está claramente orientado a la inmersión mental desde la interiorización de los sentidos, de sus señales, y con los pensamientos fluyendo con una nitidez cristalina.

De nuevo, las iridiscencias aparecerán para revelar sensibilidades, para romper con los últimos lazos mentales con lo cotidiano, con esas barreras aprendidas que condicionan el presente, y con este admirable uso del drone para desdibujar el horizonte sin alterar lo más cercano que es impresionante. Un caleidoscopio envolvente que te invita a flotar en esta atmósfera relajante, mientras nos desplazamos con una sensación de ligereza física que estimula el espíritu. Un deseo de acción comedida nace, una voluntad impulsada a avanzar con decisión se despierta, y una mirada al interior con esa pureza anhelada va adquiriendo protagonismo en esta ruptura con la sensación de tiempo. Oscilando alrededor nuestro, los espacios se expanden hasta perderse en el horizonte en todas las direcciones, permaneciendo la mente estimulada ante la contemplación de lo sublime, de lo no tocado por la densidad humana, de lo no alterado por los impulsos salvajes humanos. Una visión de lo paradisíaco pero no en un sentido terrenal, sino como entorno original del alma. Y esa fluidez te traspasa, te irradia, y te hace sentir esa perspectiva tamizada de condicionantes, sintiendo la paz de espíritu como esencia vital. Con las columnas sonoras graves sentidas como avance imparable hacia lo deseado, van acompañándonos con la calidez de ese calor generado por lo vivo, por ese chi que fundamenta la vida en su raíz más profunda. Entonces, lo vibrante comienza a armonizarse con el melómano lector de Lux Atenea hasta hacerse un Todo, experimentando una nueva expansión sensorial situada en los límites de lo embriagador. A partir de aquí, todo es mente y sensaciones sentidas con una pureza cristalina, con una riqueza en matices como la luz atravesando un prisma para desvelar sus secretos lumínicos, y cada matiz sonoro, cada pincelada musical, es un auténtico placer sensorial. Hasta la entrada de este latido en su trasfondo, provoca una conexión mental especial. En este estado de consciencia, ideas, pensamientos, estados de concentración profundos… fluirán con suavidad psicológica y con una conexión interior que les provocará asombro y alegría, calma y desvelo, equilibrio y creatividad unidas a la imaginación estimulada. Expansión exterior, expansión interior, y todo unido por esas líneas energéticas que conectan el cuerpo y sus sentidos con el cerebro y la mente. “Mesmerine 111”, el mítico sello británico Cold Spring Records vuelve a publicar otra joya discográfica de vanguardia destinada a convertirse en los próximos años, en una buscada edición física para los melómanos más selectos y para los coleccionistas de Obras Maestras Musicales del siglo XXI. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

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Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.