Reseña Cultural: 1627 // Reseña Literaria: 268
Reseña actualizada. Publicada el 18 de enero del año 2015 en Lux Atenea.
Quiero dar las gracias a la editorial EDICIONES B por su cortesía al enviarme este promocional físico.
Publicado por: EDICIONES B, S.A.
ISBN: 84-666-4503-4
Edición: 2010 (RECIBIDO COMO PROMOCIONAL)
Páginas: 970
Como analista cultural, quisiera dar las gracias a la editorial Ediciones B por su cortesía con Lux Atenea al haberme enviado este promocional de la excelsa obra “Diplomacia”, escrita por el pragmático e inteligente político germano-estadounidense Henry Kissinger. Ilustre libro que, durante su atenta lectura y análisis, me ha cambiado la forma de ver no solamente los acontecimientos políticos más destacados del siglo XX, sino también la forma de ver y de analizar a las naciones en función de su situación geográfica como clave fundamental de su existencia, de su expansión o retroceso, o de su desaparición. Una situación geográfica que es clave en el destino de un país al condicionar absoluta e inexorablemente su política interior y exterior, su economía, su poder, y su población. Todo ello se explica detalladamente en este libro de casi mil páginas impresas en letra pequeña (de por sí, he tardado varios meses en completar su lectura y análisis antes de poder escribir esta reseña), gracias al especial talento que muestra el ilustre Henry Kissinger en sus explicaciones didácticas, a la hora de mostrar y de describir su larga experiencia dentro del mundo de la alta política, y donde la inteligencia y la perspectiva para enfocar y resolver los problemas son las claves principales del futuro de una nación dentro de esta compleja red de intereses políticos y económicos regidos por las leyes de la diplomacia. He de reconocer que, de la magna obra “Diplomacia”, aparentemente me esperaba más un libro biográfico de Henry Kissinger donde narrara los grandes acontecimientos que tuvo que vivir y abordar desde su privilegiada posición política, adquirida dentro de los círculos de poder estadounidenses e internacionales sobre todo en lo referente al periodo correspondiente a la segunda mitad del siglo XX, y más concretamente en relación a la Guerra Fría. Desde la primera página, este libro se ha mostrado como una obra excelsa y reveladora donde se expone la verdadera esencia de la política internacional hasta el más mínimo detalle, donde la diplomacia acaba siendo más un protocolo para mantener las formas, y para apaciguar los sentimientos y las emociones en pro de lo civilizado, o sea, de lo racional como fundamento de nuestra civilización.
Ya desde las primeras páginas, con el interesante análisis que Henry Kissinger realiza sobre la Historia de las Naciones y de los Estados hasta la época más reciente, “Diplomacia” será un libro que asombrará a los bibliófilos lectores de Lux Atenea, que impresionará a los expertos en Ciencias Políticas e Historia, y estoy seguro que el pragmatismo de su contenido intelectual impactará profundamente a todos aquellos lectores que buscan el sentido y la lógica como fundamento primordial de las ideas, de los acuerdos, y de los actos que nacen y suceden dentro del complejo y variable mundo de la geopolítica mundial donde, políticamente hablando, nada perdura eternamente ni es firme e inamovible. Es más, si los líderes de una nación toman posiciones firmes e inamovibles, será precisamente esa tensa rigidez lo que terminará provocando su caída si no cambian su postura a lo largo del tiempo. Como decía Sun Tzu, frente a los más fuertes y terribles vientos que se puedan desatar dentro del escenario político, siempre perdurará el alto y flexible bambú antes que el más grande y fuerte árbol. La vida es movimiento, el movimiento es cambio, y no adaptarse a los cambios es una actitud contraria a la existencia, o sea, a la propia esencia de la vida. Si estas enseñanzas las aplicamos al mundo de la política, independientemente de que las ideas o los fundamentos políticos puedan llegar a ser distintos o contrarios, en las altas esferas del poder siempre se ha de tener los pies en el suelo y la mente centrada en la realidad del momento para poder defender los intereses de una nación de la forma más inteligente posible, y, de esta forma favorecer su supervivencia (y su prosperidad) a lo largo de los años, de las décadas, y de los siglos venideros. En este sentido, uno de los estrategas políticos que más destacaría por su excelencia y por su habilidad a la hora de negociar y de firmar acuerdos fue el canciller alemán Otto von Bismarck (1815-1898), a pesar de que Prusia y posteriormente Alemania no tenían precisamente una posición de hegemonía dentro del continente europeo (recomiendo la atenta lectura del extraordinario libro biográfico “Bismarck”, ya reseñado en Lux Atenea). Cuando los futuros gobernantes alemanes han decidido salirse de la línea política marcada por Bismarck dentro el plano internacional, el resultado final de esas aventuras políticas siempre ha acabado siendo la derrota y la rendición de esta nación europea.
Hay una gran cualidad intelectual que posee el libro “Diplomacia” y que ha de ser resaltada: puedes estar de acuerdo o en desacuerdo con las ideas políticas que tiene Henry Kissinger, pero no con los planteamientos geopolíticos tan profundos que despliega en esta obra porque son pilares fundamentales. El libro “Diplomacia” está asentado en sólidas columnas y muros maestros que resultan imprescindibles, insustituibles, e imposibles de ignorar dentro del mundo de la geopolítica. Lo mejor de todo es que esta obra no es un ensayo teórico, sino más bien un brillante resumen de la prestigiosa y dilatada carrera política vivida por su autor, motivo por el cual sus palabras adquieren ese peso, esa seriedad, ese trasfondo que solamente las mentes más inteligentes son capaces de transmitir en sus enseñanzas. Los acontecimientos más importantes del siglo XX son descritos y analizados por Henry Kissinger con una nitidez y una profundidad que siempre te dejan pensativo, provocando la inevitable parada en la lectura del párrafo de la página para analizar y razonar su mensaje y su contenido. A Henry Kissinger le gusta hilar muy fino. Tan sutilmente como para que el lector se percate de ello sólo si está muy atento a lo que está leyendo. Como pueden ya intuir, “Diplomacia” no es un libro para pasar el rato o para leerlo como si fuera una novela. “Diplomacia” es una obra orientada a enseñar, y que invita al lector a aprender y a preguntarse sobre cuestiones que normalmente pasan desapercibidas en las noticias y en los acontecimientos internacionales. Antes de pasar su primera página, “Diplomacia” es un libro que aconsejo que sea leído sin que se tengan prejuicios políticos sobre su autor. La clave fundamental que da un grandioso valor cultural e intelectual a esta obra es su contenido, y no las ideas políticas de quien lo ha escrito. “Diplomacia”, indiscutible joya de biblioteca y manual de imprescindible asimilación para poder comprender los factores y los hilos diplomáticos que verdaderamente se mueven dentro de la geopolítica mundial. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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