“PACTAR CON EL DIABLO (the devil´s advocate)”, 1997 (Reseña / Review #1657).

Reseña Cultural nº: 1657 // Reseña Media nº: 31
Reseña actualizada. Publicada el 13 de enero del año 2008 en Lux Atenea.

Dirigida por : Taylor Hackford
Actores principales: Al Pacino (John Milton), Keanu Reeves (Kevin Lomax), Charlize Theron (Mary Ann Lomax), Jeffrey Jones (Eddie Barzoon), Craig T. Nelson (Alexander Cullen)
Año : 1997 Duración aprox.: 138 minutos
Publicado por: WARNER BROS. Formato : DVD (EDICIÓN COMPRADA)

PACTAR CON EL DIABLO the devil´s advocate 1997

Ser una persona imbatible en el trabajo debe ser una sensación muy poderosa, y si encima se recompensa ese éxito profesional siendo considerado un elegido dentro de la empresa, entonces el afortunado debe sentirse el rey del mundo. Sobre esta base existencial y humana gira “Pactar con el Diablo”, una película cuyo guión está basado en la novela homónima escrita por Andrew Neiderman. En el fondo, “Pactar con el Diablo” es un largometraje que nos habla sobre la esencia del ser humano, o mejor dicho, sobre ese Ego permanentemente insatisfecho de todo, aunque lo tenga todo. Éxito, prestigio, victorias, fama… no son otra cosa que leña en la hoguera insaciable del Ego, pero esos excesos no son gratuitos. Al final, siempre pasan factura porque el ser humano que juega a ser Dios acaba cayendo en su propio Infierno. Si hablamos de poseer bienes, de acumular cosas materiales, entonces el ser humano es capaz de cualquier cosa con tal de poder adquirirlos. Por lo tanto, el resumen de este análisis no es otro que cada ser humano no hace más por su Ego no porque no pueda, sino porque no tiene oportunidad para hacerlo. Si este ansiado bien material es el dinero, su tiempo en esta vida se irá evaporando en pro del dinero y, además, siempre las cantidades de dinero que lleguen nunca serán suficientes. Y a más dinero, menos vida compartida con quienes le quieren de verdad, y con más gente interesada acercándose.

PACTAR CON EL DIABLO the devil´s advocate 1997 DVD

Los deseos, la ilusiones, la popularidad… juegan con los sueños más íntimos del ser humano en una lucha entre lo material y lo espiritual. Si quienes le quieren protestan por su ausencia en sus vidas, siempre creerá que con comprarles una jaula de oro, todo estará resuelto. Como muy bien comenta una de las protagonistas en la película, para poder ver a su marido “tiene que concertar una cita”. Pero, ¿qué sucede si todo se empieza a torcer? Siempre quedarán los vicios para tapar esos agujeros existenciales que empiezan a aparecer en su vida. Alcohol, drogas, sexo… el desenfreno absoluto para tapar la mala conciencia porque la conciencia no se deja vender, ni atontar, ni engañar por los bienes materiales ni por el éxito. De esta forma, los cinéfilos lectores de Lux Atenea que visualicen esta película podrán comprobar como Kevin Lomax y su mujer Mary Ann pasan del beso continuo al beso en la cara y, de ahí, a la ausencia de contacto según Kevin va escalando más y más puestos según va ganando más y más dinero, y según Kevin va creyéndose más y más invencible satisfaciendo a su Ego. Respecto a la crítica que se observa en la película sobre el poder del sistema judicial en la sociedad moderna, sencillamente es real y omnipresente. El poder judicial es el rey de nuestra sociedad, y aquellos que forman parte de su estructura están situados por encima del ciudadano común. Todos conocemos su inmenso poder, y por algo se le llama el Poder Judicial. Las palabras hablan por sí mismas.

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Concluyendo estos análisis sobre las temáticas tratadas en esta excelsa película, otro de sus pilares principales se sustenta en los poderes ocultos que existen sobre la tierra, poderes supraterrenales que cuentan con la ventaja de la incredulidad sobre su existencia por parte de un porcentaje creciente de la población. En un mundo capitalista, materialista, donde lo material lo es todo y el dinero es el más poderoso Dios que adorar, actualmente hablar de la existencia de esos poderes que viven, se desarrollan, influyen, y marcan nuestra vida como especie es menos creíble socialmente que hablar sobre la identidad política de Caperucita Roja, o decir que el Lobo Feroz era en realidad un activista de Greenpeace. En las sociedades más avanzadas, lo espiritual está en claro retroceso y el culto a lo material disfruta de una época de gloria y de máximo esplendor en cuanto a creyentes materialistas se refiere. Entrando también en detalles técnicos y artísticos que engrandecen a esta película, destacan tanto la iluminación como los efectos especiales, realzando considerablemente cada uno de los escenarios en los cuales se mueven los personajes. Los decorados son impactantes, especialmente en la guarida de Philip Moyés y en la acuática azotea del rascacielos de John Milton. Esto, unido a una banda sonora original compuesta por James Newton Howard que ha sido armoniosamente integrada en el desarrollo de su trama, convierten a “Pactar con el Diablo” en una magna película muy bien vertebrada artísticamente. Y si hablamos de escenas impactantes, hay imágenes que se quedarán en la mente del espectador como, por ejemplo, la escena donde Kevin entra en la iglesia donde se ha refugiado su esposa, la escena donde Kevin se encuentra andando por una avenida de Manhattan desierta, o con la escena donde las estatuas de la escultura que tiene John Milton en su despacho cobran vida. Algunas escenas memorables que quedan sin mencionar, pero no conviene desvelarlo todo en una película tan excelsa y atrayente. Una curiosidad: en el trailer cinematográfico incluido en los extras de esta edición en DVD aparecen escenas que no salen en la película. Incluso se puede observar en una de las tomas la sombra de uno de los cámaras grabando la escena sobre la plataforma de una grúa (Atenea dixit). Pero una importante pregunta sigue en el aire: ¿quién es el personaje principal de esta película? Indudablemente, John Milton (Al Pacino). Los cinéfilos lectores de Lux Atenea quedarán fascinados con el arte interpretativo de Al Pacino en esta película. Al Pacino da vida a John Milton no solamente con sus actos y con sus palabras, sino con el lenguaje de los gestos. Por este motivo, su sonrisa, su risa, su mirada… se convierten en detalles fundamentales a la hora de dar realismo y credibilidad a su demoníaca personalidad. Y todo ello, unido a unos escenarios absolutamente sobrecogedores (como el salto de agua de la azotea con la ciudad a sus pies) llevan a Al Pacino a convertir este largometraje en una grandiosa y tenebrosa película. Una experiencia alcanzada dentro del arte de la interpretación que está únicamente reservada a los grandes actores y actrices. Si verdaderamente aman el Séptimo Arte, no duden un segundo en ver esta película en su versión original, e inclínense ante el despliegue interpretativo y artístico que Al Pacino nos ofrece, surgiendo de su boca maravillosas frases aquí traducidas al idioma español:

Lux Atenea 4 - 1

– “Si el diablo te comenta que te cortes el pelo, ve eligiendo peluquero”
– “… (en referencia al cuello) una tierra sin dueño donde luchan la mente y el cuerpo”
– “Narcisismo, la droga más natural”
– “La culpabilidad es un pesado saco de piedras. Tienes que librarte de él lo antes posible”
– “La virtud del diablo está siempre oculta”
– “La vanidad es sin duda, mi pecado favorito”
– “Es tan bella que te deja helado”
– “La presión, la presión lo cambia todo. Algunas personas al límite, responden. Otras, fallan”.
– “Yo soy la sorpresa”

Lux Atenea 4 - 6

Como punto y final en esta reseña, he seleccionado este diálogo en la película donde John Milton realiza una cuidada y precisa radiografía existencial del ser humano en la sociedad actual. “Pactar con el Diablo”, una de mis diez películas favoritas. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Coge y acerba el apetito humano hasta que puedas romper los átomos con su enorme ansia. Levanta egos del tamaño de catedrales, y con fibra óptica conecta el mundo con sus egocéntricos impulsos. Adorna las atribuciones más osadas con oropel, dólares y fantasías hasta que todo ser humano sea aspirante a emperador, sea su propio Dios, y Eddie será el resultado. Mientras buscamos nuestro propio beneficio, ¿quién cuida del planeta? El aire es más plomizo, el agua más ácida, hasta la miel tiene cierto regusto metálico gracias a la radioactividad. El mundo se acaba… No hay tiempo para pensar, para prepararse, han hipotecado el futuro, a corto plazo, pero no hay futuro. Estamos sobre un caballo desbocado. Quieras o no, el mañana está en manos de un millón de Eddies Barzoon. Un montón de capullos dispuestos a dar por el culo a este planeta de Dios, y luego lavarse las manos como si no hubiera pasado nada, para volver cuanto antes a los ordenadores para acumular sus putas horas extra, y volver luego a casa. Eres responsable de tus propios actos, Eddie. En este juego, uno no puede plantarse.”

PACTAR CON EL DIABLO

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

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