Reseña Cultural: 1892 // Reseña Literaria: 401
Reseña actualizada. Publicada el 17 de octubre del año 2013 en Lux Atenea.
Publicado por: EDITORIAL SAN MARTIN, S.A.
ISBN: 84-7140-074-X
Edición: 1980 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 160
“La ventaja de su poco calado, que les permitía penetrar en los campos minados y en las defensas portuarias, y su gran velocidad y maniobrabilidad, hicieron de ellas el arma adecuada para llevar a cabo ataques repentinos, inesperados, contra el tráfico mercante costero.”
Dentro del mundo militar moderno, en la primera mitad del siglo XX la guerra naval experimentó una rápida transformación en relación a los buques de guerra utilizados en combate. En la Primera Guerra Mundial, el acorazado se convirtió en el rey del mar y su número en las distintas flotas navales fue lo que decantó a favor de unos u otros la supremacía en mares y océanos. En la Segunda Guerra Mundial, será la novedosa incorporación de la aviación en combates navales lo que llevó al portaviones a tomar el cetro de poder de los acorazados, convertidos estos en buques de segundo nivel debido a su vulnerabilidad frente a aviones y submarinos. Pero, curiosamente, es en ambas guerras donde una serie de pequeñas unidades navales adquieren una importancia táctica y estratégica en el control y dominio de mares y costas debido a su velocidad en superficie, y a su gran poder destructivo que los transforman en embarcaciones letales incluso para buques de mayor tamaño. Estas veloces unidades, las lanchas rápidas, aparecieron en la Primera Guerra Mundial de forma un tanto discreta para adquirir posteriormente un mayor protagonismo en la guerra naval durante la Segunda Guerra Mundial, logrando increíbles hazañas frente a fuerzas mucho más poderosas, mejor armadas… pero muy lentas en comparación con ellas. El avance tecnológico experimentado en aquel periodo histórico también jugó a favor del incremento considerable de su poder destructivo con la incorporación de torpedos, cuyo efecto en las flotas navales era muy temido tras las trágicas experiencias sufridas en combate. Además, durante la Segunda Guerra Mundial, de la guerra entre lanchas torpederas con otros buques de guerra también se pasaría a una guerra entre lanchas rápidas en distintos bandos, y donde el éxito en las operaciones dependía sobre todo de la experiencia y de la astucia de sus oficiales al mando ante las más diversas dificultades. Como los bibliófilos lectores de Lux Atenea podrán comprobar en este libro, las lanchas rápidas se convirtieron en cazadoras de otras lanchas enemigas, y esa dinámica militar influyó en el diseño de modelos específicos para desarrollar esta tarea con efectividad. Motores más rápidos y silenciosos, mayor autonomía, armamento más pesado instalado en cubierta… aumentarían la leyenda de estas unidades navales en su versión letal, barata, y efectiva como lanchas torpederas.
“Hasta finales de 1942, no lograron los británicos alcanzar una igualdad con las lanchas rápidas alemanas.”
Se han publicado muchos libros sobre las grandes batallas navales libradas durante las dos guerras mundiales, quedando la impresionante labor realizada por las lanchas rápidas un tanto en el olvido pese al efectivo control que realizaron en amplias zonas costeras y en mares estratégicos para el tráfico marítimo. En el interesante libro “Lanchas Rápidas. Los Bucaneros” podrán conocer desde cómo aparecieron estas unidades en las fuerzas navales hasta cómo, en la Segunda Guerra Mundial, incomprensiblemente Japón terminó ignorando este tipo de unidades en favor de buques más grandes y pesados, pese a que la guerra en el Pacífico era un escenario ideal para desarrollar todo su potencial y su efectividad más letal. En estas páginas, los bibliófilos lectores de Lux Atenea podrán informarse cómo Italia hizo hincapié en dotarse de una gran cantidad de unidades de este tipo (MAS), cómo los Estados Unidos de América construyeron lanchas rápidas con una configuración específica para cada tipo de misión asignada (lanchas torpederas PT, lanchas cañoneras MGB, lanchas torpederas MTB), o cómo los alemanes crearon modelos de lanchas rápidas (S-boat) que fueron temidas durante toda la contienda en el Canal de la Mancha, Mar del Norte, Mar Mediterráneo, y Mar Báltico. Un apasionante libro vertebrado por detalles técnicos de cada modelo que participaron en combate durante la Segunda Guerra Mundial, sobre cómo evolucionaron sus características según fue desarrollándose el conflicto, cómo cada nación adaptó estas unidades a sus necesidades bélicas y navales contando siempre con las condiciones geográficas de sus costas, cómo las lanchas rápidas fueron unas unidades navales idóneas para desembarcar, infiltrar, y retirar unidades de tierra tras las líneas enemigas y también para darles suministros, y, sobre todo, conocer cuáles fueron las increíbles hazañas conseguidas por estas pequeñas unidades contra otros buques con una mayor potencia de fuego (destructores, cruceros…). Una realidad bélica remarcada por espectaculares enfrentamientos no tan conocidos por el gran público. “Lanchas Rápidas: Los Bucaneros”, David contra Goliat en el conflicto naval durante la Segunda Guerra Mundial. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“Las PT dirigieron sus ataques contra el sistema establecido por los japoneses para transportar con rapidez sus aprovisionamientos, conocido como Tokio Express.
…
Al mando de la lancha PT 109, iba el teniente de navío de la Reserva Naval John F. Kennedy, que diecisiete años más tarde sería Presidente de los Estados Unidos.”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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