Reseña Cultural nº: 1696 // Reseña Media nº: 49
Reseña actualizada. Publicada el 21 de diciembre del año 2011 en Lux Atenea.
Director: BYRON HASKIN
Guión: BARRÉ LYNDON
Actores principales: GENE BARRY (Dr. Clayton Forrester), ANN ROBINSON (Sylvia Van Buren)
País: EE.UU Año: 1953 Productora: PARAMOUNT PICTURES Duración aprox.: 82 minutos
Publicado en España por: PARAMOUNT HOME ENTERTAINMENT (SPAIN), S.L.
Año: 2000 Formato: DVD (EDICIÓN COMPRADA)
Estrenada oficialmente en el año 1953, la película “La Guerra de los Mundos” se convirtió en la primera adaptación cinematográfica de la famosa obra homónima escrita por el ilustre maestro de la literatura británica Herbert George Wells (1866-1946). Incluida dentro del cine B, caracterizado por sus producciones de bajo coste que por desgracia no suelen ser valoradas artísticamente en su justa medida, “La Guerra de los Mundos” es una extraordinaria película de ciencia-ficción rodada en color utilizando el sistema technicolor, y que fascinará a los cinéfilos lectores de Lux Atenea por su atrayente trama. Desde el planeta Marte ha sido organizada la invasión de la Tierra, lanzando sus naves aprovechando el momento del periodo orbital marciano de mayor cercanía a nuestro planeta. Una de estas naves invasoras acaba cayendo cerca de una pequeña población californiana durante el periodo estival, siendo confundida con un meteoro. En muy poco tiempo, los ciudadanos pasarán de la expectación y la sorpresa ante la contemplación de tan extraño suceso, al terror y a la huida desesperada intentando salvar sus vidas. En pocos días, la sensación de vulnerabilidad y de indefensión ante este ataque extraterrestre destinado a exterminar la raza humana se extenderá por todo el planeta, provocando el caos, el pánico social, los desórdenes, los robos y asaltos, la incomunicación entre las ciudades, la crisis de los gobiernos… mientras va llegando un inminente final casi apocalíptico en el cual no se ve la salida. La película “La Guerra de los Mundos” tiene escenas inolvidables que se quedarán indeleblemente grabadas en la mente de los espectadores como la escena del sacerdote tratando de acercarse a los invasores para poder comunicarse con ellos, la descripción militar de las tácticas marcianas para atacar objetivos, la prueba en el laboratorio científico del ojo artificial creado por los marcianos, el ataque sistemático de las naves marcianas a la gran ciudad… en definitiva, este admirable talento artístico e ingenio creativo tuvo su recompensa al ser esta película galardonada con un Oscar a los Mejores Efectos Especiales en 1953.
Muchas de sus imágenes ya forman parte de la iconografía del cine B de ciencia-ficción más selecto, y algunas de sus escenas siguen siendo aún hoy día objeto de culto para muchos amantes del Séptimo Arte. El diseño de las aeronaves marcianas, el estilo descriptivo y visual tan particular con el cual se va desarrollando la trama, los colores intensos elegidos para señalar la avanzada tecnología creada por estos implacables invasores extraterrestres, la ambientación de los diferentes escenarios, las huellas que dejan en el suelo los hombres desintegrados, el sonido tan característico de los rayos marcianos cuando son lanzados, el aspecto físico de los invasores, la clave numérica de tres que marca todo lo relacionado con lo marciano, los lanzadores flexibles de rayos desintegradores (como si fueran amenazantes serpientes atacando simbólica y metafóricamente a nuestro inconsciente)… logran crear este ambiente dramático y esta tensa atmósfera de desconocimiento, incertidumbre, decadencia, y desesperación en cada uno de los diferentes escenarios donde se desarrolla la acción. Estas características estéticas y visuales tan bien llevadas a la gran pantalla se han convertido en las inconfundibles señas de identidad de esta película, como así podrán disfrutarlo los cinéfilos lectores de Lux Atenea en esta preciosa edición en formato DVD publicada por la magnífica compañía Paramount Home Entertainment. Recientemente, el talentoso director de cine estadounidense Steven Spielberg también ha rodado una adaptación de esta obra literaria a través de un enfoque artístico mucho más espectacular, y con el actor Tom Cruise como protagonista principal. Esta película del año 1953 es visualmente mucho más sencilla y modesta en comparación con el presupuesto infinitamente superior manejado por Steven Spielberg, en cambio este largometraje sigue teniendo ese encanto artístico propio del cine B creado con alma y pasión, y que tanto me gusta contemplar y admirar en esos momentos únicos tan especiales que solamente el arte cinematográfico es capaz de ofrecerme. Prácticamente, lo único que une a estas dos versiones cinematográficas tan distantes en el tiempo y en su estilo, es la mítica imagen de la apertura de la trampilla de la nave invasora y de la cual acaba saliendo el brazo del marciano agonizante en su último aliento de vida. Salvo esta impactante escena, ambos largometrajes no se parecen en nada a pesar de tener como fundamento la misma obra de H. G. Wells. “La Guerra de los Mundos”, película de culto con la irresistible fascinación por el mejor cine de ciencia-ficción. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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