Reseña Cultural nº: 1694 // Reseña Media nº: 47
Reseña actualizada. Publicada el 21 de noviembre del año 2010 en Lux Atenea.
Director: ROBERT ALDRICH
Guión: LUKAS HELLER
Actores principales: BETTE DAVIS, JOAN CRAWFORD, VICTOR BUONO
País: EE.UU Año: 1962 Productora: WARNER BROS. PICTURES Duración aprox.: 135 minutos
Publicado por: WARNER HOME VIDEO ESPAÑOLA, S.A. Año: 2006
Formato: 2DVD edición especial (EDICIÓN COMPRADA)
Por su excelencia, la película “¿Qué fue de Baby Jane?” es una auténtica obra maestra dentro del Séptimo Arte, y por este motivo ha de ser incluida en Lux Atenea como parte esencial de esta selección de largometrajes recomendados para los cinéfilos lectores de este blog cultural. Además, esta edición especial publicada por Warner Home Video España incluye un segundo DVD con extras donde destacan documentales cinematográficos de calidad como “Bette Davis: Un volcán benévolo” (BBC, 1983), “Perfil cinematográfico: Joan Crawford” (BBC, 1967), y “Bette y Joan: La ambición ciega”. Sorprendentemente, esta sobresaliente película solamente fue premiada con el Óscar al Mejor Diseño de Vestuario en el año 1962. Basada en la novela homónima del escritor estadounidense Henry Farrell, este largometraje nos ofrece un drama terrible y sobrecogedor protagonizado por dos hermanas artistas cuya fama en la juventud se desvaneció a raíz del trágico y fatal accidente de una de ellas. Su eco en el presente, condiciona y marca totalmente sus vidas, sus actitudes, y su convivencia en una misma casa. Reflejando en impactantes imágenes esta estética siniestra y tenebrosa que se mantiene constante a lo largo de toda la película, encuentra sus puntos álgidos en algunas secuencias de corte claramente macabro, “¿Qué fue de Baby Jane?” provoca al espectador con las crueles y despiadadas escenas que presencia, identificándose inconscientemente con unos personajes y rechazando visceralmente a otros de forma inmediata (este es el auténtico trasfondo de la belleza siniestra en su dualidad emocional), y donde la identificación definitiva sobre quién es el verdugo y quién la víctima en realidad queda convertido en ese enigma permanente a lo largo de toda la trama, quedando desvelado de forma magistral por el mítico director Robert Aldrich en los minutos finales de la película. Les fascinarán las impresionantes escenas protagonizadas por esta terrorífica Bette Davis en el impactante papel de Jane Hudson, junto a la desamparada Joan Crawford encarnando a su hermana Blanche Hudson. Observando estas escenas dramáticas sacarán de su interior esos irremediables pensamientos y enrabietados instintos ante la contemplación de actos tan sumamente sádicos y crueles, haciendo que la vida del personaje con el cual se identifiquen les resulte de lo más injusta y vergonzosa.
La película “¿Qué fue de Baby Jane?” presenta actos despóticos llevados al extremo en su sofisticación más destructiva, y que incluso son llevados al campo del sometimiento psicológico de quien lo sufre y padece, quedando todo amplificado con la respuesta absolutamente sumisa que quien lo recibe. Todo ello altera y condiciona el pensamiento del espectador ante un sufrimiento que ha de contemplar sin poder hacer nada mientras frases como “yo lo que haría en su lugar es…”, “yo no lo soportaría y allí la dejaría abandonada porque…”, “pero por qué no hace…”, inevitablemente surgirán en la mente del cinéfilo lector de Lux Atenea durante su visualización. Emociones tan inequívocamente humanas en respuesta a los terribles padecimientos que otra persona está sufriendo. Indudablemente, solamente dos excelsas actrices como Bette Davis y Joan Crawford pudieron dar alma y realismo a esta historia tan dramática, protagonizando gloriosas interpretaciones en este largometraje que se presentan tan estratosféricas como inalcanzables para la gran mayoría de los actores de Hollywood en la actualidad. Precisamente su virtuoso arte interpretativo es lo que ha convertido y seguirá convirtiendo a la película “¿Qué fue de Baby Jane?” en una obra maestra inigualable e insuperable, pasen los años que pasen. Presenciarán impresionantes escenas como las melancólicas canciones interpretadas por Jane Hudson (Bette Davis) recordando su gloriosa época pasada (que vivió entre los suaves pero caducos algodones de la fama), contemplarán las visitas a esta casa convertidas en posibles ángeles salvadores para Blanche Hudson (Joan Crawford), y observarán cómo los hechos circunstanciales terminan por apagar cada gesto de auxilio. Identificarán la película “¿Qué fue de Baby Jane?” con este disco sonando, con esta siniestra e inquietante muñeca a tamaño real de Jane Hudson cuando era una niña famosa, con esta obscura habitación convertida en una Dama de Hierro de cuatro paredes, con estas escaleras vistas como una montaña inexpugnable, con este teléfono tan inalcanzable como una estrella en la noche, con estas notas pidiendo ayuda donde todo parece haberse conjurado en contra de quien las escribe… Un diabólico ambiente tan dramático como desesperado en escenas definitivamente imborrables.
Es todo un placer observar con atención los gestos, la mirada, los movimientos en escena de Bette Davis como si fuera una danza macabra bajo la influencia del horror, y es su vengativa esencia tan manifiestamente rebelde y maléfica lo que la convierte en una actriz única y tan atrayentemente carismática en esta película de culto. Lo mismo sucede con Joan Crawford y su virtuoso arte interpretativo en cuanto a su tremenda capacidad para trasmitir realidad y autenticidad absoluta a un personaje, por difícil y complejo que sea. Sólo con observar detenidamente su rostro ya nos habla de sufrimiento sin necesidad de abrir los labios, y en un cuerpo cuya energía vital vemos cómo se va perdiéndose poco a poco, asumiendo esta pérdida como si fuera su cruel e inevitable destino. “¿Qué fue de Baby Jane?” es observar lo aparentemente cotidiano como una danza siniestra donde una persona rota vive lo insufrible en esta casa convertida en una insoportable y tortuosa cárcel. Hasta el más mínimo detalle en la imagen, hasta el diseño de cada uno de los elementos de decoración se presenta con esta imagen funesta y desquiciada. Además, en esta película podrán disfrutar a Joan Crawford en lo más alto del Olimpo cinematográfico junto a la colosal actriz Bette Davis. Joan Crawford y Bette Davis, dos radiantes auras artísticas que brillan con fuerza en cada fotograma hasta convertir la mente del espectador en el registro imborrable de sus interpretaciones. Lo más increíble es que, en la época que se rodó está película, tanto Bette Davis como Joan Crawford decían que estaban pasando por una grave crisis en sus carreras como actrices. Después de ver esta película, ¿darán credibilidad a esa valoración que mostraron en público? Además, el absoluto rechazo y la perenne enemistad que estas dos actrices siempre se mostraron a lo largo de sus vidas estuvo bien presente durante el rodaje, dejando inmortalizado ese toque sarcástico y perverso en cada una de estas geniales escenas. Una perspectiva y una belleza gótica unida a lo moderno que hacen aún más atrayente a esta trágica historia. Y si analizamos este largometraje más profundamente, uno se pregunta sobre cuántas vidas ha roto el mundo del espectáculo en relación a artistas que, tras haber disfrutado de las mieles de la fama y del éxito, han acabado bebiendo las hieles del olvido y del desinterés público. “¿Qué fue de Baby Jane?”, una lujosa y respetable mansión en cuyo interior se encuentra viviendo la venganza en esta sala de torturas del mismísimo infierno. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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