Reseña Cultural: 1767 // Reseña Literaria: 291
Reseña actualizada. Publicada el 3 de enero del año 2015 en Lux Atenea.
Quiero dar las gracias a la editorial REINO DE CORDELIA por su cortesía al enviarme este promocional físico.
Publicado por: REINO DE CORDELIA, S.L.
ISBN: 84-15973-36-2
Edición: 2014 (RECIBIDO COMO PROMOCIONAL)
Páginas: 544
El pasado mes de octubre fue presentada oficialmente esta lujosa edición de la obra de culto “Drácula” (1897) escrita por el decimonónico maestro de la literatura Bram Stoker (1847-1912), habiendo sido ilustrada por el genial artista madrileño Fernando Vicente. Una presentación espectacular para tan emblemático momento que ha transformado este acontecimiento cultural en un relevante momento bibliográfico en España, al convertirse en la edición ilustrada más ambiciosa entre todas las realizadas hasta el momento en idioma español. Dentro del género gótico y de terror, la mítica obra “Drácula” se ha convertido en parte ineludible de la literatura clásica de imprescindible lectura para los bibliófilos que desean aventurarse en el interior de la apasionante temática gótica y, en esta grandiosa y cuidada edición presentada por la editorial Reino de Cordelia, los lectores de Lux Atenea además podrán disfrutar observando esta serie de ilustraciones cuya siniestra belleza les impactará y les seducirá. Solamente hará falta que tengan un ejemplar en sus manos para comprobar la excelsa calidad de los materiales utilizados en su impresión, destacando sobre todo su gruesa tapa dura, su vampírica y seductora sobrecubierta, el tacto aterciopelado de sus hojas… hasta convertir la apertura de este libro en un ritual, y su atenta lectura en una tenebrosa aventura dentro de la literatura decimonónica más selecta para los amantes del género gótico. Al igual que el conde Drácula tiene a la inmortalidad como una de sus principales características, esa misma es la sensación que provoca la esencia cultural de esta augusta publicación literaria presentada por Reino de Cordelia, y que inexorablemente está destinada a convertirse en una edición de lujo que será muy bien valorada por aquellos lectores que desean engrandecer su biblioteca privada con las ediciones más selectas. Siniestra crème de la crème cultural que he leído, analizado, y reseñado gracias a la cortesía de esta editorial.
A pesar del tiempo transcurrido desde su primera publicación, “Drácula” es una obra que te atrapa mentalmente en cuanto empiezas a leer sus primeras páginas. Aires victorianos de corte tradicional emanando de sus hojas que, en este siglo XXI, no impiden que lo vampírico esté experimentando un nuevo renacimiento entre el público comparable al éxito de las primeras películas de vampiros dentro del Séptimo Arte. La posmodernidad, con su visión existencial neobarroca de la sociedad y del individuo, está convirtiendo lo vampírico en ese tótem simbólico de la inmortalidad que tanto se anhela en este mundo posmoderno. Por este motivo, el vampiro, como ser inmortal que chupa la sangre, o sea, la vida, y que es capaz a su vez de dar la inmortalidad a otros seres humanos al transformarlos también en vampiros, resalta precisamente por su mortífera comunión simbólica con lo vital como paradigma y eufemismo a su vez de lo posmoderno en su raíz filosófica. Analizando detenidamente cada una de las ilustraciones que engalanan esta lujosa edición, el bibliófilo lector de Lux Atenea percibirá ese halo tenebroso tocado con el suave filtro de lo bello, y con el Mal presentado en su manifestación más aristocrática y barroca. Una belleza siniestra que el magnífico ilustrador Fernando Vicente no ha dudado en reflejar en cada una de sus creaciones artísticas, dando ese toque de exclusividad y de distinción a este libro como si el propio Bram Stoker en persona le hubiera inspirado y asesorado a su vez para la realización y definición de estas impresionantes imágenes, ordenadas magistralmente como instantáneas de su trama. Un doble placer a través de la lectura y de lo visual, invitando a la observación atenta de cada una de estas ilustraciones mientras el vampiro por excelencia empieza a despertar, y la magia de lo selénico y de lo terrorífico parece surgir en cada nueva ilustración creada con maestría por Fernando Vicente.
La lectura de ediciones literarias ilustradas atrae, y este ejemplar me ha dejado muy sorprendido al haber logrado armonizar en grado superlativo la calidad material de la impresión editorial con la fascinación de esta historia de terror, que parece haber sido escrita con la misma sangre de las víctimas del conde Drácula en sus revelaciones. Por la siniestra fascinación que me han provocado estas ilustraciones, Fernando Vicente se ha presentado ante mis ojos como un obscuro maestro de la ilustración que, con un estilo posmoderno de vanguardia, logra hipnotizarnos como si éste hubiera fijado la mirada en el propio conde Drácula para luego caer rendido. En sus espectaculares ilustraciones, de entrada quedarán impresionados al contemplar cada uno de los dibujos que encabezan cada capítulo como si de una antigua edición se tratara, apareciendo posteriormente una sucesión de ilustraciones como instantáneas marcadas por escenarios fantasmagóricos donde lo horrible y lo terrorífico son esenciales en su definición. Un viaje lóbrego y un tanto demoníaco donde la mirada y la mente quedan fijadas en imágenes de fuerte impacto visual, como este carruaje avanzando por el bosque en una noche iluminada en color sangre y con la Luna mostrando su calavérico rostro, con esa manada de lobos rodeando el carruaje mientras observamos una espiral dibujada en el suelo nevado, con este castillo que destaca por las grandes alas desplegadas en una de sus paredes, o con la imagen del aristocrático vampiro de mirada fría y penetrante, y peinado de la segunda mitad del siglo XVIII. Todo un espectáculo abriendo su hipnótica atracción con el vampiro bajando por una de las paredes exteriores de su castillo en mitad de la noche, con las tres vampíricas damas sobre la cabeza del vampiro (¡¡¡impresionante imagen!!!) y luego con estas tres vampiresas ya erguidas, además de la tenebrosa imagen de las tres vampiresas compartiendo la sangre en una imagen tocada por lo maléfico y lo erótico en su esencia. Ilustraciones cargadas de elementos simbólicos como el barco en el puerto en una noche prácticamente despejada y con el lobo vigilante observándonos, el siniestro barco abriéndose camino entre las enfurecidas olas impulsado por sus velas con forma de alas de murciélago, la mujer vampirizada con las rosas y la marca del vampiro sangrando en su cuello, las ratas perfilando el cuerpo hasta solamente dejar las manos a la vista (página 375), o la siniestra imagen de la mujer con su cuerpo rompiéndose en pedazos encima de la bañera.
Estas ilustraciones quedan marcadas por los gestos y por lo estético en clave siniestra, destacando especialmente la mujer al borde del acantilado y con las cruces del cementerio iluminadas por la Luna en la noche, el brazo de rúbea piel y estas uñas largas y afiladas (página 201), la inquietante vampiresa con tocado de rosas y gasa negra cubriendo su cuerpo, el cristal roto y la furia asomando con sus fauces abiertas por el hueco abierto, la gélida mirada de femme fatal de la vampiresa (página 241), la dura mirada del doctor Van Helsing (página 353), la atmósfera mortuoria en el interior de la mansión bajo la débil iluminación de los quinqués y con las sombras creando extrañas formas, la aristocrática y diabólica imagen de la dama en la página 383 (se ha grabado en mi mente como excelsa ilustración de este libro por su siniestra belleza y elegante estética), la macabra y inolvidable imagen de la página 398, la atmósfera propia de Romanticismo que refleja el mordisco del vampiro a la mujer atrapada en sus alas en mitad de la noche, el toque chic de la vampiresa con los ojos vendados, o la fantasmagórica visión de la vampiresa en el ataúd con el ramo de rosas negras depositadas en sus brazos. ¡¡¡Chapeau a tan siniestro arte!!! Como apunte final, quisiera destacar el magnífico prólogo escrito por Luis Alberto de Cuenca en estas ocho páginas de imprescindible lectura, en una antesala intelectual que provocará más de una reflexión en los lectores. “Drácula – Ilustrado por Fernando Vicente”, excelsa edición destinada al anaquel de la librería donde se atesoran los libros más queridos y siniestramente bellos. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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