Reseña Cultural: 1845 // Reseña Literaria: 363
Reseña actualizada. Publicada el 14 de marzo del año 2012 en Lux Atenea.
Publicado por: EDITORIAL SAN MARTIN, S.A.
ISBN: 84-7140-111-8
Edición: 1975 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 160
“El ejército norteamericano fue el promotor más prolífico de los cañones contracarro autopropulsados, debido principalmente a la doctrina táctica de entonces que propugnaba el uso de vehículos ligeros y rápidos armados con cañones contracarro, capaces de disparar y moverse después rápidamente, de perseguir a sus objetivos y de llevar generalmente el combate hasta el carro en lugar de aguardar su llegada.”
El bibliófilo lector de Lux Atenea que desee ampliar sus conocimientos en esta atrayente temática militar, quedará impresionado con la completa descripción de piezas de artillería realizada por el autor en su ensayo titulado “Los Cañones 1939-45”. Detalladamente mostrados en cuanto a modelos, características, y periodo operativo en servicio, estas páginas les permitirá conocer en profundidad cómo muchos míticos modelos de aquella época ya mundialmente conocidos, llevaron a la técnica artillera a su máxima expresión, diversidad, y efectividad durante este periodo bélico correspondiente a la Segunda Guerra Mundial. Un libro de consulta impresionante que viene dividido en capítulos tan interesantes como “Artillería divisionaria: cañones de campaña y de calibre medio”, “La lucha contra el carro de combate”, “La sombrilla protectora de acero”, “La artillería pesada”, “Artillería de Newton” y “Recién salido de la mesa de proyectos”. Una obra donde el lector de Lux Atenea que decida adentrarse en esta temática no solamente aprenderá a diferenciar un obús de campaña de un cañón, sino que también conocerá de qué partes está formada una pieza de artillería, cuáles son sus funciones, y cómo evolucionó el diseño de cañones a nivel de ingeniería hacia modelos más efectivos, más potentes, y más duraderos, al igual que las municiones utilizadas cuyo calibre y potencia experimentarían la misma evolución. Igualmente, podrán conocer algunos datos militares importantes relacionados con la dimensión bélica y las capacidades artilleras de los ejércitos implicados en la Segunda Guerra Mundial, y cómo la mayoría de estos países entraron en conflicto con un porcentaje elevado de anticuados modelos de artillería en sus fuerzas armadas, algunos de ellos provenientes de la Primera Guerra Mundial.
“Dunkerque acabó con la mayoría de los cañones pesados y superpesados, puesto que no se pudieron retirar a tiempo, ni se habrían podido embarcar aunque hubiesen alcanzado la costa, y muchos de ellos fueron abandonados en Francia.”
Tras un breve recorrido por su historia en el campo de batalla y por el fundamento técnico en el cual se basan estas piezas de artillería, la lectura de esta obra excepcional se transformará en una lectura informativa atrayente donde el autor nos describe en profundidad no solamente los modelos que entraron en servicio, sino también aquellos que no pasaron de su fase de pruebas o, incluso, de su diseño en papel a la realidad material en un prototipo. Cañones míticos como el 25 libras británico, el 88 mm alemán, el calibre 105 norteamericano (que acabaría convirtiéndose en el estándar de la OTAN), los letales cañones de 122 mm soviéticos, adquieren un protagonismo especial en estas páginas. Serán otras piezas diseñadas para funciones contracarro, para crear defensas antiaéreas, para destruir fortificaciones, para golpear al enemigo a larga distancia, para autopropulsar piezas de artillería y así poder acompañar a las unidades mecanizadas en su rápido avance por el campo de batalla, la creación de potentes cañones sin retroceso cuya ligereza los hace ideales para potenciar a las unidades de infantería… hace que las lecturas de estas páginas sea muy fluida y didáctica. Pero, sin duda alguna, serán los cañones de mayor calibre los que dejarán a los lectores asombrados ante la terrible potencia destructiva que fueron capaces de infligir sobre las fuerzas y las defensas enemigas. También monstruos artilleros tienen una presencia destacada en estas páginas como el obús autopropulsado alemán “Karl” de 600 mm utilizado con letal eficacia contra las inexpugnables fortificaciones situadas en Brest-Litovsk o en Sebastopol, el portentoso obús británico de 457,2 mm montado sobre raíles, el colosal cañón alemán “Gustav” de 800 mm también montado sobre raíles y cuya dotación de 1.420 hombres era necesaria para poder disparar sus pesados proyectiles de 4.000 kilogramos o los sobrecogedores proyectiles de 7.100 kilogramos capaces de perforar ocho metros de hormigón, o el impresionante mortero estadounidense “Little David” de 914 mm que disparaba proyectiles de 1.650 kilogramos, 700 de los cuales eran de explosivo rompedor. “Los Cañones 1939-45”, admirable ensayo basado en la fascinante evolución de la tecnología artillera en su periodo histórico más significativo. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“Los mayores cañones costeros alemanes fueron los instalados en la costa francesa para dominar el Canal de la Mancha y bombardear Dover.”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.
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