“LAS VIGILIAS DE BONAVENTURA” (Reseña #2072).

Reseña Cultural: 2072 // Reseña Literaria: 552
Reseña actualizada. Publicada el 14 de septiembre del año 2009 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: ACANTILADO
ISBN: 84-95359-31-6
Edición: 2001 (EDICIÓN COMPRADA)

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“¡La sobriedad es la tumba del Arte!”

Entre todas las obras maestras que se escribieron durante el Romanticismo, “Las Vigilias de Bonaventura” es uno de los libros más enigmáticos y atrayentes que se hayan creado en aquel periodo artístico dentro de la literatura. Pese a haber visto la luz por primera vez en el año 1805, el hecho de aparecer públicamente de forma anónima llevó a despertar todo tipo de conjeturas tras su éxito. Unos atribuyeron la obra a Clemens Brentano (1778-1842), otros a Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822), y otros posteriormente relacionaron su autoría con August Klingemann (1777-1831) hasta quedar en la actualidad como el auténtico escritor de la obra, con una baja probabilidad de error según los expertos. Como analista cultural, después de su lectura y análisis lo que puedo afirmar con absoluta rotundidad es que, por su misterioso contenido, este grandioso libro es una de las obras literarias del Romanticismo que más me ha impactado entre todos los libros que han pasado por mis manos hasta el momento. Por el indiscutible interés artístico, con sumo placer recomiendo su lectura al bibliófilo lector de Lux Atenea para que acompañen al protagonista de esta historia a lo largo de sus dieciséis vigilias aquí descritas.

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“A los locos y a los necios en todas partes se les tolera.”

La noche. Algo tiene la noche que nos atrae. Algo oculta la noche que nos hace adentrarnos en ella con precaución, y con ese temor a lo imprevisible y peligroso cuando en el exterior nos encontramos en un terreno desconocido, o en un edificio vacío o mal iluminado. La noche tiene influencia en muchas personas que les hace ser distintas, respecto a cómo son durante las horas diurnas. Además, el influjo lunar proyecta algún efecto mágico sobre el rostro humano que provoca que algunas personas pierdan con facilidad la máscara que mantienen fija durante el día. Como los cultos lectores de Lux Atenea ya conocen, algo tiene la noche para transformar a las personas más racionales e incrédulas en adoradoras de los instintos más primitivos e irracionales. Bajo esta perspectiva, ese es el mundo en el cual se acabará moviendo este personaje en unas vigilias marcadas por la argéntea visión de un mundo donde lo religioso ha de existir, para no hacer desaparecer el sentido de todas las cosas en el interior de la Nada, en esa pérdida del propio sentido de la vida. El mensaje místico de “Las Vigilias de Bonaventura” también es claro, y lo acaba siendo mucho más cuando el lector se convierte en testigo de la presencia y de la influencia del ser humano sobre la Tierra. En esta magna obra se habla del sentimiento del individuo frente al reto de la vida, se critica su supuesta justicia, se ponen en tela de juicio sus obras y sus valores, y cuando su locura se hace presente, esa locura en estado caótico no se llega a poder percibir con la nitidez suficiente como para poderlo distinguir de esa otra locura manifestada en el acto transgresor impulsado por la genialidad. En resumidas cuentas, el lector se va a encontrar frente a un libro excepcional escrito en esta apasionante época decimonónica de radiante esplendor literario. “Las Vigilias de Bonaventura”, obra en tono sarcástico sobre el sentido dado a todo concepto religioso fundamentado en la polaridad Dios-Diablo. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“En el país de los cojos, el que no lo es provoca la risa de todo el mundo.”

LAS VIGILIAS DE BONAVENTURA

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.