Reseña Cultural: 2004 // Reseña Literaria: 494
Reseña actualizada. Publicada el 10 de julio del año 2010 en Lux Atenea conmemorando el Quinto Centenario del nacimiento del teólogo francés JUAN CALVINO (Jehan Cauvin) (10 de julio, 1509 – 27 de mayo, 1564).

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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: ACANTILADO
ISBN: 84-95359-56-1
Edición: 2001 (EDICIÓN COMPRADA)

“Siempre que la humanidad ha disfrutado de la paz durante demasiado tiempo y con demasiada despreocupación, le sobreviene una peligrosa curiosidad por la embriaguez de la fuerza y un apetito criminal por la guerra.”

En este aniversario tan señalado, quisiera dedicar esta reseña a la figura histórica de Miguel Servet (29 de septiembre, 1511, Huesca , España – 27 de octubre, 1553, Ginebra, Suiza), injusta y cruelmente condenado a la hoguera por aquellos mismos que se rebelaron contra el Papa por sus excesos y arbitrariedades. Como ha sucedido a menudo en la Historia de la Humanidad, aquellas corrientes sociales que se han rebelado con furia contra los opresores, tras tomar el poder suelen comportarse con más crueldad aun que los anteriores dirigentes. Este fue el caso de Juan Calvino (1509-1564) y su movimiento religioso cristiano denominado como calvinismo, y de muchos seguidores de la Reforma que se opusieron a los despóticos dictados del Papa. Poniendo encima de la mesa un ejemplo claro de lo aquí expuesto a los cultos lectores de Lux Atenea, las principales vertientes cristianas no católicas llevaron a muchísimas más personas a la hoguera que la propia Inquisición, aunque luego la Inquisición haya quedado con la práctica totalidad de esta culpa de cara a la opinión pública. Espero que estas palabras no sean tomadas como una defensa del catolicismo o de la figura del Papa, ni como una forma de exculpar la barbarie cometida por la Inquisición. Eso sí, en esta extraordinaria obra, el bibliófilo lector podrá comprobar cómo si a Miguel Servet lo hubiera juzgado un tribunal católico, éste no habría sido condenado a la hoguera por tales cargos. Pero aquí no hablo del católico bueno y del calvinista malo. Aquí de lo que hablo es del choque absoluto existente entre la libertad de expresión y el fanatismo, en este caso de corte religioso, y nadie mejor que el admirado escritor Stefan Zweig (1881-1942) para hablar sobre ello desde un punto de vista racional, profundo, y muy revelador.

“Cada época escoge siempre a un grupo de desdichados para descargar sobre ellos el odio colectivo represado.”

Juan Calvino, Jehan Cauvin, fue un teólogo francés cuyo fervor religioso cambiaría el rumbo de la Historia de la Religión en Europa en el siglo XVI. Doctorado en Derecho en la Universidad de Orleans, sería en aquella etapa universitaria donde llegaría a conocer el pensamiento humanista que identificaba a la Reforma en su lucha contra la corrupción procedente del estamento católico papal. De esta forma, en el año 1535, Calvino encontrará en las palabras de Lutero ese espíritu religioso y esa visión del ser humano ante Dios que le hará identificarse plenamente con aquella vertiente cristiana. Tras la caída de la ciudad suiza de Ginebra en manos de los reformistas y la instauración de una teocracia, Calvino será invitado a instalarse en aquella ciudad para formar parte del nuevo gobierno. Debido a las diferentes luchas en las cuales se encontraba sumido el territorio helvético, Calvino terminaría abandondo Ginebra para establecerse en la ciudad Estrasburgo pero, en el año 1541, es de nuevo reclamada su presencia por los ginebrinos. Desde entonces, Calvino no abandonará la ciudad de Ginebra hasta su muerte, estableciendo un gobierno teocrático dictatorial de corte radical que estará veinticinco años vigente bajo su mandato, entrando esta localidad en una etapa oscura de su historia. Bajo la despótica mirada de Calvino, los ciudadanos ginebrinos fueron obligados a asistir obligatoriamente a los sagrados actos religiosos, se condenó de forma implacable cualquier comportamiento que vulnerase las leyes de Dios, se prohibió el consumo de alcohol, los bailes populares y la interpretación de piezas musicales que no estuvieran basadas en el espíritu cristiano… en definitiva, las libertades ciudadanas y el Arte quedaron considerablemente mermados y en aquellas tierras su espíritu alegre tan característico quedó apagado. Los bibliófilos lectores de Lux Atenea conocerán en estas páginas cómo cualquier persona que cruzara los márgenes dictados fue ejecutado, o condenado a morir en la hoguera. Uno de estos casos fue el de Miguel Servet, condenado por dar una opinión sobre la Santísima Trinidad opuesta a la oficial y no retractarse de ello. Por este motivo, la libertad cristiana que defendieron los reformistas ante los despóticos dictados del Papa, finalmente murió quemada en cada una de las hogueras a las cuales llevaron a quienes posteriormente no profesaron su ética y su moral religiosa.

“¡Qué error! Creer que a un fanático se le puede abrir los ojos o aplacarle.”

En esta interesante y reflexiva obra, Stefan Zweig nos describe de forma precisa la defensa que Castellio realiza sobre los valores de la libertad de expresión mostrados en público por Miguel Servet frente al fanatismo religioso de Calvino situado en el poder, cuyos excesos e injusticias atenazan al individuo y al progreso común. Castellio no podrá evitar que Miguel Servet tenga una muerte horrible en la hoguera, pero las ideas y los conceptos con los cuales defendió la libertad de expresión de Miguel Servet refutaron de forma muy eficaz y convincente las doctrinas enarboladas por cualquier corriente dirigida a la esclavitud moral y ética del individuo en la sociedad. Las palabras de Castellio, puestas frente a frente con los pensamientos y las leyes del propio Calvino, mostrarán al culto lector de Lux Atenea las debilidades de estas directrices de corte fundamentalista de forma contundente. Unas leyes que han de imponerse a base de violencia, arbitrariedad, y terror en la sociedad a la cual tratan de encadenar y encorsetar. Con el miedo, usado como un método eficaz para el control social y el cumplimiento de sus normas, tratan de debilitar y de romper cualquier oposición, y lo que es más importante, tratan de evitar el nacimiento de un líder social que consiga hacer despertar a la ciudadanía de ese estado carcelario. De nuevo, Stefan Zweig volverá a sorprender al lector con un estilo literario muy característico en él que no me cansaré de alabar. Indiscutiblemente, “Castellio contra Calvino” es un libro ‘políticamente incorrecto’ en este mundo actual dominado por el miedo y por las políticas de cancelación. Desde la época de Calvino hasta nuestros días han pasado casi quinientos años, pero la esencia del patrón dictatorial sigue siendo el mismo. Eso sí, debido a los avances tecnológicos, el poder que uno de estos sistemas de gobierno puede ejercer sobre el ciudadano es mucho mayor. Su poder de coacción y de manipulación se ha incrementado de forma exponencial desde entonces, pero también es verdad que la Humanidad ha elevado considerablemente su cultura y su visión del mundo, de la vida, y del destino del propio ser humano desde una perspectiva mundial donde el planeta Tierra es un todo global, y esto es un factor clave que debilita a las corrientes sociales que limitan al individuo a pesar de sus éxitos contundentes a corto y medio plazo. A largo plazo, quién sabe cómo será el futuro de la Humanidad, pero lo que sí queda sobradamente claro es que este planeta ya no es ese territorio casi infinito y de recursos inagotables. Los seres humanos ya han conquistado cada uno de los rincones de este planeta, y su reto existencial viene dado por el establecimiento de una dinámica social que consolide una armonía perdurable entre el progreso colectivo y la evolución individual. Todo lo que descompense esta balanza entre lo colectivo y lo individual conducirá a gobiernos dictatoriales implacables que desembocarán en un caos global en nuestra civilización de apocalíptico desenlace. “Castellio contra Calvino”, la historia de un supuesto libertador que, con todo el poder ya en sus manos, acabaría creando un régimen dictatorial mucho peor y más terrible que el sistema anteriormente depuesto. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Las acciones más puras del espíritu nunca proceden del fanatismo, sino que son el resultado del autodominio y la moderación.”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.