Reseña Cultural nº: 1710 // Reseña Media nº: 63
Reseña actualizada. Publicada el 8 de febrero del año 2015 en Lux Atenea conmemorando el 50º aniversario de la mítica película “A MERCED DEL ODIO (the nanny)” (1965).
Director: SETH HOLT
Guión: JIMMY SANGSTER
Actores principales: BETTE DAVIS (niñera), WENDY CRAIG (Virginia ‘Virgie’ Fane), WILLIAM DIX (Joey Fane), PAMELA FRANKLIN (Bobbie Medman), JAMES VILLIERS (Bill Fane), JILL BENNETT (tía Pen)
País: REINO UNIDO Año: 1965 Productora: SEVEN ARTS / HAMMER FILM PRODUCTION
Duración aprox.: 89 minutos
Publicado en España por: TWENTIETH CENTURY FOX HOME ENTERTAINMENT ESPAÑA, S.A.
Año: 2006 Formato: DVD (EDICIÓN COMPRADA)
DVD: Película “A Merced Del Odio”
EXTRAS: Trailer
Cine en blanco y negro, suspense, la mítica productora británica Hammer… excelsa amalgama artística dentro del Séptimo Arte para hacer relucir a la legendaria actriz Bette Davis en esta película de culto. Un claro ejemplo de fusión creativa representada en la gran pantalla en “A Merced Del Odio”, una película rodada con maestría por el director británico Seth Holt para poder definir y estructurar este excelso thriller de gran impacto psicológico en el espectador. Comprobarán cómo en su trama late la duda permanente sobre si el joven Joey es la víctima, o es el inmisericorde verdugo causante de este horrible drama. Unas veces se presentará como un ángel, en otras ocasiones como un auténtico demonio, pero, durante su visualización, la tensión psicológica no dejará de aumentar hasta el final porque esta trama es muy turbia e inquietante, dándonos pistas poco a poco sobre quién posee esa diabólica alma en su interior. ¿Será en realidad la niñera, impecablemente interpretada por la actriz de culto Bette Davis? En este largometraje podrán disfrutar de su maestría en la interpretación realizada en la era dorada que viviría en la década de los sesenta dentro del cine de suspense, recomendando a los cinéfilos lectores interesados en aquella gloriosa etapa que visualicen también “¿Qué Fue De Baby Jane?” (1962), película de culto ya reseñada en Lux Atenea. Aunque Bette Davis empezaba a percibir en el horizonte el declive de su exitosa carrera profesional, gracias al magnífico guion basado en la novela homónima escrita por Evelyn Piper (1964), en “A Merced Del Odio” brilla solemnemente en la gran pantalla interpretando a este personaje obscuro y fascinante. Un escenario marcado profundamente por los sentimientos de culpa, por la verdad que no sale a la luz, y por la tensión existencial resultante tras el cínico enmascaramiento de la muerte. Como analista cultural me encantan las películas que protagonizó Bette Davis en aquella época, a la cual considero inigualable e incomparable en su prolongada y prestigiosa carrera debido a su augusta grandeza interpretativa reflejada en escena al dar vida a personajes profundamente siniestros que, personificados en el rostro y en los gestos de Bette Davis, adquieren esas características tan tenebrosas que los vuelven apasionadamente atrayentes, y repulsivos a su vez. Sus ojos penetrantes, su gélida mirada, sus expresiones situadas al límite de la cordura, su cínico servilismo, su insensibilidad ante el dolor y el sufrimiento… extreman aún más la personalidad y el protagonismo del personaje interpretado hasta convertirlo en un ser absolutamente creíble a pesar de los fuertes contrastes que aparecen en su comportamiento. En “A Merced Del Odio”, el Mal ha vuelto para trastornar la vida cotidiana de una familia acomodada tras haber vivido un sangriento suceso en el pasado, motivo por el cual su hijo Joey fue acusado de matar a su hermana Susy. Después de un largo periodo de tiempo ingresado en un centro psiquiátrico, su retorno al hogar no va a ser precisamente un camino de rosas al seguir la niñera de la familia al servicio de sus padres. Una niñera a la cual Joey señaló como la verdadera causante de la muerte de su hermana Susy. A partir de ese momento, las muertes volverán a presentarse en el terrible destino de esta familia acomodada y desestructurada.
Pero, en este largometraje, la extraordinaria interpretación de Bette Davis en el papel de la niñera no solamente lo convierte en mítico. Hay otros actores y actrices situados en otro gran nivel artístico cuyo valor cualitativo dentro de esta obra cinematográfica es el que permite acentuar aún más el glorioso despliegue interpretativo de Bette Davis, haciéndola absolutamente creíble de cara al público. En estas películas resulta crucial que la calidad en la interpretación mostrada por los actores de segundo nivel sea relevante para poder sostener toda la historia, y fascinar así al espectador a través de las emociones que despiertan durante su visualización. En este caso, emociones tensas, viscerales, al observar cómo el engaño y las falsas apariencias van tapando y distrayendo la atención sobre la persona causante de estas muertes. Un fascinante abanico de personajes donde resaltan magníficos actores como William Dix, dando vida al joven niño de diez años llamado Joey Fane que desprecia totalmente a la niñera, y en la que no confía. Con un perfil psicológico marcado por la retorcida intencionalidad de sus actos, el retorno de Joey a la casa será el renacer de la conflictividad en el seno del hogar. Sin duda alguna, las personalidades más fuertes en esta historia son la niñera y Joey, todo lo contrario respecto a la inestabilidad emocional que presentan otros personajes como su madre, Virginia Fane (actriz Wendy Craig), una persona mentalmente débil cuyas acciones y comportamientos terminan desesperándote por su falta de carácter, su padre Bill Fane (actor James Villiers), una persona amargada que elude sus responsabilidades en el hogar amparándose en las exigencias de su trabajo al servicio de la Casa Real inglesa, o haciendo excesivo uso de la autoridad para dominar las situaciones que no controla, la tía Pen (actriz Jill Bennett), una mujer de salud muy delicada por sus problemas de corazón y de estabilidad muy quebradiza que caracteriza a su personalidad, o la joven vecina Bobbie Medman (actriz Pamela Franklin), que se convierte en la persona de confianza de Joey, aunque presenta ciertas pérdidas de la noción de la realidad motivadas por una vida personal donde no se están cumpliendo sus sueños y los cambia por la fantasía. Como pueden comprobar, esta película lo tiene todo para dar cuerpo e intensidad a un buen drama dentro esta obscura atmósfera de suspense.
“A Merced Del Odio” es una película que marca, que impresiona, que fascina por la terrible crudeza con la cual se presentan en escena los actos más horribles. “A Merced Del Odio” atesora imágenes y escenas en su celuloide que quedarán indeleblemente grabadas en la mente del espectador como, por ejemplo, la estoica entrada de la niñera en la casa a pesar de las muestras de sufrimiento de Virginia Fane ante el retorno de su hijo Joey, el contraste emocional existente en la escena de la cocina donde la sonriente niñera saca la tarta que ha comprado para dar la bienvenida a Joey (mientras se escucha a los padres discutir en otra estancia), la cara de profunda tristeza y de terrible desamparo interior que transmite el rostro de Virginia Fane cuando sale del cuarto y cómo los recuerdos de su hija Susy y su muerte le siguen atormentando, la macabra broma que Joey le gasta a la señora Griggs (actriz Nora Gordon), la ausencia de cualquier muestra de cariño en Bill Fane en el hospital psiquiátrico cuando llega su hijo, los dibujos pintados por los niños expuestos en una de las paredes del hall del hospital, la mirada de rechazo y de desprecio que Joey muestra nada más ver a la niñera, o la impactante imagen de Virginia ante el espejo y el reflejo de la entrada sonriente de Joey en la habitación, una de las mejores escenas en esta película. Lo retorcidamente siniestro está presente cuando Joey guarda la soga debajo de la almohada, cuando Virginia y su hermana Pen charlan y sale a la luz el accidente tras el cual la niñera se hizo cargo de Virginia, la tensión que se respira cuando la niñera le advierte muy seriamente a Joey después de la peligrosa broma al lechero, cuando Joey le gasta a la niñera una broma muy cruel para impresionar a su vecina Bobbie utilizando su muñeca en la bañera, las serias amenazas de Joey a su madre, o la impactante escena en la cual la niñera trata a Virginia como si fuera una niña pequeña para que se coma la cena. ¡¡¡Unas imágenes que lo dicen todo!!! Impresiona observar la indiferencia emocional de Joey tras el envenenamiento de su madre, o tras haber acusado a la niñera de tratar de ahogarlo, o la escena en la cual Joey le cuenta la muerte de su hermana a Bobbie, u otras tan inolvidables como la inquietante imagen de tía Pen durmiendo con los latidos de su corazón como sonido de fondo, la siniestra secuencia cuando tía Pen sufre un ataque al corazón en la cocina y trata de llegar como puede a la habitación para tomar su medicina, la reacción que tiene la niñera en esta situación de emergencia y sus revelaciones a tía Pen, o la entrada de la niñera en la habitación de Joey y la posterior escena de la bañera. ¡¡¡Arte interpretativo por excelencia!!! En definitiva, esta película es una exquisita muestra del mejor cine de la década de los sesenta, y con la magia y la inquietud que provocan en el espectador las imágenes rodadas en blanco y negro. “A Merced Del Odio”, película de culto dentro del cine de horror y suspense. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.