WILLIAM SHAKESPEARE “A BUEN FIN NO HAY MAL PRINCIPIO” (Reseña #2177).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS XIV.

Reseña Cultural: 2177 // Reseña Literaria: 650
Reseña actualizada. Publicada el 10 de abril del año 2011 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information :
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: RBA
ISBN: 84-473-2940-2
Edición: 2003 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 255

“A buen fin no hay mal principio, aunque la suerte parezca tan adversa y los medios tan desfavorables.”

“A Buen Fin No Hay Mal Principio” es una inteligente y dinámica obra literaria donde el ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616) critica muy duramente la moral social dominante en su época. Una moral de la apariencia pública donde la persona interesada en ser valorada socialmente por su moral y ética correctas, debía siempre mostrar unos exquisitos modales como prueba de tales virtudes, quedando además su elegante comportamiento con las personas como ejemplo irrefutable de las firmes creencias que aparentemente atesoraba. Un dominio de las apariencias, valoradas por encima del trasfondo humano real del individuo, que condicionaba totalmente las relaciones sociales entre personas y clases sociales, y donde los lobos disfrazados de ovejas eran inequívocamente los que triunfaban con aquellas reglas del juego sociales. Además, William Shakespeare también destapa el sinsentido del código cortesano tras el cual se oculta la maldad y la extravagancia, al mostrar muy claramente cómo los prejuicios sociales determinados exclusivamente en función de los modales, terminaban convirtiéndose en un envenenado fruto social al fomentar el uso de la máscara, la extensión de los convencionalismos y de los formalismos, y la promoción de quienes tomaban la hipocresía y la banalidad intrascendente como garantía de éxito en su buena imagen social. La obra “A Buen Fin No Hay Mal Principio” también es una comedia donde el conflicto se vuelve más y más intenso según sus protagonistas nos van mostrando sus distintas personalidades, miedos, objetivos, pensamientos… aumentando el interés del lector hasta el final del libro según van desarrollándose los hechos. Con París, Florencia y el Rosellón como escenarios principales de esta historia, “A Buen Fin No Hay Mal Principio” sorprenderá a los bibliófilos lectores de Lux Atenea con esta trama llena de enredos, argucias, engaños, y trampas donde las cartas escritas por algunos de sus principales personajes adquieren una gran importancia en el esclarecimiento de las más diversas situaciones, junto a conversaciones inteligentes y muy punzantes como cuando la condesa del Rosellón habla con Palabras (nombre del personaje perteneciente al séquito de Beltrán), cuando Lafeu habla con el bufón, o cuando Diana habla con el rey de Francia. Mentiras que acaban siendo descubiertas, cartas comprometedoras, objetos clave en la trama como la sortija de Helena, intentos de desacreditación pública entre personajes, sibilinos engaños destinados a hacer realidad un difícil reto… En definitiva, “A Buen Fin No Hay Mal Principio” es una de las obras de William Shakespeare que más admiración les despertará, pese a los errores geográficos típicos en el autor (la ciudad de Florencia no tiene puerto). Y un excelente libro donde no falta la referencia a otra de sus grandes obras en sus páginas: “Troilo y Crésida” (leer reseña).

“La vida humana es como una trama tejida con hilos buenos y malos a la vez.”

Durante la lectura y análisis del libro “A Buen Fin No Hay Mal Principio” me sorprendió la importancia que William Shakespeare le dio al individualismo a la hora de perfilar cada uno de sus principales personajes. En estas gloriosas páginas encontrarán a un anciano señor llamado Lafeu que destaca por su visión crítica y analítica de la vida desde un punto de vista bastante pragmático, la condesa del Rosellón se presentará siempre con palabras muy cabales en cada acto, su bufón se expresará desde una posición muy machista y misógina, o el rey de Francia se mostrará aquejado de una sangrante enfermedad que lo ha dejado impedido, y al que solamente la joven Helena será capaz de curar sus dolencias. Un rey de Francia que se manifestará a lo largo de toda esta historia como el monarca shakesperiano más benévolo de toda su obra literaria. Pero uno de los personajes más corrosivos y cínicos en esta obra es Palabras, persona de confianza para Beltrán, y el cual únicamente busca su propio confort y beneficio. Palabras representa al ser humano en su manifestación más materialista, corrupta, irresponsable, cobarde, y egoísta. Un ser que inspirará muy poca confianza al culto lector de Lux Atenea ya que representa fielmente a todas esas personas que, de cara a los demás, siempre se les llena la boca de lo que va a hacer y dirigir, pero nunca llegan a hacer nada. Por todo ello, las palabras pronunciadas por Palabras solamente se quedarán en eso mismo, en palabras y nada más, aunque sorprendan y seduzcan a todos aquellos que las escuchan. Unido a ello, Palabras también es una persona rencorosa que tratará de vengarse de Lafeu, disfrutará engañando a Helena con el beneplácito de Beltrán, y también no dudará un segundo en traicionarlo en cuanto su vida corra peligro.

“Haz de manera que puedan echarte en cara haber callado, pero nunca haber hablado.”

Sin duda alguna, la vil personalidad de Palabras es una de las que más destaca en esta trama, pero quien verdaderamente se erige como protagonista principal de esta pasional historia es Helena, una mujer inteligente que, de una forma u otra, siempre termina consiguiendo todo lo que quiere. Helena es idealista, ese idealismo romántico propio del siglo XIX, pero con la ausencia de lo ético y de lo moral que es una de las características propias de la sociedad posmoderna del siglo XXI. William Shakespeare sorprenderá al lector con esta mujer independiente y con talento que pasará de la inocencia en su particular visión del amor, a otra mucho más experimentada y realista donde los hombres son observados como seres limitados y previsibles. Helena es un personaje oscuro, complejo, reflexivo, planificador, y previsor que, además, posee ciertas dotes un tanto mágicas. En “A Buen Fin No Hay Mal Principio”, Helena no dudará un segundo en traspasar las ingenuas fronteras de la virtud para adentrarse en el pantanoso terreno de la mentira y de las estratagemas con el objetivo de que su gran amor, Beltrán, llegue a confirmar su amor por ella. Una confesión que, aparentemente dicha de propia voluntad, en realidad habrá sido provocada por sus enredos ocultos tras haber sido previamente despreciada en público por Beltrán, ya que la rechaza por ser de una clase social inferior a la suya. Beltrán es una persona pasional, inmadura, y sin experiencia en la vida que, convertido en el típico héroe socialmente admirado, termina siendo dominado y derrotado públicamente por una mente mucho más sutil y maquiavélica. Helena, tras ser humillada (Beltrán se negará hasta a darle un abrazo pese a ser su esposa) y retada (a través de una carta escrita por su propio marido), solicitará la ayuda de la anciana viuda de Florencia para llevar a cabo sus planes en cuanto se entera de la irresistible atracción que Diana, la hija de la anciana, le provoca a Beltrán. A partir de ese mismo instante, el resto de la obra se convertirá en una enredosa trama donde Helena luchará con todas las armas a su alcance contra su injusto destino. La visión lujuriosa de los hombres en su trato con las mujeres que William Shakespeare muestra en “A Buen Fin No Hay Mal Principio”, da ese trasfondo literario que será desarrollado en su máxima extensión y complejidad durante los siglos XIX, XX, e incluso, en esta centuria.

“El peligro y la muerte marchan siempre detrás de los héroes.”

De la magna obra “A Buen Fin No Hay Mal Principio” emana esa inconfundible y oscura esencia que marcó la época del Barroco. La lujuria y las pasiones amorosas que llevan a la perdición, la vejez vista como sinónimo de la falta de animosidad, la juventud como fuente inagotable de energía y virtud, la decadencia espiritual que viene tras los sinsabores que ofrece la vida… En definitiva, un magnífico libro donde el amor acaba cubriéndolo todo con el poderoso perfume de los sentimientos y de las pasiones humanas. Una trama con un mensaje abierto a la interpretación del lector, o del espectador en su representación teatral, y donde las pinceladas irónicas se presentarán muy corrosivas en algunas ocasiones porque a lo largo de la obra todo se cuestionará desde diferentes perspectivas existenciales. Nadie dudará que, en el mensaje fundamental de “A Buen Fin No Hay Mal Principio”, se tratan de justificar todas las argucias concebidas para obtener lo que se desea y que, en la Inglaterra Isabelina de William Shakespeare, la sobrevalorada apariencia pública engañaba y provocaba una hipocresía social prácticamente endémica. Una historia con personajes que se mueven con soltura dentro del teatro de las apariencias, y en ese delicado término medio donde los hechos no se pueden llegar a juzgar con rotundidad desde líneas muy firmes y claras sobre qué es el Bien y el Mal. Con este individualismo en estado puro que caracteriza a sus principales personajes, en esta obra de William Shakespeare, la sexualidad aparece como un camino que garantizará la felicidad de todo aquel que desee vivir junto a la persona amada. Una obra que termina situándose en completa armonía con la perspectiva posmoderna que está definiendo y perfilando la evolución de la sociedad del siglo XXI. Pero, en esta obra, se rompe definitivamente con la valoración del individuo en función de su origen, quedando sus virtudes como persona como auténtica esencia. Además, en “A Buen Fin No Hay Mal Principio”, Helena representa fielmente a la amoral mujer posmoderna que solamente se adentra en el terreno de la ética como medio para poder garantizarse el objetivo que desea alcanzar, y como garantía de la defensa incondicional del derecho al amor libremente elegido y al individualismo. Todo coincide con la perspectiva existencial posmoderna. También William Shakespeare llega a transmitir esa posmodernidad hasta en el abismo emocional y existencial que separa a unas generaciones de las otras en esta obra, pese a que todas ellas han nacido en la misma tierra y comparten la misma cultura. Una barrera entre generaciones que los cultos lectores de Lux Atenea pueden observar en la actualidad en este siglo XXI tan avanzado como cambiante, y donde las generaciones parecen no diferenciarse por las décadas en las que nacieron, sino casi por el lustro en el cual vieron la luz por primera vez en este mundo. “A Buen Fin No Hay Mal Principio”, deseos, sentimientos, y pasiones humanas en una de las obras de William Shakespeare conceptualmente más innovadora, vanguardista, y socialmente visionaria. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“El fin es la corona de las empresas. Cualesquiera que sean los accidentes de su curso, siempre es el fin lo que decide de su gloria y mérito.”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “LA TEMPESTAD” (Reseña #2171).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS XIII.

Reseña Cultural: 2171 // Reseña Literaria: 644
Reseña actualizada. Publicada el 5 de abril del año 2011 en Lux Atenea conmemorando el 400º aniversario de la publicación de la excelsa obra de William Shakespeare “La Tempestad” (1611).

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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: RBA
ISBN: 84-473-2948-8
Edición: 2003 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 223

“Los juramentos más fuertes sólo son paja en la hoguera de los sentidos”.

Desde la primera vez que leí y analicé esta excelsa obra literaria escrita por el ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616), lo que siempre me ha fascinado de “La Tempestad” es el rotundo carácter mental de toda su trama. Una historia donde todos los hechos que suceden en ella han sido organizados y provocados por un mago llamado Próspero, de inmisericorde e inclemente personalidad, quedando la intencionalidad de tales acciones finalmente oculta en la mente de este poderoso y enigmático personaje. Una magna obra donde cada uno de sus protagonistas, a los bibliófilos lectores de Lux Atenea les dará la sensación de ir únicamente a lo suyo, y donde su unión con otros personajes siempre vendrá motivada por el interés personal más que por la solidaridad y la ayuda. Con tal división de individualidades que Próspero trata de provocar y de consolidar para dirigirlos hacia donde a él más le interesa tenerlos para su servicio, cada uno de ellos se encuentra inmerso en esta efectiva y sibilina manipulación a través de la cual Próspero los condiciona sin que sean conscientes de ello. Además, la incapacidad manifiesta de Stéfano para sustituir a Próspero, la falta de autocontrol y de atracción fatal por el Mal que caracteriza a Calibán, la capacidad de Próspero para entrar en contacto con los espíritus… dejan a uno pensativo sobre si en realidad estamos leyendo una obra escrita en el siglo XVII en vista a su intrigante temática y al estilo con el cual se ha escrito su trama. A nadie le sorprendería si le dijeran que este libro se publicó en el siglo XIX o XX, pero ya han pasado cuatrocientos años desde que estas páginas fueron presentadas por primera vez al público.

“Hay placeres que son penosos; pero ese mismo pesar les da un nuevo encanto.”

En la obra “La Tormenta”, los cultos lectores de Lux Atenea serán testigos de tensas y dramáticas escenas como, por ejemplo, cuando la nave se encuentra desafiando a la terrible tormenta, cuando se controlan los actos conspiratorios de Antonio y Sebastián, cuando Fernando es sometido a prueba, cuando Próspero manipula hasta la locura a Alonso, Antonio y Sebastián mediante ilusiones y conjuros, cuando Calibán se rebela, cuando las muñecas vivientes sirven el banquete que Próspero le ofrece al rey y a su comitiva… Momentos imborrables en la mente del lector y que le ayudan a sumergirse en un mundo fantástico donde nuevas sorpresas se encuentran a la vuelta de cada página del libro. Una tormenta en el mar, una isla misteriosa, un entorno desconocido, un imprevisto rescate… dan este impresionante y maravilloso cuerpo literario a una trama oscura y psicodélica donde el tiempo parece que ha preferido mantenerse al margen del escenario principal donde se desarrolla esta cautivadora historia. En la isla de Próspero a donde llegan estos personajes, el tiempo se encuentra profundamente alterado pese a que, durante toda la obra, no pasan más de cuatro horas. Un periodo de tiempo que ha debido de ser excesivamente estirado para poder cubrir cada uno de los acontecimientos que en este libro se desencadenan, salvo si tenemos en cuenta los poderes mágicos con los cuales Próspero lo manipula todo. Con Próspero omnipresente controlándolo todo, y donde cada segundo en la vida de estas personas y seres es observado y analizado, sus actos siempre se convertirán en la realidad de una acción si es consentida por Próspero. Y es que el tiempo y los sucesos en “La Tempestad” quedan tan distorsionados y redimensionados que parecen propios del mundo de los sueños, ese inabarcable lugar donde todo es posible para la mente humana.

“A veces los procedimientos más mezquinos dan resultados magníficos.”

Pero, aunque los poderes de Próspero parecen llegar a parecer supremos, hay dos cosas que su potente magia no puede hacer: manipular los sentimientos en las personas, e interferir en el proceso y evolución del medio natural. Unos límites que condicionarán el sentido y el desarrollo de la trama hasta el final de la obra. Como es obvio, Próspero no es un nigromante sino un mago con profundos conocimientos en hechizos que no duda en utilizar para el beneficio propio. Además, bufones como Trínculo, seres deformes como Calibán, genios como Ariel, Iris, Ceres y Juno… acompañan a Próspero en su isla, dando estas pinceladas fantásticas al libro que tanto les sorprenderán. Su lectura provocará que la imaginación del lector se active, despertando sospechas y divagaciones de todo tipo según vaya avanzando a través de los sorprendentes acontecimientos que dan impulso a su enigmática trama. Una complejidad argumental que invitará a subjetivas interpretaciones y reflexiones a todos los lectores de Lux Atenea que decidan adentrarse en este mágico mundo. Como podrán comprobar, en el libro “La Tempestad” se toca un tema literario muy arriesgado y sorprendente viniendo de un escritor como William Shakespeare, ya firmemente consolidado en su época. De por sí, algunos expertos hablan de su obra “La Tempestad” como la primera novela fantástica escrita en la era moderna. “La Tempestad”, excelsa obra literaria que jamás pensarían que pudiera escribir un genio de la literatura como William Shakespeare. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Entrañas virtuosas pueden dar hijos culpables.”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “CUENTO DE INVIERNO” (Reseña #2166).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS XII

Reseña Cultural: 2166 // Reseña Literaria: 639
Reseña actualizada. Publicada el 5 de abril del año 2011 en Lux Atenea.

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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: RBA
ISBN: 84-473-2952-6
Edición: 2003 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 207

“Si la razón obedece al amor, sigo a la razón. Si no, mis sentidos, más satisfechos con la locura, le darán despedida.”

Escrita en el año 1611, “Cuento de Invierno” es una obra concebida por el ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616) como relato perfecto para ser contado en las noches invernales. Con una trama basada en la famosa obra “Pandosto” escrita por Robert Greene, incluso ha habido expertos que han visto cierto paralelismo entre “La Divina Comedia” (leer reseña) de Dante y “Cuento de Invierno”. Aparte de estas consideraciones literarias, lo que es inevitable es que los bibliófilos lectores de Lux Atenea lleguen a establecer una relación directa entre “Cuento de Invierno” y otra obra de William Shakespeare como “Mucho ruido y pocas nueces”. Con hechos que suceden en Sicilia, al igual que en “Mucho ruido y pocas nueces”, y en una errónea geografía perteneciente a Bohemia (William Shakespeare le concede salida al mar a Bohemia, un error que posiblemente recogió de la obra “Pandosto” donde también se adjudicaba esa particularidad geográfica), la crudeza del invierno se convertirá en el ambiente ideal para trasmitir esta sensación de apuro, de desamparo, y de decaimiento, mientras la venganza por celos hace acto de presencia en esta extraordinaria obra en manos de Leontes, rey de Sicilia, condicionándolo todo. Un aciago personaje que extenderá el infortunio, el dolor, y el miedo entre quienes le rodean y cuya penitencia durará dieciséis años. Con la estatua como eje simbólico que resulta clave en esta obra, en “Cuento de Invierno” sentirán esos gélidos e inhóspitos momentos que siempre se han de presentar y padecer antes de llegar al cálido y luminoso renacimiento, dando continuidad literaria a la relación que William Shakespeare acostumbraba a establecer entre juventud e inocencia. Además, uno de los enfoques literarios que más me ha gustado de esta obra es el peso absoluto que William Shakespeare deposita en los hombros de los seres humanos a la hora de dar sentido a su desgracia, alejando cualquier interferencia o influencia divina en la aparición o desarrollo de lo trágico en el destino de sus vidas. Cada individuo pasa a ser el único responsable de las dramáticas consecuencias de sus actos.

“Cohabitas con la nada y en la nada engendras.”

La historia de “Cuento de Invierto” comienza cuando Políxenes, rey de Bohemia, decide visitar Sicilia para ver a su amigo, el rey Leontes, sin sospechar que ciego de celos terminará por dudar de su honestidad relacionándolo con su fiel esposa Hermione e imaginando que ambos le quieren traicionar, por lo que ordenará al noble Camilo que lo envenene. Avisado Políxenes por el propio Camilo, ambos huirán de Sicilia dejando a Leontes sin ver cumplidos sus letales deseos, por lo que poseído por la ira, decidirá tomar represalias contra su esposa que, en esos momentos, está siendo acompañada por su hijo Mamilio mientras le narra un angustioso y fantasmagórico cuento de invierno. Obsesionado con la infidelidad de Hermione, es finalmente encerrada en la celda de una prisión por haber cometido adulterio, a la vez que ordena consultar al oráculo de Delfos para saber la verdad. Durante su cautiverio, Hermione dará a luz a una niña, Perdita, y, tras ser presentada al rey por Paulina, esposa de Antígono, Leontes creyendo que Perdita es la prueba definitiva que confirma la traición de su esposa con Políxenes, ordenará al noble Antígono que coja a la niña y la abandone en una playa. Cuando el oráculo de Delfos llega a la corte confirmando la inocencia de Hermione, el rey trata de desacreditarlo, pero la muerte de su hijo Mamilio durante el proceso abrirá los ojos de Leonte ante el injusto trato que estaba dando tanto a su esposa y a su hija, como a su amigo Políxenes. Cuando su hija Perdita es encontrada por un viejo pastor, a partir de ese instante, en la trama de este interesante relato se irán desarrollando una serie de acontecimientos protagonizados por Hermione, Paulina, Florisel (hijo del rey Políxenes), Antíloco (un bribón), el viejo pastor, y el bufón de su hijo. Estatuas que cobran vida, el desconocimiento de un pasado que trata de salir a la luz, enamoramientos que vuelven a armonizar los trágicos hechos ocurridos, y que junto a las pícaras canciones de Antíloco, provocarán que el bibliófilo lector de Lux Atenea encuentre ese toque humorístico y sarcástico de los hechos durante la segunda mitad de la obra. Además, darán ese punto intrigante a una obra de William Shakespeare donde volverá a hacer hincapié en aquellas personas que simulan su muerte para luego volver a aparecer con vida al final de la historia. “Cuento de Invierno”, magnífica obra literaria donde la vida humana es vista como un largo camino de perdición ocasionalmente roto por algunos momentos de felicidad. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“No es hereje quien perece en el fuego, sino quien lo enciende.”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “MACBETH” (Reseña #2156).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS XI.

Reseña Cultural: 2156 // Reseña Literaria: 630
Reseña actualizada. Publicada el 5 de septiembre del año 2008 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por: RBA
ISBN: 84-473-2930-5
Edición: 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

“Sólo tiene vida en mí lo que aun no existe.”

Cercana a la frontera conceptual de la novela negra, “Macbeth” es una extraordinaria obra trágica escrita por el ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616), tras haberse inspirado en la historia de Macbeth incluida en las crónicas de Holinshed publicada en el año 1587. Pese a que William Shakespeare situó la acción de esta dramática historia en Escocia, no se corresponde en absoluto con las tierras escocesas que todos conocemos. Un detalle muy importante que debemos tener muy en cuenta durante toda su lectura. En el año 1606, William Shakespeare escribió “Macbeth” como historia a representar en el teatro en presencia de su alteza Jacobo I, y siendo cortesía especial ante el rey de Dinamarca Christian IV, ilustre invitado de la Casa Real inglesa. Como analista cultural, una de las cualidades literarias que más me gusta de su mítica obra “Macbeth” es que se presenta como una trama en la cual William Shakespeare no busca solamente la justicia como eje principal de la obra, sino que también ve imprescindible provocar en el criminal ese cargo de conciencia necesario para dar más fuerza aún a la justicia que se ha de llevar a cabo. Además, hablando desde el punto de vista psicológico, “Macbeth” es una de sus obras más completas y complejas, e ineludiblemente terminará implicando al bibliófilo lector de Lux Atenea en una serie de cuestiones éticas y morales sumamente delicadas. Explotando con maestría este trasfondo literario, Willliam Shakespeare complicará un poco más el posible establecimiento de una línea entre lo correcto y lo incorrecto en este relato, moviendo todos los engranajes de la obra para que “el crimen pueda consumar lo que ha empezado el crimen”. Una expresión más suave a la hora de decir que “quién a hierro mata, a hierro muere” porque, en “Macbeth”, el poder del Mal llega a ser tan avasallador que el Bien y la bondad no son suficientes para apartarle de sus dominios. Aquí, el Bien queda simplemente como una idea deseable para poder corregir el rumbo tomado por el tirano en su mandato, pero William Shakespeare deja muy claro que es un pensamiento irrealizable a todas luces.

“Estoy en un mundo donde a veces se tiene por locura hacer el bien, y se tributan elogios a la maldad.”

Adentrándonos en esta apasionante obra, la victoria de Macbeth y Banquo sobre el rey Suenon de Noruega le sale muy cara al rey Duncan. Una deuda que pagará con su sangre. Tras esta victoria, el rey Duncan cometerá un grave error al nombrar a su hijo Malcolm como heredero al trono, sorprendiendo al culto lector de Lux Atenea por la inocencia, irresponsabilidad, e inmadurez que envuelve a este acto, siendo algo impropio en una persona de su posición frente a esa situación. La consecuencia de tales actos no se hará esperar, y será el origen de un horrible periodo marcado por asesinatos y muertes que dejarán huella en el futuro gobierno de Escocia. El rey será asesinado. Banquo encubrirá el crimen cometido por Macbeth pero, al conocer lo que nadie debe conocer, también quedará marcado su destino con el sello de la tragedia por orden del nuevo rey. Más aún, tras conocer Macbeth el augurio comentado por las brujas sobre el futuro de Banquo. Macbeth lucha contra su conciencia, pero le puede más su ambición y sus ansias de poder, por lo que no dudará un instante en hacer uso del asesinato no sólo para conseguir el poder supremo, sino también para que permanezca en sus manos. Personificando a la maldad, ejecutará sus acciones de manera precisa, instantánea, y fulminante sin que le tiemble el pulso, pero, curiosamente, Macbeth es una persona que tiene autocrítica, que se juzga a sí mismo con absoluta rigidez, y teme mucho más la mala opinión que él pueda llegar a tener de sí mismo, que la horrible visión que de él tengan el resto de las personas. Por este motivo, el peor enemigo de Macbeth se llamará Macbeth.

“Aquí las sonrisas son puñales.”

Macbeth es ambicioso y se muestra implacable con quienes se oponen a sus designios. Macbeth no teme a Dios, sino que se teme a sí mismo, y este elemento crucial de su personalidad provocará que se corrompa y aniquile desde dentro de sí mismo. Macbeth se ve como líder indiscutible de la comunidad pero, con el talón de Aquiles de su inestable personalidad, desconfía porque no se ni fiaría de sí mismo. Con esa rabia y ese fuego interior imposible de apagar, se comportará con el resto de las personas que le rodean de forma despótica hasta la saciedad y sin ningún tipo de límite, atrapando a sus súbditos en una tela de araña de corrupción y falta de ética que los llevará a vivir en la absoluta desconfianza entre ellos. En esta delicada situación, cada uno de sus vasallos terminará encerrándose en una individualidad forzosa porque, al encontrarse totalmente condicionados por el abusivo modo de gobernar del rey, sus inseguridades dan forma y solidez a su propia cárcel psicológica dentro de la prisión de sus pensamientos. Y si hablamos de Lady Macbeth, su esposa, sabe muy bien cómo manipular a Macbeth para conseguir que haga lo que ella desea pero, una vez Macbeth ha alcanzado el poder y es nombrado rey, pierde toda su influencia y su control sobre los hilos que permitían manejar a Macbeth según su antojo y criterio. Pese a que Lady Macbeth es cómplice y encubridora de los crímenes cometidos por Macbeth, y aunque pueda parecer al bibliófilo lector de Lux Atenea que posee una personalidad fría y calculadora, el sentimiento de culpa acabará afectándola igualmente. Terminará siendo prescindible para los intereses de su marido una vez ha conseguido lo que buscaba y, al final de la obra, Lady Macbeth acabará viendo la opción del suicidio como única salida a su desesperante situación.

“Muchas veces tenemos por amor lo que es verdadera desgracia.”

La presencia de lo sobrenatural es constante en toda esta historia. Espíritus que aparecen y desaparecen de la escena, sombras, sonambulismo, presagios… aspectos que dan un siniestro colorido literario a esta obra hasta dar una fuerza y un ambiente muy especial a las escenas que aquí se desarrollan. Además, la presencia de las brujas acabará sorprendiendo al lector por el mensaje de sus presagios, condicionando gran parte de sus pensamientos sobre las acciones leídas. Como gran momento estelar que resalta el protagonismo de estos hechos sobrenaturales durante la obra, destaca especialmente la escena donde Macbeth ve al espíritu de Banquo sentado en su asiento durante la cena. Una imagen que únicamente verá él entre todos los allí presentes. Una figura fantasmagórica que lo dice todo sin tener que decir nada. Malcolm versus Macbeth, el Bien contra el Mal, la luz frente a la oscuridad, y en un ambiente tan opresivo, el enfrentamiento entre Macbeth y Malcolm terminará siendo inevitable. En la lucha final, el ímpetu guerrero de Macbeth y su seguridad en la victoria se vendrán abajo tras descifrar con claridad la última profecía de las brujas. Eso sí, sin dejar de luchar acabará aceptando conscientemente el inexorable destino que ha vislumbrado. En definitiva, “Macbeth” es una atrayente historia de crueldad, de amoralidad, de violencia, y de ausencia de ética alguna como culto existencial al lema “El fin justifica los medios”. ¿Cuántas veces a lo largo de la Historia de la Humanidad se ha logrado alcanzar el poder a través de la traición y del derramamiento de sangre? “Macbeth”, el poder supremo, los miedos interiores, y la misantropía amalgamados en una sola persona. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“¿De qué sirve el poder sin la seguridad?”

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “CORIOLANO” (Reseña #2151).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS X.

Reseña Cultural: 2151 // Reseña Literaria: 625
Reseña actualizada. Publicada el 17 de octubre del año 2007 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2932-1
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE CORIOLANO

“Dame un beso largo como mi destierro, dulce como la venganza.”

Si el culto lector de Lux Atenea quiere encontrar una obra del ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616) con una trama intensa, tanto en hechos como en escenarios, el libro seleccionado será “Coriolano”, la historia de un laureado y valiente militar romano que acaba sufriendo la injusticia a manos de los mismos ciudadanos a los que defendió. En la obra “Coriolano” el combate se mostrará impetuoso, viril pero sin picardía, y sin esa visión maquiavélica que lo podría convertir en crucial, en invencible. Un combate que podría encumbrar hasta alcanzar el poder para no abandonarlo jamás porque Coriolano es la fuerza interior poderosa y desmedida, imparable, pero cuyo centro de gravedad puede ser manipulado por agentes externos en pro de su perjuicio personal. De por sí, en “Coriolano”, el refrán “más vale maña que fuerza” estará siempre presente durante todo el desarrollo de la trama. Es verdad que Coriolano es un héroe y, como buen militar romano, demuestra su culto al valor y a la valentía. La retirada, la derrota, y el deshonor no tienen cabida en su enérgico ser, pero en una persona de su posición y con su poder, un orgullo tan hinchado suele conducir al irremediable fracaso futuro. Un aspecto de su personalidad que queda más acentuado todavía al no ser magnánimo, ya que Coriolano es el orgullo extremo que no acepta oposición ni sombra, y siempre siente la clemencia como un intento de humillación. Coriolano también es una persona con grandes virtudes, y la codicia no lo tienta porque no es esclavo de lo material. La ambición tampoco osa decir su nombre porque en sus principios no tiene refugio, y la adulación o la pleitesía son rechazadas por su fétido olor. Coriolano es íntegro y noble, pero insensible al dolor que provoca la verdad que sale de sus labios y cae debido a su negativa a no decir la verdad porque, como hombre virtuoso que es, como héroe, desprecia la mentira. Por este motivo, termina despreciando al populacho por su falta de principios y se convierte en una persona solitaria enfrentada a una multitud hostil cuando, en realidad, deberían mostrar respeto y agradecimiento a Coriolano por los siglos de los siglos.

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“Mejor quiero servirlos a mi manera, que mandar sobre ellos.”

Existe un nexo de unión entre Timón de Atenas y Coriolano: su pueblo y sus gentes los han despreciado y los han humillado. A Timón de Atenas (leer reseña) negándole una caridad de sobra merecida, y a Coriolano expulsándole de una ciudad que tantas veces había defendido y salvado de la catástrofe. Ambos casos son ejemplos claros del súmmum de la ingratitud. Coriolano es franco y muy claro como Timón de Atenas, dice las cosas que piensa sin importarle lo que la gente opine sobre ellas, y para Coriolano, las personas están con él o contra él, y no existe el término medio. Las cosas son blancas o negras, y los seres grises le parecen de lo más despreciable. Además, a la plebe le gusta ver caer a aquellos que poseen principios férreos e inamovibles, y oponen el victorioso peso de su número a la frágil perfección de la Bella Virtud. Coriolano desprecia lo plebeyo y le gusta someter a la plebe, y esta conducta tiende a irritarla y volverse en su contra. Desprecia la opinión pública y, si viviera en la actualidad, los bibliófilos lectores de Lux Atenea no tendrían ninguna duda de que sería considerado como “hombre políticamente muy incorrecto” y tildado de fascista hasta la médula. En esta extraordinaria obra también podemos ver el reflejo del inmenso poder de la palabra, capaz de derribar a la persona más poderosa si no lo tiene en cuenta ni atiende a sus provocaciones y desafíos. Por este motivo, Coriolano acaba siendo la valiente oveja rodeada por el rebaño de lobos disfrazados de tiernas y dulces ovejitas. El héroe cae derrotado ante tal avalancha opositora porque el héroe no ha nacido para vivir entre seres humanos, sino para tener su existencia en el Universo Celestial al lado de seres brillantes y cristalinos como él. Un heraldo del Poder Omnipresente, y la derrota en la tierra de los seres humanos se convierte en la garantía para entrar en lo divino. Lo terrestre tan solo es una prueba, la última y más dificultosa prueba antes de entrar en el Reino Sagrado de la Pureza y de lo Eterno.

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“Nunca ha sido mi intención pedir limosna a los pobres.”

Coriolano es el personaje más cercano al pensamiento de William Shakespeare, caracterizado por el rechazo absoluto a la muchedumbre y al rebaño humano. Destellos de misantropía ante una unión humana basada en aspectos de lo más inhumanos, de lo más bajo, repugnante, y rastrero. La civilización siempre estará representada por el individuo brillante, especial, y poseedor de dones que permiten cambiar y evolucionar a la plebe porque el vulgo es en sí, caprichoso, degenerado, corrupto, y decadente. Si no fuera por los héroes y por los auténticos líderes, la existencia humana ya se habría podrido entre tanta suciedad mental y abandono existencial. Pero Coriolano también tiene su punto débil al ser muy fuerte su pasión, y al dar un valor exagerado a la familia, institución que incluso limita su independencia porque Coriolano es leal a la familia por encima de todo. Otra de sus debilidades es su ignorancia del amor, su nula caridad dada con nobleza, no ver y sentir el amor con la pureza de la inocencia, y no ofrecer su amabilidad ante lo justo, ante lo trabajado, ante lo que ha merecido esa recompensa por el esfuerzo realizado. Coriolano suele cegarse con la victoria, comportándose con los demás con unas formas muy despóticas y fuera de lugar, y esta ausencia de ecuanimidad se convertirá en el peor de los venenos para su persona con el paso del tiempo. En definitiva, Coriolano no ha aprendido que la masa humana es una veleta que gira siempre a favor del viento más fuerte, que no tiene memoria, que acostumbra a pasar rápidamente página a la hora de olvidar lo magnífico y lo extraordinario, y los vítores hacia su persona se evaporarán con la misma ligereza que fueron ofrecidos porque, en la masa humana, hasta lo perenne se acaba convirtiendo en caduco. “Coriolano”, lean apasionadamente este libro y… ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“La adversidad es la escuela de las almas.”

WILLIAM SHAKESPEARE - CORIOLANO

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “TITO ANDRÓNICO” (Reseña #2146).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS IX.

Reseña Cultural: 2146 // Reseña Literaria: 620
Reseña actualizada. Publicada el 12 de octubre del año 2007 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2935-6
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE TITO ANDRONICO

“Aun siendo muchas, mis heridas dan fe de la justicia y verdad de mis palabras. Pero callo ya.”

“Tito Andrónico” es el título de la primera obra trágica escrita por el ilustre Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616), destacando especialmente por haber reflejado en sus páginas escenas de tal crudeza y brutalidad que impresionarán a los bibliófilos lectores de Lux Atenea durante su lectura. En esta impactante obra quedarán profundamente sorprendidos al encontrar tales actos bárbaros, sangrientos, y macabros que prácticamente podíamos clasificarlos como gore, resultando un poco difícil de asimilar que esta cruel historia fuera escrita por William Shakespeare en aquella época. Una temática literaria que, desde una perspectiva moderna o posmoderna, al lector del siglo XXI le resultaría más fácil situar en el tiempo a principios del siglo XX, ya que “Tito Andrónico” bordea las fronteras del estilo literario weird menace, recomendando la lectura de la reseña del libro “Los Hombres Topo Quieren Tus Ojos y otros relatos sangrientos de la Era Dorada del Pulp” (leer reseña). Increíblemente, la impresionante obra “Tito Andrónico” fue escrita varios siglos antes.

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“Que la muerte permita a la vida llevar su nombre cuando la vida no tiene más interés que respirar.”

Este escenario está situado en la era del Imperio Romano y el personaje principal que da título a esta obra, Tito Andrónico, representa al romano forjado con el fuego del valor y de la lealtad. También presenta una intolerancia absoluta a la injusticia y un desprecio total a la corrupción y a las actitudes interesadas egoístas, e, incluso, Tito Andrónico se muestra humilde al rechazar la gloria de sus victorias, ofreciendo orgullosamente esa aura dorada de gloria a la ciudad que ama: Roma. Además, su hermano Marco Andrónico es el ejemplo más claro y representativo del romano ética y moralmente justo al servicio de la sociedad, tras haber alcanzado el cargo público de tribuno. Pero este brillante y exitoso entorno no evitará que, en el futuro, Tito Andrónico deba beber el amargo sabor existencial del héroe no aclamado, ya que en realidad es un mártir a la espera de sus inminentes infortunios. La tragedia marcará su destino de forma sangrienta, llevándole ese devenir inmisericorde y dramático a tener que cortar una de sus manos para poder salvar a sus hijos, ignorando que ya habían abandonado esta vida. Su hija Lavinia será violada y mutilada salvajemente por Demetrio y Quirón, hijos de la reina Tamora, y llevando su sentimiento de fidelidad al extremo, Tito Andrónico mata a uno de sus hijos por no seguir las órdenes del César porque, para él, el respeto y la obediencia a la máxima figura del Estado se encuentra muy por encima del individuo y de los intereses de la propia familia. Un angustioso dramatismo que será constante a lo largo de esta historia y, tras la atenta y analítica lectura realizada, destacaría la siguiente escena porque creo que define perfectamente este impactante despliegue gore en el escenario de la acción: Tito Andrónico avanza agarrando la cabeza de uno de sus hijos con la única mano que le queda, mientras su hija Lavinia le acompaña llevando en la boca la mano de su padre recién cortada. Y los bibliófilos lectores de Lux Atenea se preguntarán… ¿por qué Lavinia tiene esa mano en su boca? Porque su lengua y sus manos fueron cortadas previamente por los hijos de la reina Tamora. Como pueden comprobar, el espectáculo más macabro fluye literariamente en las páginas de este libro.

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“Ven, vamos a cegar a tu padre, pues ante tal visión, un padre ha de cegarse.”

Otro personaje a destacar en la obra “Tito Andrónico” es Tamora, reina de los godos, habiendo sido creada con la sulfurosa arcilla de la venganza y recubierta con el brillante esmalte de la astucia, porque su capacidad de manipulación es letal para aquel que se encuentre en su mirada como centro del objetivo. Además, para llevar a cabo sus planes, Tamora no duda un segundo en hacer lo que sea para que se hagan realidad. Su culto al maquiavélico lema de “El fin justifica los medios”, le sirve para llevar a término sus más crueles instintos con absoluta frialdad porque la reina Tamora no sólo busca la derrota de su enemigo: lo que más le alegra es contemplar su humillación en vida y provocarle una terrible existencia entre dolores y sufrimientos. Como es obvio, con la reina Tamora no se juega ni en broma, y un simple despecho, una amenaza lanzada al aire, una desobediencia por banal que sea, o cualquier gesto que suponga un reto o un desprecio hacia su persona, hace saltar de forma inmediata su sed de venganza como un resorte vigorosamente activado en su inconsciente. Uno de los hijos que la reina Tamora más quiere es Alarbo y, su muerte aprobada por Tito Andrónico se convierte en el desencadenante de su sangrienta, letal, e implacable furia.

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“¡Qué festín para mí la sola idea de esta villanía! Que los locos hagan el bien y los justos pidan gracia.”

La reina Tamora es una persona sádica que sabe cómo llevar una afable máscara ante quienes la contemplan, presentando una imagen en público totalmente opuesta a su verdadera naturaleza. Solamente un reducidísimo círculo de personas de su confianza verdaderamente conocen sus despiadados instintos pero, como suele sucederles a las personas cegadas por su propia venganza insatisfecha, Tamora acabará enredándose en esa traicionera red tejida por ella misma. Entre la reina Tamora y Tito Andrónico se encuentra Aarón, una persona que se mueve en la vida únicamente por el interés propio, por los placeres mundanos, y en pro de la satisfacción de su propio Ego, sin importarle lo más mínimo las consecuencias que sus decisiones puedan tener sobre otras personas. Para Aarón, la clemencia es un signo de debilidad; la caridad, una ofensa; y la gratitud hay que transformarla en un reto hacia quien le ha ofrecido su favor, ya que él lo interpreta como un sibilino insulto. Cree que la providencia es la confirmación más clara e irrefutable de la excepcionalidad al tener una posición de privilegio y al ostentar una elevada posición social. Los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo Aarón no tiene una vara con la cual medir las cosas, creyendo firmemente que con el aura del poder se puede salir siempre de cualquier dificultad que el destino le tenga reservado. Para Aarón, la realidad del presente tiene su razón de ser en la satisfacción de sus deseos, y no en la justicia o en la prosperidad de las personas, y es precisamente esta ausencia de base moral o ética alguna lo que hará inevitable su caída cuando se enfrente al valeroso, a quien con ojos inyectados en sangre de venganza, ha visto ultrajada su inamovible e incorruptible fidelidad hacia la figura imperial.

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“Vive en la fama aquel que murió en la virtud.”

Retornando a Tito Andrónico versus Tamora, o sea, a la civilización frente a la barbarie, también representan simbólica y metafóricamente a la civilización que termina necesitando hacer uso de la violencia para sobrevivir, tras verse sometido a la agresión constante de quienes quieren acabar con las bases que lo sostienen. Y bajando a un plano existencial más directamente relacionado con el individuo, en la extraordinaria obra “Tito Andrónico” también encontrarán la tortura, la humillación, la carnicería, la degradación de la belleza y de sus valores, la perversión de los sentimientos… cuando el ser humano se ha convertido en un animal depredador que nunca ve convenientemente saciada su mente con la contemplación placentera del sufrimiento del enemigo, de ahí que este libro destile esos efluvios demoníacos que surgen y se extienden sobre la faz de la tierra cuando el ser humano es el lobo del propio ser humano (homo homini lupus). Tras la lectura y análisis de este libro, y un periodo de reflexión posterior, como analista cultural me pregunto: ¿podemos señalar a la reina Tamora como el personaje más maléfico de esta obra? La verdad es que tengo mis dudas. Aunque en un lado de la balanza tienen mucho peso las crueldades por ella orquestadas, en el otro lado también tienen peso sus razones, ya que si a ella le matan un hijo y de la forma en la cual esa muerte se produce, ¿por qué no va a tener ella el mismo derecho de venganza que Tito Andrónico cree tener cuando posteriormente va a por ella y a por sus hijos? Creo que sí que se puede hablar de desproporción en los actos de venganza de Tamora sobre Tito Andrónico, violando y mutilado a su hija, matando a sus hijos, y llevando a Tito Andrónico incluso a automutilarse. Pero creo que también hay que tener en cuenta que no es la reina Tamora quien inicia esta sangrienta deriva, sino que es la cruel y macabra consecuencia de una acción violenta anterior. Y lo más impactante de todo llegará al final de esta obra como macabro colofón literario, provocando divagaciones profundas sobre esta inolvidable trama. Precisamente son estas cualidades artísticas en William Skakespeare lo que provoca la reflexión en el lector, engrandeciendo aún más su ilustre legado cultural. “Tito Andrónico”, sin duda alguna, la obra trágica de William Shakespeare más brutal, extrema, y radical. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Llevo la venganza en el corazón, la muerte en la mano, la sangre y la revancha martillean en mi cabeza.”

WILLIAM SHAKESPEARE - TITO ANDRONICO

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “TIMÓN DE ATENAS” (Reseña #2141).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS VIII.

Reseña Cultural: 2141 // Reseña Literaria: 615
Reseña actualizada. Publicada el 11 de marzo del año 2007 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2934-8
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE TIMON DE ATENAS

“¿Qué clase de dios es el oro, para que así se le adore en un templo más vil que una pocilga?”

En esta grandiosa obra, el Maestro de la Literatura Inglesa William Shakespeare (1564-1616) nos habla sobre esas amistades que surgen hasta en gentes nunca conocidas anteriormente, cuando Don Dinero se establece generosamente como posesión material de un individuo. En sus páginas, los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo “Timón de Atenas” es una de las más impresionantes y desconocidas obras de este genio literario irrepetible, realizando una dura y afilada crítica sobre la hipocresía y la edulcorada adulación que muestran las personas interesadas, sobre las personas falsas y despreciables, o sobre los seres humanos con maloliente y putrefacta alma. Si a todo ello le unimos que “Timón de Atenas” es la tragedia escrita por William Shakespeare que presenta el final más duro, más cruel, y más triste de todas sus obras, el interés cultural que proyecta será muy atrayente para las personas afines al Arte mostrado a través de la Belleza Siniestra. Timón, protagonista principal de esta historia, es un ser humano que peca de inocente y de ingenuo en cuanto comprueben cómo hace alarde de su riqueza y, sobre todo, de la forma que lo hace. Durante la lectura de estas interesantes páginas, rápidamente tomarán consciencia de que Timón no conoce al ser humano en profundidad, ni tampoco tiene experiencia en la vida al no haber aprendido nada sobre la psicología humana, y sorprende comprobar en esta persona adulta que crea firmemente que todas las personas son tan generosas y tan fieles como lo es él. En un mundo tan ingrato e interesado como lo humano, la hipocresía y el engaño reinan con poder absoluto, y el destino le tiene reservada una cruel lección a Timón, enseñándole con contundente y despiadada crudeza lo equivocado que estaba en su inocente y fantasiosa opinión sobre las personas y sobre la especie humana. La lección que recibirá será terrible y muy directa, y con tal cantidad de sorpresas ingratas, de rechazos, de olvidos conscientes, y de puertas cerradas, que le harán cambiar de opinión en muy poco tiempo hasta hacerle pasar de la ingenuidad inicial a la misantropía más radical. Con su espíritu abatido y su alma hundida tras sufrir las consecuencias del final de su privilegiado estatus social, en el cual vivía aparentemente seguro, solamente encontrará refugio con el retorno a la Madre Naturaleza.

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“2º Señor: Adiós, adiós.
Apemanto: Eres un necio al decir adiós dos veces.
2º Señor: ¿Por qué, Apemanto?.
Apemanto: Debiste guardar un adiós para ti, porque yo no pensaba darte ninguno.”

Comportándose socialmente como si todos los seres humanos fueran santos y buenos, Timón es una persona que disfruta de una extraordinaria posición económica. Además dice lo que piensa, cumple su palabra como si en ello le fuera la vida, pero, lo peor, es que cree que todo el mundo es igual. Por este motivo, tras padecer en sus carnes tan inmisericorde destino, a partir de ese momento empezará a creer que el ser humano le ha traicionado. Sus semejantes le han dado la espalda de forma injusta a través de actos que él jamás hubiera hecho ni apoyado, porque traicionar a alguien así hubiera supuesto traicionarse a sí mismo como persona. Basándonos en ello, podemos llegar a la conclusión de que Timón es un moralista, un idealista, alguien que cree que la sociedad se ha de basar en la moralidad y en la ética porque sin la moral y la ética, no existe confianza en los demás. Y sin confianza, el ser humano se convierte en un depredador insaciable del propio ser humano. Sorprendentemente, los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo Timón también es obcecado e incapaz de autoanalizarse, teniendo una perspectiva existencial monolítica e inflexible basada en que sólo es posible vivir de esa forma, sin tomar en cuenta otros elementos externos que son cruciales en la evolución de cualquier persona a la hora de tener experiencia y de evolucionar. Sin duda alguna, Timón es una persona que no aprende, que no analiza, que no razona, y presenta una pérdida de contacto con la realidad que es absoluta.

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“Apemanto: ¿No sabes leer?
El Paje: No.
Apemanto: Entonces, no perderá gran cosa la ciencia el día en que te ahorquen…”

Desde otro punto de vista, Timón también puede ser tomado como la representación literaria de la visión medieval del ser humano. Una visión espiritual a través de la cual el alma se encuentra en la prisión de la carne a la espera de que la Muerte llegue para liberarla, y así poder partir hacia su auténtico mundo. Durante el periodo de encarnación en la cual el alma permanece atrapada, la vida se convierte en un valle de dolor, de lágrimas, y de desesperanza circunstancialmente tocada por breves momentos de alegría o paz. Una explicación metafísica del sentido de la vida humana difícil de demostrar, pero que puede llegar a sentirse como real e incuestionable si es apoyada sólo por la intuición personal. Una encarnación del alma que, durante esta vida, irá perdiendo su pureza mientras el mundo de lo humano va degradándola. Manteniendo esta perspectiva analítica de la obra, “Timón de Atenas” puede ser vista y sentida como una mirada al Cielo en busca de una paz y una armonía nunca encontrada entre los seres humanos. Una lucha del ideal contra los intereses materialistas que mueven a las personas de forma egoísta, o contra los intereses privados impulsados siempre de forma expansiva e inmisericorde. Timón puede llegar a ser la honradez y la inocencia personificadas, y, en la realidad del mundo de los seres humanos, la honradez y la inocencia como virtudes se pagan muy caras durante la vida. “Timón de Atenas”, el sacrificio de la pureza espiritual en la sociedad humana entregada en cuerpo y alma al culto materialista. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“El que no tiene que alimentar amigos es más dichoso que aquel cuyos amigos son peores que enemigos.”

WILLIAM SHAKESPEARE - TIMON DE ATENAS

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “ENRIQUE VIII” (Reseña #2136).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS VII.

Reseña Cultural: 2136 // Reseña Literaria: 611
Reseña actualizada. Publicada el 5 de marzo del año 2007 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2959-3
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE ENRIQUE VIII

“Los hombres que hacen de la envidia y del odio hipócrita su habitual alimento no temen atacar lo que hay de más virtuoso.”

“Enrique VIII” es la obra escrita por el genio de la literatura inglesa William Shakespeare (1564-1616) que más se acerca a los hechos históricos reales en los que está basado su trama, pero la intención de este ilustre escritor no fue narrar los sucesos ocurridos en aquel periodo de la Historia de Inglaterra, sino crear una obra de teatro donde el esplendor y la grandiosidad hicieran acto de presencia sobre el escenario. Y es que esta extraordinaria obra tiene otros matices que la diferencian y separan de la línea literaria seguida por William Shakespeare a lo largo de su vida artística. Como ya he comentado a los bibliófilos lectores de Lux Atenea en reseñas anteriores, como analista cultural, William Shakespeare me gusta especialmente por la moralidad presente en sus libros, por esas frases y metáforas aleccionadoras basadas en una ética justa, pero, en “Enrique VIII”, aunque esta característica literaria está presente, su peso e importancia queda en un segundo plano de forma clara ante el despliegue de suntuosidad aquí descrito. Con diferencia, “Enrique VIII” se ha convertido a lo largo de los siglos en la obra de William Shakespeare favorita para los directores de teatro que desean mostrar la pasión que despierta en ellos esta obra, representándola con escenarios espectaculares y personajes ricamente engalanados. “Enrique VIII” es una obra de teatro destinada al lucimiento visual y estético para dejar sorprendidos a los espectadores asistentes con colosales y atrayentes despliegues. En relación a su trama, esta magnífica obra viene vertebrada por tres episodios cerrados y muy bien definidos que se encadenan uno tras otro hasta dar un extraordinario cuerpo artístico global a esta historia. El primero de ellos está directamente relacionado con el duque de Buckingham y su caída en desgracia, tras haber tenido una falsa acusación hacia su persona que le acarreará la pena capital. El segundo episodio tiene como personaje principal a la reina Catalina de Aragón y su degradación a princesa por expreso deseo del rey, debido a que quiere tomar por esposa a la Dama de Honor de la propia reina. ¿Cuál es el nombre de esta Dama de Honor? Ana Bolena. Finalmente, el protagonista de la tercera parte de esta obra no es otro que el cardenal Wolsey, personaje ambicioso perteneciente a la curia católica y cuyas intrigas en contra de los intereses del rey le llevarán a perder sus favores, perdiendo también con ello todas sus posesiones y pertenencias. Como broche de oro en este libro, William Shakespeare incluyó intencionadamente el bautizo de la hija de Enrique VIII y Ana Bolena cuyo nombre fue Elizabeth, y que será en el futuro la reina que pasaría a la Historia de Inglaterra con el apelativo de “la Reina Virgen”.

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“Estáis haciendo de perrito faldero y pensáis cautivarme porque removéis la lengua.”

Como podrán ver, las intrigas palaciegas se van a convertir en los pilares que dan forma y consistencia a la trama de esta interesante y apasionante obra, quedando reflejadas tanto en la crueldad que acarreaba la caída en desgracia dentro de la corte inglesa, como en lo fugaz que tenía el trato de favor del poderoso rey según sus intereses. En “Enrique VIII” comprobarán cómo el monarca hace y deshace a su antojo, pese a quien le pese y caiga quien tenga que caer. El baile de sus favoritos es continuo, y la desgracia del derribado se convierte en el río sobre el cual navegan los nuevos elegidos, esperando no caer en sus aguas para perecer ahogados irremediablemente. Por este motivo, la corte se convierte en un entorno complejo, hostil, y muy peligroso donde la hipocresía, el engaño, y la traición están al orden del día, pero siempre dando impulso a quien tiene ese inmisericorde instinto egoísta deseoso de poder. Los bibliófilos lectores de Lux Atenea observarán cómo en esta corte todo vale, nadie está a salvo ni aun estando bajo la protección del rey, porque el rey siempre deja hacer si ello le conviene, o dejando muy claras sus palabras y órdenes como poderoso gobernante cuando la situación así lo requiere. Es verdad que, a lo largo de esta trama, sus intervenciones son más bien escasas pero el efecto de las mismas suele ser casi siempre trágico, haciendo que sus órdenes se conviertan inmediatamente en ley, incluso, hasta cuando la Iglesia se llega a oponer a sus deseos. La línea marcada por el rey es muy clara: o se está a favor de sus deseos, o se está en contra y hay que asumir las terribles consecuencias que trae consigo ese posicionamiento. Por ello, no es de extrañar que tanto la nobleza como el estamento religioso queden supeditados al poder omnipresente de un monarca implacable como fue Enrique VIII. El destino final que tuvieron destacadas personalidades como el duque de Buckingham, Ana Bolena… es de sobra conocido. Además, los enfrentamientos entre la Iglesia católica y los protestantes, entre los traidores y los fieles al rey, entre el amor pasional y la serena virtud, entre la política y la ética… se respiran en cada frase de esta obra, elevando aún más su brillantez literaria. Pero “Enrique VIII” no es un libro con personajes bien definidos que se alzan como protagonistas en esta historia palaciega, sino más bien es una obra donde la acción, donde el acto representado se convierte en el eje principal de la trama, en el centro que todo lo atrae. Los personajes tan solo giran alrededor, entrando y saliendo según las circunstancias. De todos los libros de William Shakespeare que he leído y analizado hasta el momento, “Enrique VIII” ha sido el más difícil de seguir debido a la densidad narrativa utilizada y por el corte tan radical existente entre los tres episodios que lo vertebran, y sé que puede provocar que algunos lectores se pierdan un poco al seguir la evolución de su trama. Pero mi recomendación es absoluta sin duda alguna, aunque este libro no tenga nada que ver con la agilidad literaria existente en el resto de sus obras, incluida la embriagadora “Antonio y Cleopatra” que ya reseñé (leer reseña). “Enrique VIII”, auténtica delicatessen dentro del fascinante universo literario creado por William Shakespeare. ¡¡¡Disfrútenlo!!!… pero pausadamente.

“El mal que hacen los hombres queda fijado en bronces, y sus virtudes se escriben en las olas.”

WILLIAM SHAKESPEARE - ENRIQUE VIII

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “JULIO CÉSAR” (Reseña #2133).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS VI.

Reseña Cultural: 2133 // Reseña Literaria: 608
Reseña actualizada. Publicada el 22 de febrero del año 2007 en Lux Atenea.

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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2933-X
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE JULIO CESAR

“La incertidumbre es patrimonio de las cosas de este mundo.”

“Julio César” es una impresionante obra literaria que nos habla de esta sociedad romana caída en desgracia tras la muerte del héroe que la hizo grandiosa, y cuando la gloria es asesinada, inmediatamente las intrigas y los miedos se despiertan en el círculo de poder, arrastrando a la sociedad hacia una guerra civil en la cual el pueblo siempre sufrirá las consecuencias y pagará los platos que han roto los nuevos aspirantes al poder. Los vaivenes que se suceden para la posesión del poderoso cetro para gobernar hacen que los influyentes juegos de intereses acaben manipulando y distorsionando la realidad, haciendo que la sangre derramada de Julio Cesar manche indeleblemente a cada uno de los romanos a los que sirvió, convirtiendo esta etapa de incertidumbre y de tensión en el proceso de descomposición de una sociedad y de un Estado. Uno de los personajes de esta obra que más sorprenderá a los bibliófilos lectores de Lux Atenea es Casio, que envidia a Julio César y manipula a los nobles senadores para conseguir que sus oscuros intereses se hagan realidad. Pero Casio necesita convencer, transformar la realidad de quienes rodean a Julio César para maquillar su muerte como un bien para el Estado, para el Senado, para el pueblo, y para la supervivencia de la civilización romana. En esta apasionante obra del maestro de la literatura inglesa William Shakespeare (1564-1616), es muy interesante comprobar cómo Julio César habla en tercera persona cuando se refiere a él mismo, delimitando la distancia existente entre los romanos y el César. Además, con sus subordinados más directos, la arrogancia se convierte en la base de esa barrera existente entre César y la sociedad romana, siendo aprovechada por Casio para vender una imagen de Julio César teñida de egoísmo, de exigente culto a su persona, de insensibilidad social, y de ambición desmedida para ensombrecer su radiante prestigio en la opinión pública. De esta forma, quien está llevando a Roma a un floreciente periodo de expansión y de prosperidad, al final termina siendo visto como un tirano deseoso del poder absoluto al que hay que parar los pies antes de que sea demasiado tarde.

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“La cólera es en él como el fuego en el pedernal, que, a fuerza de darle golpes deja escapar una chispa, pero en seguida vuelve a enfriarse.”

Otro personaje del libro que nos lleva a un análisis profundo es Bruto. De carácter manipulable, su culpabilidad es obvia al tener siempre en su mano el poder de decisión. Aunque Bruto reflexiona sobre cada una de las partes en conflicto, en estas páginas se presentará como un ser moral que ha de enfrentarse a un dilema de connotaciones y consecuencias universales, y cuyos efectos serán cruciales para el destino de Roma y del mundo civilizado. Bruto ha de escoger entre los intereses personales y los públicos en una difícil elección que terminará ensombreciéndose debido a su mala orientación, llevándole al inexorable y trágico destino de los perdedores. Como no podía ser de otra forma, William Shakespeare vuelve a moverse con soltura dentro del terreno moral en esta obra de trasfondo filosófico, colocando inteligentemente a los opuestos cara a cara. Este genial escritor sabe cómo contraponer la fría relación existente entre Julio César y su esposa Calpurnia, con la calidez de Bruto con Porcia, al igual que sitúa magistralmente a Marco Antonio frente a los senadores, y a Marco Antonio como el individuo cabal y sensato frente al pueblo romano equivocado en sus planteamientos y acciones gracias al uso talentoso de la retórica en un discurso épico de Marco Antonio en las escaleras del Capitolio dirigido al pueblo romano. Tras el asesinato de Julio César, poco a poco los victoriosos asesinos irán pasando del éxito inicial a la derrota final, al igual que los seguidores de Julio César saltan de la incertidumbre a la victoria triunfante sobre los verdugos del César.

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“¡Ahora dejemos hacer! ¡Odio, ya estás desencadenado! Haz lo que te plazca.”

La verdad es que el extraordinario libro “Julio César” se presenta como una bella escultura lírica erigida en el Templo de la Literatura Universal. Sus inolvidables frases lograrán conmover a los bibliófilos lectores de Lux Atenea por sus mensajes de trasfondo humano tras haber sido engalanados con palabras seductoras y elegantes, aumentando la intensidad emocional que transmiten estas tensas situaciones recreadas antes y después de la muerte del César, junto a asesinatos, venganzas, luchas por el poder… Unido al temor de los senadores a que el pueblo romano descubra los hilos de falsedad con los cuales los manejan, o al peso de la presión que influye en las decisiones personales más determinantes, o a los giros que dan los acontecimientos donde los vencedores pasan a ser vencidos, y viceversa, todo ello no hace más que transformar la lectura de este libro en una exquisitez cultural y en puro hedonismo literario. “Julio César”, excelsa obra de William Shakespeare destinada a ser leída y releída una y otra vez, descubriendo siempre nuevos matices en su ilustre perfilamiento artístico. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“¡Cuantos siglos venideros verán representar esta escena sublime en naciones que todavía han de nacer y en lenguas todavía ignoradas!”

WILLIAM SHAKESPEARE - JULIO CESAR

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

WILLIAM SHAKESPEARE “ANTONIO Y CLEOPATRA” (Reseña #2129).

WILLIAM SHAKESPEARE, OBRAS COMPLETAS V.

Reseña Cultural: 2129 // Reseña Literaria: 604
Reseña actualizada. Publicada el 21 de febrero del año 2007 en Lux Atenea.

Información Muy Importante / Very Important Information:
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing

Publicado por : RBA
ISBN : 84-473-2931-3
Edición : 2003 (EDICIÓN COMPRADA)

WILLIAM SHAKESPEARE ANTONIO Y CLEOPATRA

“Cuando el valor usurpa la razón, se traga la espada con que combate.”

En contra de lo que pueda parecer, esta magna obra no está basada en pasiones desatadas, sino en una sucesión de rivalidades y engaños. Tras su atenta lectura y análisis, “Antonio y Cleopatra” se erige como una de las obras más complejas y atrayentes entre todas las escritas por el maestro de la literatura inglesa William Shakespeare (1564-1616). Por este motivo, “Antonio y Cleopatra” es todo un placer, es viajar a otra época a través de sus páginas al dar vida a sus personajes en nuestra imaginación, incluso pudiendo ver salir estas palabras de sus propios labios. Páginas que llevarán a los bibliófilos lectores de Lux Atenea a sentir y disfrutar este libro de forma muy especial, porque William Shakespeare supo cómo introducir de lleno al lector en su trama, en cada escena, sabiendo cómo hacer real (y casi tangible) esta trágica historia. Artísticamente, esta obra navega sobre el mar de la crítica y sobre las olas de la moralidad bajo las nubes de la ética, impulsándose con el vigoroso viento de la ambición. En el extraordinario libro “Antonio y Cleopatra”, la ética y la moral son omnipresentes con el juicio de unos sobre los otros presente de manera constante, incluso con un protagonismo incesantemente cruel porque los intereses de cada uno de ellos están en juego en este intercambio de juicios donde es complicado delimitar quién estará libre de culpa. Tan solo uno de ellos ha escapado de forma imprudente de esta mesa de poder: Marco Antonio. Atrapado en las seductoras redes de la pasión, solamente desea alimentarse con ese fruto tan placentero y de forma tan irracional como la esencia de la propia pasión, por lo cual, Marco Antonio también acaba siendo culpable no por ser materialmente ambicioso, sino por no saber hacer valer y respetar el importante cargo que detenta, deshonrándolo gravemente con su irresponsable comportamiento. En esta historia, la realidad es que el Imperio Romano está en manos de Marco Antonio, Marco Antonio está en manos de Cleopatra, y Roma no quiere estar dominada por una extranjera que no respeta las leyes sociales sobre las cuales que se sostiene el Imperio.

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“Discutir con demasiado calor por una disidencia sin importancia es igual que cometer una muerte para curar unas heridas.”

Cleopatra conoce muy bien el poder que ejerce sobre Marco Antonio. Sabe que ella despierta la pasión más irresistible en Marco Antonio y se aprovecha de este factor de dominio para llevar sus intereses personales, y los de Egipto, hacia el lado que considera más benigno y provechoso. Pero, mostrando tantos cambios de parecer, sus castillos en el aire acabarán viniéndose abajo, arrojándola irremediablemente al sacrificio ritual de su vida en un acto que ha quedado grabado en la Historia de la Humanidad. Y es que Cleopatra, jugando con la ambigüedad de forma interesada e intencionada, no duda en mover de forma magistral los pocos peones que le quedan dentro el tablero político y, frente a la inevitable derrota, antes de ver su reino caer en las ambiciosas e implacables manos de Roma, opta por el suicidio como dramático acto que permita salvar la honra de todos los egipcios porque sabe que la humillación en público que le espera, será simbólicamente la humillación de su propio pueblo. Por este motivo, su suicidio se convierte en ejemplo de orgullo, y de belleza inmortal y perenne teñida de negro que es representada en una siniestra épica que será inmemorial hasta el final de los tiempos. En el fondo, Cleopatra no dejará de seducir al culto lector de Lux Atenea hasta el momento que abre sus brazos a la muerte.

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“La paciencia es estúpida y la impaciencia buena para un perro rabioso. En estas condiciones, ¿es pecar arrojarse a la secreta mansión de la muerte antes que la muerte ose cogernos?”

En cambio, Marco Antonio es una persona cuya racionalidad ha dejado de tener importancia en su vida, y su pasión desmedida y sin control provocará que su destino sea aciago y fugaz, pese al gran poder que tiene. Los bibliófilos lectores de Lux Atenea comprobarán cómo Marco Antonio ve en Cleopatra esa llave existencial que le trasportará a lo infinito, a lo trascendente, y quiere que ella se lo ofrezca deseosa y voluntariamente porque Marco Antonio ya no anhela la grandeza material, ya no le fascina tener el poder absoluto en lo terrenal. Piensa que todo ello no ha hecho más que convertir su vida en un completo y desesperanzado vacío, pese a tenerlo todo. En realidad, Marco Antonio quiere ser César en el reino de las sensaciones y de las emociones para así poder alcanzar la inmortalidad. Con todo ello, Marco Antonio tiene el suficiente valor para rechazar lo social frente a lo personal, antepone su existencia y su vida como individuo a su privilegiada posición social, prefiriendo entregarse a un presente intenso e incierto que a un futuro seguro y más o menos estable. Pero, tras la atenta lectura y análisis de esta obra, personalmente observo en Marco Antonio actitudes propias de un cobarde, y el comportamiento inconfundible de un traidor al dejar a su suerte a su fiel ejército en la crítica y decisiva batalla de Accio (2 de septiembre del año 31 a. C.). Un acto militar ignominioso que mancha y devalúa cada una de las cualidades humanas que hasta entonces presentaba en estas páginas, porque es indefendible y absolutamente reprobable esa actitud de desprecio al mundo y a quienes le encumbraron y le dieron todo. “Antonio y Cleopatra”, excelsa obra literaria donde queda reflejado el ser humano, sus irresponsabilidades, sus comportamientos variables, sus intereses fugaces, y sus caprichos y veleidades. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

“Mientras no pasa por nosotros un soplo vivificador, no producimos más que espinas.”

WILLIAM SHAKESPEARE - ANTONIO Y CLEOPATRA

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.