Reseña Cultural: 2169 // Reseña Literaria: 642
Reseña actualizada. Publicada el 5 de junio del año 2012 en Lux Atenea.
Información Muy Importante / Very Important Information :
Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing
Publicado por: EDICIONES EL PAÍS
Depósito Legal: M-44427-2009
Edición: 2009 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 125
“La Consciencia es la criatura del Ritmo.”
Conocido mayormente por su famosa obra “Diccionario del Diablo” (leer reseña) publicada en el año 1911, el genial escritor estadounidense Ambrose Bierce (1842-1913) se convirtió en el protagonista literario de esta preciosa edición publicada hace unos años por el periódico El País en su colección “Misterios del Terror”. Dentro de la selección literaria que estoy reseñando para los bibliófilos lectores de Lux Atenea, “El Clan de los Parricidas y otros relatos” se convierte en una invitación cultural para adentrarse en el maravilloso y cautivador mundo de la mejor literatura romántica, gótica, y decadentista escrita en el siglo XIX, y que injustamente ha venido siendo olvidada. La imaginación artística de Ambrose Bierce mostró tales grados de maestría y de genialidad que futuros genios de la literatura como H. P. Lovecraft llegarían a inspirarse en las obras de este autor a la hora de crear sus propias obras maestras. Habiendo quedado marcado psicológicamente tras su participación en la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), el talento literario de Ambrose Bierce florecería y se expandiría artísticamente a través de la creación de oscuros relatos cortos y de siniestras obras donde el lado tenebroso del alma humana aparece en cada párrafo, en cada frase, en cada palabra como si un terrorífico ave fénix hubiera resucitado para anunciar el apocalipsis al mundo. Si el maestro Edgar Allan Poe hubiera tenido que dejar su imaginación y su creatividad literaria a uno de sus compatriotas como legado, sin duda alguna, Ambrose Bierce hubiera sido su indiscutible heredero.
“Sobre los troncos de los árboles había grandes manchas de aquel color inconfundible, y la sangre goteaba de sus hojas como si fuera rocío.”
“El Clan de los Parricidas y otros relatos” es literatura de alto nivel seleccionada para los cultos lectores de Lux Atenea tengan información sobre estas impresionantes obras, muchas veces olvidadas y tristemente desconocidas por el gran público. Un excelso libro cuya lectura se inicia con la obra homónima vertebrada por varios relatos independientes entre sí, pero unidos por la misma temática común: la sangrienta y despiadada inhumanidad de sus protagonistas. Una atrayente historia marcada por títulos tan intrigantes como “Aceite De Perro” (el macabro error provocado por el hijo de una familia pobre dedicada a la obtención de milagrosos ungüentos medicinales les llevará a un insospechado destino), “Una Conflagración Imperfecta” (una cajita de música terminará induciendo a dos delincuentes, padre e hijo, a desembocar en un sangriento desenlace), “Mi Crimen Favorito” (la singular absolución aplicada a un psicópata en un juicio tras haber cometido un crimen atroz), “Una Tumba Sin Fondo” (la fantasmagórica historia de un padre al cual su familia daba por muerto), y “El Hipnotizador” (cómo el prematuro descubrimiento de sus poderes mentales por un joven no le harán dudar un segundo en utilizarlos para su propio beneficio). En definitiva, arte literario escrito con mayúsculas. Y es que la obra “El Clan de los Parricidas” está marcada por el inconfundible y caustico humor negro de Ambrose Bierce, por la áspera sensación emocional que provoca en el lector cuando lo sitúa frente al más corrosivo sarcasmo disfrazado de seriedad y de puro realismo, y por la constante presencia de actos criminales cometidos sin miramiento alguno y que son descritos como si fuera lo más normal del mundo. Además, Ambrose Bierce no duda un segundo en poblar estas escabrosas escenas con sobrinos que se regodean en el tormento y en el sufrimiento más elaborado aplicado a su tío, con madres piadosas de inmisericordes lógicas en la vida, con hijos que hipnotizan a sus padres aunque ello les suponga la muerte… en definitiva, de esas relaciones familiares un tanto peculiares donde la muerte siempre hará acto de presencia.
“Hay un extremo en el que el terror puede llevar a la locura; y la locura incita a la acción.”
Posteriormente, en “Visiones de la Noche” serán las descripciones de los sueños recordados por el propio autor los que nos hagan disfrutar con estos viajes al Reino de Morfeo, y todo gracias a descripciones cargadas de significados simbólicos y de referencias constantes al inconsciente a través de su característica expresión metafórica. En cambio, el relato “Un Habitante de Carcosa” aparentemente onírico, en realidad nos sumergirá en un desolado mundo detalladamente descrito por un espíritu a esta médium. Una tenebrosa y lúgubre confesión donde la importancia de las lápidas del cementerio adquiere un valor crucial en la resolución final de este misterio. El tapiado de la única ventana de la cabaña construida por un extraño ser solitario en el rincón más apartado de un espeso bosque, se convertirá en la misteriosa historia narrada en “La Ventana Sellada”, hasta que el relato “El Maestro de Moxon” nos lleve directamente a conocer el trágico final de Moxon, un talentoso investigador dentro de los campos de la mecánica y de la inteligencia artificial, cuyos avances le llevarán a crear un jugador de ajedrez autómata demasiado humano. Una interesante mirada literaria a la tecnología donde la filosofía, la metafísica, y la relación del ser humano con las máquinas que crea les llevará a los bibliófilos lectores de Lux Atenea a un shock emocional que les dejará pensativos tras su reflexiva lectura. Finalmente, las referencias oníricas volverán a hacer acto de presencia en la siniestra trama de “La Muerte de Halpin Frayser”, protagonizada por un misterioso y maléfico espíritu asesino que tiene un antiguo cementerio abandonado por coto de caza.
“Aquel desperdicio tan odioso y aborrecible que continuaba vivo tras la muerte de Dios y de los ángeles… ¡era yo!”
En definitiva, a través del libro “El Clan de los Parricidas y otros relatos”, los cultos lectores de Lux Atenea podrán adentrarse en este particular universo decadente donde conocerán historias extremas pobladas por personajes muy particulares: brujas modernas cocinando sus siniestras pócimas, comisarios que explican al asesino cómo ocultar cadáveres, abogados defensores de dudosa moralidad, hipnotizadores que se recrean manipulando a las personas que interfieren en su vida, espíritus que deambulan por desolados parajes, personas solitarias apartadas de la civilización al quedar atrapadas en un doloroso pasado, científicos locos incapaces de analizar las graves consecuencias de sus avances tecnológicos… Una fantasmagoría literaria de sublime calidad y de irresistible belleza siniestra de la mano de uno de los escritores decimonónicos más extremos e inteligentes. Pero, lo más sorprendente de todo es que, pese a la irracionalidad de muchos de sus personajes y de la aparente imaginación fantástica de Ambrose Bierce en muchas de estas extrañas y violentas situaciones que ha descrito, si uno se para a analizar los casos reales más escabrosos y macabros que hayan ocurrido en lo que llevamos de centuria, la fértil y bizarra imaginación de Ambrose Bierce mostrada en estas lúgubres historias a veces pueden parecernos simples cuentos infantiles en comparación con la cruda realidad del ser humano que estamos viendo en este supuestamente avanzado y civilizado siglo XXI. “El Clan de los Parricidas y otros relatos”, pequeños relatos literarios basados en historias ficticias donde el egoísmo del homo homini lupus emerge cuando ni la ética, ni la moral, ni la propia sociedad en sí impiden estos caminos de perdición cayendo sobre los demás libre y gratuitamente. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“¿Qué mortal puede derrotar a una criatura hija de su propio sueño?”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.