Reseña Cultural nº: 1689 // Reseña Media nº: 42
Reseña actualizada. Publicada en Lux Atenea el 23 de noviembre del año 2010 conmemorando el centenario del nacimiento del genial director de cine japonés AKIRA KUROSAWA (1910-1998), y los 30 años de la presentación oficial de esta sublime película (1980).
Director: AKIRA KUROSAWA
Guión: AKIRA KUROSAWA y MASATO IDE
Año: 1980 Duración aprox.: 152 minutos
Publicado en España por: TWENTIETH CENTURY FOX HOME ENTERTAINMENT ESPAÑA, S.A. Año: 2007
Formato: 2 DVD (EDICIÓN COMPRADA)
Galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes del año 1980, y con el César a la Mejor Película Extranjera otorgado por la Academia de las Artes y Técnicas del Cine de Francia en 1981, “Kagemusha, la Sombra del Guerrero” es una película que la crítica especializada ha valorado como una auténtica obra maestra dentro del universo cinematográfico. De la mano del genial director de cine japonés Akira Kurosawa, a quien admiro profundamente por la calidad artística que siempre ha presentado en cada una de las maravillosas obras que ha rodado, el cinéfilo lector de Lux Atenea que decida asistir a este gran espectáculo visual de la imagen concebida como una obra artística, comprobará con sus propios ojos cómo el color, el movimiento, la coordinación, las tomas, los encuadres… acaban convirtiéndose en la radiante alma de esta película que le dejará fascinado por su sublime belleza. Situada en Japón durante el periodo feudal, su trama está basada en la búsqueda de un doble que pueda hacerse pasar por un poderoso señor feudal ante su inminente muerte, evitando con ello la pérdida de sus dominios. Finalmente encuentran como doble a una persona con un pasado poco honorable, reconduciendo su vida como respetado señor de la guerra. Un ladrón que, de la noche a la mañana, se le presenta una oportunidad única en la vida para renacer y para cambiar su aciago y triste destino a través de una nueva existencia que le otorga sentido vital y orgullo. Pero la vida cotidiana de un poderoso señor feudal también está llena de compromisos, de decisiones importantes que ha de tomar como gobernante, y de inevitables peligros que ha de esquivar, y que le llevarán a replantearse muy seriamente si continúa protagonizando este teatro de la realidad.
Cuando en España empezó la expansión del formato de vídeo doméstico VHS y de los videoclubs, aparte de alquilar las películas más interesantes del momento, también me aficioné a alquilar películas japonesas debido al fascinante mundo cinematográfico que me mostraban. Unos largometrajes que me cautivaron artísticamente por el cuidado de la imagen y del color como parte plástica fundamental que da sentido a la obra. Con personajes interpretados magníficamente por actores que, viniendo de una esencia artística puramente teatral, daban vida y alma a sus personajes utilizando gestos y expresiones nada comunes en el resto de películas occidentales. Ese estilo tan característico en muchas películas japonesas de la época te obliga a fijar la mirada atentamente en sus personajes, mientras la escena nos ofrece ese ambiente único y bello como solamente los grandes directores japoneses son capaces de inmortalizar dentro del Séptimo Arte. Sobre todo, en tomas exteriores donde la naturaleza, el ser humano, y lo urbano, son considerados como una belleza fugaz que es grabada en fotogramas tras una paciente espera. Y es que no hay nada mejor que la belleza circunstancial y efímera que nos rodea para dar realismo y credibilidad a una trama, independientemente del escenario donde se desarrolle. Como analista cultural, así veo y siento la grandeza del cine japonés a la hora de convertir el escenario y el personaje en el diario de la existencia humana, ya sea en su carácter externo o en su universo personal interior. Uno de estos directores con ese virtuoso don artístico para poder reflejar la belleza en imágenes fue Akira Kurosawa, y en este año 2010 que en Lux Atenea estoy conmemorando el centenario de su nacimiento, es todo un honor y un placer escribir esta reseña sobre una de sus mejores películas: “Kagemusha, la Sombra del Guerrero”. Los tiempos han cambiado radicalmente desde los tiempos del VHS, con todos esos mágicos momentos que me llevaban a buscar una película japonesa en el videoclub y alquilarla sin saber qué te ibas a encontrar luego. Regresando a la actualidad, en esta preciosa edición en doble DVD podrán no solamente admirar esta grandiosa película, sino también conocer un poco más sobre la carrera cinematográfica de este genial director gracias a los extras aquí incluidos (entrevistas con George Lucas, Francis Ford Coppola, y Kurosawa; Akira Kurosawa: es maravilloso crear; Imágenes: la continuidad de Kurosawa…). “Kagemusha, la Sombra del Guerrero”, el color, el movimiento, y los gestos interpretativos convierten a este largometraje en una película de culto dentro del cine japonés más selecto. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.