Reseña Cultural nº: 1197 // Reseña Musical nº: 1036
Reseña actualizada. Publicada el 21 de diciembre del año 2006 en Lux Atenea.
STOA, EL NEOCLASICISMO DE CULTO (1ª parte)
Publicado por : HYPERIUM RECORDS, 1993
Edición comentada : CD (EDICIÓN COMPRADA)
Tracklist: 1- Candide // 2- Autumn // 3- Infant joy // 4- Spin // 5- In memoriam // 6- Stoa // 7- Captivity // 8- Dust // 9- [N]ever // 10- Taumel // 11- Hommage
Retrocedamos en el tiempo hasta el año 1991. En ese año en Alemania, el grupo musical STOA ve la luz artística cuando el genial compositor alemán Olaf Parusel encuentra el nexo de unión entre sus ideas musicales y sus conceptos filosóficos tras conocer a la cantante e instrumentista clásica Conny Levrow. Dos mentes privilegiadas formadas desde su niñez en el culto a la Música Clásica, ya que Olaf Parusel durante su infancia fue miembro del Stadtsinge-chor Halle (el coro más antiguo del mundo) y Conny Levrow llevaba más de diez años tocando el violín con especial atención en las composiciones musicales barrocas, además de participar como vocal en corales clásicas. Deciden fundir sus experiencias musicales y el fruto artístico de esta unión llegará ese mismo año con su primera composición titulada “Stoa”, tema que sería incluido en el recopilatorio “From Hypnotic… to Hypersonic” publicado por el mítico sello discográfico Hyperium Records. Posteriormente, este tema también sería incluido en su primer álbum “Urthona” editado por el mismo sello en 1993. Aunque algunas fuentes (incluida la página web oficial del grupo) fechan el año de salida de su álbum de debut “Urthona” en 1992, en su edición discográfica original del cual poseo un ejemplar, el año de publicación oficial impreso por el propio sello es 1993. En fin, misterios. Como analista cultural, lo más importante es que “Urthona”, ópera prima de STOA, entra por la puerta grande dentro de la escena neoclásica con esta base conceptual completamente innovadora. Una obra creada y compuesta por Olaf Parusel e inspirada en la obra de William Blake titulada “Las bodas del Cielo y del Infierno”, publicada en el año 1790, así como también beberá de las aguas del Conocimiento surgidas de la corriente filosófica de los estoicos. Una base filosófica y cultural que los melómanos lectores de Lux Atenea observarán en preciosos temas como “Infant joy”, basado en los textos escritos por el poeta William Blake. Y es que, en el excelso álbum “Urthona”, la lírica tiene una relevancia musical fundamental para poder comprender su trasfondo, teniendo especial protagonismo Kai U. Skerra, líder del grupo musical Anchorage, ya que dejará indeleblemente marcado el inconfundible arte de la prosa a niveles celestiales en grandiosos temas como “Autumn”, “[N]ever” y “Taumel”. Por este motivo, “Urthona” es un álbum que sacará a la luz los lánguidos ojos de la melancolía para que, con nuestra mirada, quedemos atrapados en su esencia decadente. Violines que se expresan como almas en pena, este violonchelo que, con su cadencia, marca la constante perdida del aliento vital en espera de una muerte inevitable, o teclados que fascinarán a los melómanos por sus evocadoras melodías y sus pasajes sonoros etéreos. Y si hablamos del espectacular registro de voz de Conny Levrow, vocalista de STOA en esta primera etapa, su interpretación poderosa y sentimental transformará la lírica en un nuevo mundo sensorial latente en nuestra psique. Una ambientación sonora purista, imaginativa, y culta que va transformando el estilo neoclásico en una de las corrientes musicales más importantes y complejas en aquella época dentro de la escena gótica. STOA surgía para marcar un antes y un después en el neoclasicismo más selecto e innovador.
Impresiones post-audición:
La luz espiritual del tema “Candide” aparecerá para abrirnos la puerta de este Palacio del Conocimiento, mientras del clavicordio empiezan a volar melodías de irresistible atracción. A continuación, el espectacular registro de voz de Conny Levrow se dejará sentir en las brumas del tema “Autumn” como mágico paseo por el bosque mientras amanece. Una sublime experiencia que he vivido personalmente escuchando este tema en un discman en ese entorno natural, y que recomiendo experimentar a los melómanos lectores de Lux Atenea. Luego, la sonrisa de la melancolía llegará con el tema “Infant joy” acompañados por el espíritu de William Blake, hasta que el tema “Spin” nos muestre la cruda soledad de la desesperanza en su plano instrumental protagonizado por el clavicordio. Con el tema “In memoriam” surgiendo con el halo misterioso de un augurio, aquí la Muerte se revela siempre en su cara más escatológica al arrebatar a los seres más queridos cuando menos se espera, quedando sus primeras luces iluminadas por los rayos musicales del tema “Stoa” donde las almas en pena sólo anuncian la interminable aflicción bajo la lluvia. Las lágrimas estarán a punto de caer sobre las mejillas escuchando la incomparable voz de Conny Levrow, quedando profundamente impresionados con esta sublime interpretación. Posteriormente, en el tema “Captivity”, los fundamentos épicos se transmutarán en un cantar, para luego caminar descalzos sobre los afilados cristales del Conocimiento en “Dust” que desembocarán en el tema “[N]ever” y su enigmática pregunta existencial: ¿el final o el naciente esplendor? Toda la obra musical de STOA es impresionante, colosal, excelsa, pero si tuviera que seleccionar uno de sus temas, “[N]ever” sería mi favorito porque, como analista musical, lo valoro como uno de los mejores temas góticos que se hayan compuesto. Esta voz mortuoria, este violín cuyo cuerpo melódico se va transformando poco a poco en polvo, esta recreación de los hilos vitales que sostienen la vida hasta que la Parca decida cortarlos, todo en “[N]ever” es neoclasicismo de auténtico lujo que disfrutaré una y otra vez hasta el final de mis días. Con la tragedia convertida en voz en el tema “Taumel”, se presentará como esa mirada a través del vaho de una fría ventana, como esa vida escondida tras los cristales porque el mundo exterior siempre está ansioso por despedazar a los seres sensibles que osen adentrarse en sus dominios. Clausurando esta magna obra, el piano del tema “Hommage” se transformará en el mayordomo artístico que nos conduzca a la puerta de salida de este esotérico palacio, mientras la herrumbre se encarga de borrar todos nuestros recuerdos. “Urthona”, obra maestra dentro de la escena musical neoclásica. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.