Reseña Cultural: 1937 // Reseña Literaria: 445
Reseña actualizada. Publicada el 8 de octubre del año 2013 en Lux Atenea.
Publicado por: EDICIONES EL PAÍS, S.L.
Depósito Legal: M-44430-2009
Edición: 2009 (EDICIÓN COMPRADA)
Páginas: 128
“El mal y el bien tienen fuerza dentro de mí, empujándose en las dos direcciones. No quiero sólo una cosa, las quiero todas.”
Leer cualquier obra literaria firmada por la augusta mano del escritor escocés Robert Louis Stevenson (1850-1894) siempre garantiza el disfrute de una experiencia narrativa incomparable por el perfil psicológico de sus personajes. Una admirable cualidad artística que le hizo sobresalir entre los grandes genios literarios del siglo XIX y, teniendo impresas en su tarjeta de presentación algunas gloriosas obras ya universales surgidas en su mente como “La isla del tesoro” (1883) o “El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde” (1886), de lo que no cabe la menor duda es que el virtuoso ingenio que este mago de la novela y del relato corto llegó a desarrollar, le ha permitido perdurar hasta este siglo XXI con un irresistible halo de atracción literaria para el buen lector. En Lux Atenea llevaba tiempo pensando en el momento idóneo para publicar la reseña de este libro titulado “El diablillo de la botella y otros relatos”, cuya relectura en los meses de verano me hizo disfrutar de momentos muy especiales debido a su intensidad narrativa, y a la destreza a la hora de desarrollar una trama que Robert Louis Stevenson siempre supo manejar con estilo y elegancia. Esta compilación vertebrada por tres relatos cortos publicados en un solo volumen por Ediciones El País en el año 2009, formó parte de la magnífica colección “Maestros Del Terror” dedicada a estos ilustres genios literarios de temática oscura y tenebrosa cuyas obras tanto nos seducen a las almas góticas. Robert Louis Stevenson se terminó convirtiendo en el indiscutible escritor de referencia para otros grandes escritores como Joseph Conrad, H. G. Wells, o Jorge Luis Borges que quedaron fascinados ante tales muestras de talento fresco e innovador debido precisamente al factor psicológico con el cual daba carácter a los personajes de sus obras. Un trasfondo psicológico que invita al análisis y a la reflexión al lector, y que marca la diferencia con otros destacados magos de la novela y del relato corto de forma muy clara y contundente.
“Si mi vida es una cosa nociva, puedo sacrificarla.”
Ya de entrada, con la lectura del primer relato titulado “Los Ladrones De Cadáveres”, los bibliófilos lectores de Lux Atenea quedarán profundamente impactados con la lúgubre trama desarrollada en esta historia que, de apariencia inicialmente científica, pondrá posteriormente encima de la mesa la difícilmente asimilable utilización de cadáveres por parte de los médicos y científicos en aquella época, los cuales necesitan un acceso regular y constante a ellos para realizar sus estudios. En esta novela corta, el lector se convierte en observador de este tenebroso comercio de cadáveres donde el comprador no pregunta ni el origen de los mismos ni comprueba cómo murieron, trayendo consigo una serie de sorpresas a sus personajes principales cuya falta de moral y de ética siempre queda justificada por su labor en pro de la ciencia. En esta oscura historia, ataúdes profanados, muertes sospechosas, y dinero nos ofrecen esa indeleble marca humana siempre identificable por los siniestros intereses económicos que lo provocan. A continuación, en el impresionante relato “Markheim”, será la visita a la tienda de un anticuario londinense en época navideña lo que desencadene un terrible final cuyo desarrollo dejará encendida la llama de la intriga hasta la última página. Una atmósfera maléfica donde la imaginación se transforma en el elemento psicológico clave para comprender la razón de esa trágica deriva. Finalmente, será en “El Diablillo De La Botella” (1891) donde el talento de Robert Louis Stevenson volverá a cautivarles a través de personajes condicionados por una extraña botella en cuyo interior se encuentra un ente diabólico, al cual, toda solicitud material que su dueño le pida lo hará realidad al instante. En esta intrigante historia, el principal problema vendrá originado por tres condiciones que se han de cumplir inexorablemente para poder poseerla: la botella solamente puede cambiar de dueño si es comprada por un precio inferior a lo que se pagó anteriormente (o sino la botella volverá misteriosamente a las manos de su último propietario esté donde esté), solamente se puede pagar dinero en efectivo en su compra, y la persona que muera siendo propietaria de la botella irá directamente al infierno por lo que, en cuanto es comprada, rápidamente ha de ser vendida tras haber satisfecho los deseos de su propietario. El tiempo trascurre al igual que los cambios de dueño y, cuando para pagar su nuevo precio ya solamente hace falta dar unas pocas monedas a cambio, los problemas que tienen los dueños de la botella para lograr su venta en esa difícil situación les angustiará e inquietará ante la posibilidad de quedarse sin un comprador que les libre de caer en el infierno. “El diablillo de la botella y otros relatos”, el talento literario de uno de los grandes genios artísticos del siglo XIX. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“La botella es algo horrible y horrible es el diablillo, pero más horrible todavía es exponerse a las llamas del infierno.”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.