Reseña Cultural nº: 1985 // Reseña Musical nº: 1353
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Esta reseña ha sido escrita por un ser humano, no por una Inteligencia Artificial / This review is a human writing, not an Artificial Intelligence writing
Quiero dar las gracias al prestigioso sello discográfico polaco Zoharum por su cortesía al enviarme este promocional físico.
Edición reseñada: Ecopak CD de seis paneles, edición limitada de 250 unidades (RECIBIDO COMO PROMOCIONAL)
Tracklist: 1- L’éveil des eaux dormantes // 2- Transfixion // 3- Le bleu superstition // 4- Le premier jour de sable dans l’éther
Composiciones musicales que escucharás mil veces: Cada uno de estos temas. Obra Maestra Musical dentro de la escena dark ambient de vanguardia

Los melómanos lectores de Lux Atenea ya conocen la excelsa creatividad musical del dúo artístico francés formado por los hermanos Frédéric Charlot y Olivier Charlot, tanto en Maninkari (reseña de su álbum “Continuum Sonore Part 7>14”) como en Sphyxion (reseña de su álbum “3”), siendo en esta ocasión en su reciente álbum de Indalaska “Musique des Sables” donde exploran nuevos espacios sonoros. Como analista cultural, cuando un artista o una banda musical cambian completamente su estilo de composición, siempre agradezco que cambien de nombre a su nuevo proyecto para no confundir a los melómanos que disfrutan intensamente sus creaciones musicales. Por este motivo, como Indalaska, en el caso en particular del álbum “Musique des Sables”, me fascina su avanzado concepto sonoro dentro del estilo dark ambient donde el drone aparece para dar dimensión a la estructura musical, y para perfilar espacios de cara a otros planos sonoros. Publicado oficialmente el pasado mes de febrero a través del prestigioso sello discográfico polaco Zoharum en formato digital y en esta atrayente edición limitada de 250 unidades en ecopak CD de seis paneles, el álbum “Musique des Sables” ha sido engalanado con este diseño de portada retro creado por el propio Olivier Charlot, con reminiscencias a los diseños de portada de los álbumes de la década de los noventa dentro de la escena electrónica underground. Un estilo de diseño donde la representación de espacios en 3D en malla digital cubierta de una superficie base a falta de sus texturas definitivas, daban ese halo tecnológico aplicado al universo musical. Como reflejo visual de la esencia conceptual del álbum “Musique des Sables”, esta portada es perfecta, uniendo una pincelada bellamente sublime a la simplicidad de estas imágenes así representadas, alejando la mente del melómano de ese espacio del cual ha de mantener una distancia focal.

Cuatro composiciones vertebran esta magna obra musical compuesta con sumo talento por Frédéric Charlot y Olivier Charlot, transmitiendo una deslumbrante esencia artística de vanguardia donde lo conceptual adquiere brillantez a través de la maestría en la estructura sonora, y de la sorpresa con la entrada en nuevos terrenos musicales inexplorados dentro de este estilo dark ambient tan irresistible. Su trasfondo espiritual de corte trascendente impresionará al melómano lector de Lux Atenea afín a la vanguardia artística, sobre todo si le apasiona la música contemporánea, debido a que Indalaska convierte a “Musique des Sables” en un viaje iniciático y místico donde lo denso e impuro es dejado atrás para aligerar la energía sagrada del alma, permitiéndola alcanzar esa anhelada cercanía al Demiurgo, auténtico constructor del universo, de la Realidad, de las dimensiones, y de las diferentes manifestaciones. Una travesía hacia lo sagrado oculta tras la densidad de lo obvio, de lo físico, y de lo palpable. Lo místico versus la materialidad de lo físico. “Musique des Sables” deslumbra por la inmensa profundidad de su núcleo conceptual trascendente, y paraliza al melómano durante su audición por su radiante belleza sublime entremezclada con lo siniestro, con lo oculto, y con lo musicalmente impredecible.

Sin más demora, iniciamos la audición de esta obra maestra adentrándonos en el primer tema “L’éveil des eaux dormantes” con esta sensación sonora de estar en el interior de otro elemento dimensional, siendo estos planos drone ideales para definir esta cúpula sensorial donde obscuridad e iridiscencias sonoras llegan a romper la realidad, abriendo el telón que desvela este otro mundo que late e irradia con absoluta armonía más allá del tiempo. Un estado espiritual en la frontera del Reino de Hades que no paraliza, pero embriaga los sentidos hasta ser todo mente. Olas vibratorias tocando lo hierático para recrear musicalmente esta evolución que, con la aparición de estos planos instrumentales, presentará una definición sonora mucho más directa en su perfilamiento artístico relacionado conceptualmente con la música contemporánea. Precisamente por su trasfondo como ruptura de lo físico, el siguiente tema “Transfixion” se presentará mucho más contundente y afilado, dejando a un lado todos los condicionantes de lo físico como una serpiente abandona su vieja piel tras la muda. Con una admirable estructura musical marcada por los espacios abiertos en una doble dimensión y que han quedado perfectamente definidos, incluso los ecos establecen estos puentes musicales para que lo melódico y lo ambiental se fundan en un nuevo espacio. Una ruptura que irá ampliando su área para dar luz a lo inminente frente a esa vieja estructura ya obsoleta y en decadencia. De esta forma, el tema “Transfixion” estará en constante mutación mientras la actividad no cesa ni se calma, ya que lo nuevo reclama su reino, su espacio, y ese universo donde cobrará sentido. Ya en plena expansión, las dimensiones, como capas, irán poco a poco sincronizándose con este nuevo latido trascendente hasta equilibrarse con el nuevo impulso, llevando toda la estructura musical a un único bloque multicapa que se irá volviendo omnipresente con el paso del tiempo. De por si, en su parte final, el tema “Transfixion” se vuelve sacro con la entrada de este plano melódico para órgano que transmite plenitud.

Posteriormente, inmersos en el tema “Le bleu superstition”, los aires conceptuales neoclásicos serán los que se presenten en su intensidad melódica inicial, convirtiendo a esta composición en una auténtica delicatessen musical. ¡¡¡“Le bleu superstition”, impresionante!!! Cuando su fusión con los planos sonoros dark ambient vaya desarrollándose, el espectáculo artístico se vuelve colosal, adquiriendo ese halo épico donde lo místico es revelación y temor a su vez. Envuelto en belleza siniestra con la entrada de este plano sonoro cristalino que provoca inquietud, su tempo cortante y constante cubierto de esta densa bruma hará las delicias de los melómanos lectores de Lux Atenea más góticos, apagándose ese tenebroso tempo para dar un mayor protagonismo a los planos melódicos más punzantes y extremos cercanos conceptualmente al post-industrial. Desembocando en el tema “Le premier jour de sable dans l’éther”, la transformación se consumará en un entorno místico donde este siniestro plano melódico transmite seriedad y temor. Pero el impulso es hacia adelante e imposible de parar, intuyendo ya la deseada pureza en el brillo de lo etéreo. Un anhelo de lo celestial que hipnotiza al alma, y que convierte la existencia en una melódica danza hacia la unión sagrada. En esta fase musical de la composición, la realidad se muestra nítida, reveladora, y esencial como desvelo, sintiendo la calidez de la resurrección espiritual envuelta con ese temor a lo desconocido que no se perderá hasta el final, cuando ya no hay vuelta atrás. “Musique des Sables”, Indalaska integrando con maestría artística el estilo dark ambient más innovador con la música contemporánea de esencia mística. ¡¡¡Disfrútenlo!!!

Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.

























