Reseña Cultural: 1781 // Reseña Literaria: 305
Reseña actualizada. Publicada el 7 de noviembre del año 2006 en Lux Atenea.
Publicado por : EDICIONES HIPERIÓN
ISBN : 84-7517-674-7
Edición : 2000 (EDICIÓN COMPRADA)
“Fallor, ergo sum”, (“me equivoco, luego existo”)
No hay muchos poetas cuya lectura de sus obras completas sea una condición sine qua non para poder comprender su mensaje, para poder sentir la obra artística en su totalidad, mostrándose entonces su verdadera esencia en profundidad. En el caso del ilustre poeta irlandés Samuel Beckett (1906-1989), esta dimensión artística se convierte en condición fundamental al hablar de un grandioso cincelador literario de fragmentos, de piezas que van encajándose unas con otras a lo largo del tiempo, y hasta que no se termine de colocar la última pieza clave, no se puede ver y admirar su magnificencia con claridad y rigor. Como podrán comprobar los bibliófilos lectores de Lux Atenea, entrar en sus poesías es enredarse en una malla cuyas intersecciones se irán disolviendo con el tiempo porque en la obra de Samuel Beckett, el tiempo aclara el sentido. Irónico por naturaleza, nada se salva de su sagaz mirada excepto la figura de la Muerte. El uso de palabras ambiguas y polivalentes en su estilo literario complica aún más la traducción de sus obras donde el juego de palabras es ácido, corroe como si fueran nubes de agua que se acidifican cuando se mezclan con gases sulfurosos en el aire. Sus versos, de coma casi extinta, fluyen con la rapidez de una potente batidora existencial donde sus cuchillas afiladas atraviesan la oscuridad para cortarla en pequeños trozos, y así poder analizarla mejor. Además, en una vista rápida, sus versos nos pueden parecer caóticos, sin orden ni sentido, pero cuando pasamos a leerlos detenidamente, lentamente, empezamos a sentirnos familiarizados con su mensaje, con su intencionalidad, con su perspectiva porque Samuel Beckett disfrutó colocando polos opuestos frente a frente, y la atracción que se estableció la convirtió en poesía.
Como poeta bilingüe, se movió con soltura y absoluta comodidad entre dos idiomas, inglés y francés, como un bailarín danzando artísticamente con sus dos piernas. Hermético, simbólico, engañoso, Samuel Beckett es un poeta tan brillante que la luz que reflejan sus versos nos acaba deslumbrando, estimulando y alterando nuestros sentidos. Pero Samuel Beckett también es un intelectual, un sabio que conoce lo diverso, lo complejo, una persona experimentada que analiza y asimila lo inesperado. Por ello, sus palabras son lecciones de vida, son las conclusiones de su odisea hacia lo concreto, hacia el origen, hacia el primer pensamiento surgido en el cosmos, hacia la primera fracción de tiempo transcurrido tras el desvelo original. Como gran lector posee una amplia cultura universal, pero su obra es difícil porque se ha de estar muy cerca de su nivel cultural para poder comprender sus mensajes, para poder apreciar cada detalle. En el campo de la literatura, sus guiños a genios literarios como Hölderlin (son increíbles sus poemas DIEPPE), Rimbaud, Goethe, Dante y su Divina Comedia, Montale, Mallarmé, Descartes… y el espíritu de Joyce sobrevolando sobre todos ellos. James Joyce y Samuel Beckett, dos poetas unidos por una visión y separados por sus propias obras artísticas. En los versos de Samuel Beckett, los bibliófilos lectores de Lux Atenea encontrarán esas relaciones humanas tan complicadas, esos lazos que se desatan, esas uniones que se deshacen y se desmoronan, y frente al dolor que observa, su actitud es la de no entrometerse, no interferir. El dolor existe desde que el mundo es mundo, y nada ni nadie podrá evitarlo. La vida es efímera, la persona es efímera, las cosas son efímeras, y sus restos siempre son echados al cubo de la Nada que no es ni cubo. ¡Con cuántos condicionantes reales y ficticios tratamos que tejer nuestra vida dirigida hacia no se sabe donde! Un poeta caminando como un vagabundo por el desierto, y que se guía por la ilusión del descubrimiento de unos límites desde los cuales poder dar el salto al infinito. “Samuel Beckett, Obra Poética Completa”, quedarán deslumbrados hasta con sus espontáneos versos en francés apuntados en trozos de papel. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
“Muerta entre
sus moscas muertas
un soplo de aire
mece a la araña.”
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.