Reseña Cultural nº: 1752 // Reseña Media nº: 105
Reseña actualizada. Publicada el 11 de febrero del año 2015 en Lux Atenea.
Director: HOWARD W. KOCH
Guión: MILTON SUBOTSKY y SETON I. MILLER
Actores principales: MICKEY ROONEY (John “Killer” Mears), FRANK OVERTON (padre O’Connors), MICHAEL CONSTANTINE (Eddie “Ed” Werner), JOHN VARI (Jimmy “Jim” Martin), DONALD BARRY (Drake), CLIFFORD DAVID (Richard Walters)
País: EE.UU Año: 1959 Productora: VANGUARD PRODUCTIONS
Duración aprox.: 81 minutos
Publicado en España por: BANG BANG MOVIES
Año: 2013 Formato: DVD con libreto de 12 páginas (EDICIÓN COMPRADA)
En esta joya del cine de suspense, ver al mítico actor Mickey Rooney interpretando a este asesino sentenciado a la pena capital que termina provocando una rebelión en el corredor de la muerte de la prisión donde cumple condena, no tiene precio. La grandeza artística atesorada en “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres” (1959), me ha llevado a elegir esta película para ser incluida en la selección cinematográfica que estoy reseñando en Lux Atenea. Esta lujosa edición en formato DVD fue publicada en España por la compañía Bang Bang Movies en el año 2006, y fue engalanada con esta carátula reversible y este interesante libreto de doce páginas. Una edición perfecta para disfrutar “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres”, al ser ese mítico largometraje que encantará a los cinéfilos que se apasionan disfrutando de los mejores thrillers que ha creado el cine de suspense a lo largo de toda su historia. Un drama espectacular y angustioso rodado en blanco y negro con absoluta maestría por el director estadounidense Howard W. Koch para dar alma a este guion, basado en la obra de teatro “The Last Mile” escrita por John Wexley tras los hechos reales ocurridos en una prisión del suroeste de los Estados Unidos de América. Concebido como remake de la película dirigida por Samuel Bischoff y presentada al público en el año 1932, dentro del cine negro, “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres” eleva el nivel de tensión y de desesperación en esta asfixiante atmósfera carcelaria protagonizada por presos condenados a muerte que esperan angustiosamente su ejecución en tan lúgubre corredor. Aunque este largometraje proyecta un claro mensaje de rechazo a ese sistema, por supuesto, no exento de controversia como todo lo relacionado con esta temática social, la espectacularidad artística que presenta “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres” convierte a esta película en una siniestra bajada a los infiernos con rebelión incluida. Presos y guardianes quedan situados en un limbo moral donde es difícil establecer una línea ética de separación, en vista a los comportamientos aquí reflejados en impactantes escenas. En un entorno tan horrible, nunca hay que olvidar que estos presos son asesinos a pesar de la sensibilidad que se puede despertar en el espectador al contemplar la terrible incertidumbre que les aplasta día a día. Una angustiosa y desesperada espera en las celdas del corredor de la muerte. Con imágenes de sufrimiento aumentado en secuencias de gran fuerza simbólica como, por ejemplo, la tortura psicológica que supone a los presos observar la mortuoria bajada en la intensidad de la iluminación del corredor cuando están haciendo pruebas en la silla eléctrica, o cuando están ejecutando a un preso en ella. Si además le añadimos esta extraordinaria banda sonora compuesta por Van Alexander, y el embrujo interpretativo de este dramático thriller en versión original subtitulada al no haber sido doblada al idioma español, el disfrute de su visualización no ha de esperar más para materializarse en la pantalla con Michey Rooney como principal protagonista.
En “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres”, el director Howard W. Koch supo cómo tocar la fibra sensible del espectador a través de las imágenes en esta película. El actor Mickey Rooney, interpretando el papel del despiadado preso John “Killer” Mears, logra crear esa empatía propia del anti-héroe pese a sus actitudes violentas y radicales que le arrastran a un aciago destino. John Mears es un asesino, personifica al Mal, pero cuando se observa en pantalla al guardián llamado Drake sonriendo con malicia a estos presos, esa línea del Bien y del Mal queda completamente difuminada. La interpretación de este personaje a cargo del actor Donald Barry es sublime, extendiendo sus malévolos e intencionados gestos de desprecio hacia los condenados con un amplio abanico de acciones orientadas siempre a hacerles padecer aún más su terrible castigo dictado por la justicia. Otros grandes contrastes que imprimen una gran intensidad emocional al contemplar esta obra, están protagonizados por personajes inolvidables como el padre O’Connors interpretado por el actor Frank Overton, cuya figura estoica aparenta aportar un poco de luz espiritual a este entorno carcelario tan tenebroso, pero su presencia siempre acaba siendo sinónimo de una ejecución inminente para el preso visitado. El preso Jimmy “Jim” Martin interpretado por el actor John Vari, refleja en pantalla la resignación absoluta camino a la silla eléctrica, junto a la irremediable demencia y pérdida de la cordura que muestra el preso Eddie “Ed” Werner (actor Michael Constantine) mientras espera a la muerte en su celda, o el desesperado ruego del preso Richard Walters (actor Clifford David) a John Mears cuando es herido gravemente, esperando una rápida llegada de la Muerte con esa suplicante petición. Un amplio espectro psicológico vertebrando esta atrayente historia de forma magistral, y creando con ello la sólida base artística que siempre ha sostenido ese halo artístico que ha dado prestigio internacional al cine de Hollywood hasta nuestros días. “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres” es grandeza, la obscura y mefistofélica grandeza cinematográfica tocada por la inexorable perdición. Grandeza artística inmortal a fin de cuentas.
Tragedia, drama, y desesperación en esta terrible encrucijada llamada “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres”, siendo la Muerte quien tiene todo bajo control. Los hilos del destino están controlados por ella, y nadie puede escapar a sus designios a pesar de que un grupo de presos condenados a muerte traten de encontrar una salida a su situación límite, llevando a cabo un motín provocado por John Mears. Una vez iniciada la rebelión, todos serán engullidos por este caótico escenario donde todo es extremo, irracional, violento, visceral… pero, a pesar de todo, la cárcel continúa cumpliendo su función como prisión: estos presos siguen estando encerrados en su interior. ¿Qué salida podrán hallar en esa situación tan desesperada? La respuesta la dejo en manos del cinéfilo lector de Lux Atenea dispuestos a disfrutarla. En esta película encontrarán imágenes y escenas inolvidables como la sublime y terrible secuencia cuando el padre O’Connors reza el Padrenuestro en la celda de Jimmy y la atmósfera desoladora que se respira en el corredor con sus palabras, el aciago momento del afeitado antes de la ejecución, o los sueños y los recuerdos que aparecen en la mente de cada preso ante el horizonte inexorable de su muerte. “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres” es el arte de la interpretación reflejada en las duras e implacables expresiones que John Mears muestra en los planos cortos, los gestos horribles y desencajados de Jimmy cuando vienen los guardias de la prisión para llevárselo a la silla eléctrica, en las agrias miradas de desprecio de John Mears a Drake, el gesto del guardia al echar whisky en el café incluido en la cena que lleva a Richard Walters, o en la violenta escena cuando John Mears coge por el cuello al guardia con su cara gesticulando de forma tan visceral e impactante. Impresiona contemplar la interesante charla entre el Padre O’Connors y John Mears en una conversación que se mueve entre la fe religiosa y la incredulidad espiritual de la Razón, observar el cambio radical en la actitud de Drake cuando ha perdido todo su poder y se encuentra ante la muerte, con el endiablado sonido de los subfusiles Thompson y la ametralladora Vickers al disparar sus ráfagas, la creciente tensión que transmite esta sangrienta espiral en la cual todo va derivando hacia la escena final protagonizada por John Mears, o viendo la obligada inflexibilidad del alcaide de la prisión en cumplimiento de su deber ante John Mears, a pesar de que amenaza con matar a su cuñado que tiene como rehén. “Silla Eléctrica Para Ocho Hombres”, el mítico actor Mickey Rooney dando vida a uno de los personajes más extremos que haya protagonizado en su larga y exitosa carrera cinematográfica. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.