Reseña Cultural: 1649 // Reseña Literaria: 278
Reseña actualizada. Publicada el 15 de junio del año 2010 en Lux Atenea.
Publicado por: EDITORIAL GREDOS, S.A.
ISBN: 84-249-2476-2 (OBRA COMPLETA), 84-249-2477-0 (TOMO I), 84-249-2478-9 (TOMO II), 84-249-2479-7 (TOMO III) y 84-249-2480-0 (TOMO IV)
Edición: 2000 (EDICIONES COMPRADAS)
Páginas: 464, 423, 316 y 343
Como analista cultural siempre seguiré recomendando el conocimiento y el análisis de las obras clásicas a los lectores de Lux Atenea. Aunque, por desgracia, vivimos en una sociedad donde la enseñanza tiende más a alejar a los lectores de la literatura clásica que a acercarlos a ella (yo también he sufrido ese efecto ‘educativo’ en mis años de estudio), no por ello vamos a dar de lado a estas obras cuyas páginas nos ilustran sobre esta etapa de nuestra historia como civilización mediterránea. De todo corazón les invito a disfrutar estas joyas literarias durante los próximos meses, comprendiendo que, inmersos en este estilo de vida tan acelerado en el cual vivimos, resulte un poco complicado plantearse la lectura de esta magna obra literaria griega vertebrada por ocho libros, y que ha sido publicada por la prestigiosa editorial Gredos en cuatro volúmenes hasta sumar más de mil quinientas páginas en su conjunto. Pero, al contrario de lo que se pueda pensar, “Historia de la Guerra del Peloponeso” es una obra que se lee con soltura debido a la facilidad que tiene el maestro Tucídides para despertar nuestra curiosidad a través de estas descripciones de los hechos de lo más instructivas, provocando pasión desde las primeras páginas durante su atenta lectura. Por este motivo, y por el eterno interés que la cultura griega sigue despertando en todos nosotros, “Historia de la Guerra del Peloponeso” es muy fácil que se convierta en ese descubrimiento literario que haga amar nuestra historia europea aún más.
Ponerme a describir históricamente los hechos que acontecieron durante la Guerra del Peloponeso me parece alargar gratuitamente esta reseña, debido a que el lector perfectamente puede realizar una búsqueda en Google sobre este tema y tener en un instante una gran cantidad de información al respecto. También puede realizar búsquedas para informarse más al detalle sobre sus protagonistas principales, datos y fechas concretos, desarrollo de las campañas, estrategias militares que se ejecutaron en el campo de batalla… Pero, en cambio, lo que difícilmente podrá encontrar en esas búsquedas es la mirada de Tucídides analizando y describiendo de primera mano cómo se desarrollaron estos acontecimientos y, sobre todo, desde la perspectiva de este hombre culto e instruido. Una cultura griega que potenciaba en las personas el análisis a través de la observación, porque observar y analizar lo observado fue una de las claves del pensamiento griego. Una filosofía poco dada a teorizar y mucho más centrada a hora de valorar la práctica como afirmación de lo analizado tras ser observado, y con el pragmatismo siempre presente, Así ha logrado perdurar como fuente de Sabiduría a través del tiempo y de las diferentes culturas nacidas a posteriori. Además, a muchos lectores les resultarán muy sorprendentes algunos detalles de este conflicto, quedando descritos con rigor en su análisis. Desde barcos de guerra que se tienen que poner a secar en las playas porque la madera se ha empapado de agua marina y los hace menos maniobrables, hasta la captura de ciudades para vender a sus ciudadanos como esclavos y así poder seguir financiando la guerra, pasando por el apoyo persa a ambos bandos según sus intereses en un juego diplomático y económico de lo más intrigante. Página tras página, los cultos lectores de Lux Atenea irán descubriendo toda la magia literaria contenida en esta excelsa obra.
Estamos ante una obra clásica etiquetada errónea e injustamente por una parte del público como ‘ladrillo’, y, aunque ya conocen mi pasión por la literatura griega y romana, creo que esta recomendación será del agrado de una gran parte de los lectores de Lux Atenea en cuanto empiecen a leer estos volúmenes. A partir de entonces, para el lector es muy probable que Tucídides se convierta en sinónimo de buena literatura, y de lectura que enseña y divierte a la vez mientras nuestra mente empieza a imaginarse cómo era aquella época y aquella cultura a través de estas palabras escritas por todo un maestro de las descripciones y del análisis de lo sucedido. Así irán visitando con su mirada, tomo tras tomo, todo este largo conflicto entre Atenas y Esparta desde sus inicios hasta que en el último volumen de esta edición noten que el estilo ha cambiado radicalmente. Pero todo en esta vida tiene su explicación lógica: el maestro Tucídides no logró terminar en vida esta obra, siendo el maestro Jenofonte el encargado de finalizarla. Cada escritor tiene un estilo propio que le caracteriza y, en el caso de Jenofonte, no podía ser más claro y tan obvio.
Jenofonte no es tan directo y tan concreto como Tucídides. Es más dado a la épica, a la grandilocuencia, a entretenerse resaltando, y ese estilo literario se hace un poco más difícil de llevar cuando se ha leído previamente a un escritor como Tucídides, que sabe cómo despertar la curiosidad en el lector como uno de los ejes de su estilo a la hora de crear una obra. Con esto no quiero decir que Tucídides sea muy bueno escribiendo y que Jenofonte no lo sea tanto. Lo que sí digo es que hay diferencias entre ellos que se notan muy claramente cuando pasamos de la lectura de uno a otro en “Historia de la Guerra del Peloponeso”, y si no se hubieran unido sus textos en una sola obra, es muy fácil que tanto a Tucídides como a Jenofonte les encantara en cuanto leyeran sus obras por separado. Pero esta es la magia de la literatura: la diversidad. Si todos los escritores escribieran igual y con el mismo punto de vista, la literatura estaría muerta desde hace siglos. Son estas diferentes miradas, estas diferentes perspectivas, y estas diferentes formas de describir una misma cosa lo que hacen grandes a los escritores. Como apunte final, creo que el prejuicio popular tan extendido en Occidente que etiqueta a los atenienses como los buenos y a los espartanos como los malos en aquella época histórica, va a quedar bastante mal parada en cuanto lean esta obra. La cortesía, la bondad, y las buenas formas atenienses les van a dejar helados y, por cierto, si alguien busca defender lo indefendible en relación a Atenas, Tucídides fue ateniense. “Historia de la Guerra del Peloponeso”, grandiosa obra clásica llena de sorpresas históricas que le asombrarán. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.