Reseña Cultural: 1665 // Reseña Cómic: 18
Reseña actualizada. Publicada el 28 de abril del año 2009 en Lux Atenea.
Publicado por: NORMA EDITORIAL, S.A.
ISBN: 84-9814-310-1
Edición: 2005 (EDICIÓN COMPRADA)
Guión escrito por Sam Kieth; dibujo realizados por Alex Pardee y Chris Wisnia; diseño a cargo de Keith Wood.
Publicada por Norma Editorial en su colección Made in Hell, esta magnífica edición en un solo volumen incluye la serie “Ojo” de los números 1 al 5. Protagonizada por una niña muy especial llamada Annie, su atrayente guión ha sido escrito por el talentoso artista Sam Kieth, creador gráfico en la mítica saga “The Sandman”. Gracias a su fértil imaginación y a su creatividad llevada al mundo del cómic, en “Ojo” conoceremos esta sucesión de mascotas que van pasando por la vida de su protagonista hasta que, finalmente, encuentre una un tanto extraña ya que la madre de su nueva mascota vive en un desagüe. A esta mascota, Annie la llamará Bebé Ojo. Esta historia encantará a los cultos lectores de Lux Atenea porque su guión muy bueno y está muy bien estructurado, moviéndose Sam Kieth con comodidad en la aceleración y en la ralentización del tiempo para ofrecer al lector este cómic con un tempo muy cercano al cinematográfico. Annie tiene una hermana mayor, Melissa, con la cual no se lleva precisamente bien, y un abuelo cuyas costumbres y distracciones le resultan un tanto incomprensibles. La madre de Annie murió al poco de nacer y, por este motivo, tanto ella como su hermana viven con su abuelo. Leyendo atentamente esta hipnótica historia, en “Ojo” vemos muy claramente que Annie no tiene del todo formada su personalidad, pero su hermetismo emocional interior se muestra siempre muy firme. Es verdad que Annie se relaciona con su entorno y con quienes le rodean con cierta normalidad, pero siempre manteniendo una prudente barrera emocional y sensitiva. Annie es imaginativa, encara el futuro con positividad, es muy difícilmente influenciable por las personas o por las circunstancias, pero también no es del todo comprendida por su familia y vive intensamente un mundo imaginario por ella concebido. El personaje de Annie les resultará muy interesante debido a que no nos encontramos con la típica niña influenciada por los deseos educativos de los padres y de la sociedad. Aunque Annie no es una niña depresiva, ni triste, ni encerrada en sí misma, ni con deseos profundos de aislarse de todo y de todos, encontrándose en el polo opuesto de todas esas actitudes, no deja por ello de tener ese halo opaco y difuso que incentiva la curiosidad del lector por conocer su vida.
A nivel artístico, todos los dibujos que vertebran “Ojo” son en blanco y negro, y sus imágenes siempre se muestran muy obscuras hasta reflejar cierto decaimiento existencial y algo de rabia contenida a la cual no hace falta provocar mucho para que estalle. Pese al predominio casi absoluto del color negro en cada página, este cómic no se le puede englobar dentro de la estética gótica, ni tiene un aire absolutamente siniestro. Más bien definiría a “Ojo” como un cómic psicológico en el cual el negro se convierte en el color más adecuado para reflejar el insondable mundo del pensamiento humano. Es más, el estilo infantil de muchos de sus dibujos es perfecto para mostrar al lector los pensamientos inmaduros de su protagonista. Además, este estilo de dibujo centra la atención del lector en los gestos faciales de sus personajes y el movimiento será constante en toda la obra, ya que, incluso en escenas muy paradas, se sigue conservando una fuerte inercia para dar continuidad a en ese movimiento inducido desde la primera viñeta. Este movimiento, como fiel reflejo de la vitalidad infantil siempre presente, llevará al lector a devorar estas páginas con inusitada avidez. En “Ojo”, el deseo de facilitar la vida y de ofrecer amor es constantemente negado por la presencia de la muerte, y tal vez el incansable deseo de Annie para dar protección y amor a una mascota venga dada por la ausencia de una madre. Su necesidad para establecer vínculos emocionales y sentimentales acaba convirtiéndose en la necesidad de dar a otro ser. Como se puede comprobar, “Ojo” no es un cómic muy común que digamos, y más bien lo definiría como un cómic de temática psicológica y con un estilo un tanto raro y extraño, y el desarrollo de esta historia no es ni predecible ni demasiado ajena a esa fantasía situada al margen de la realidad. “Ojo”, cuando las sombras dicen más de la vida que la propia luz. ¡¡¡Disfrútenlo!!!
Félix V. Díaz
En Lux Atenea solamente escribo y publico reseñas sobre ediciones originales que he comprado, o recibido como promocional.